La copa es mía

General Urquiza ganó el trofeo que lleva su nombre por ser el año del centenario. En un partido que no debió jugarse por el estado de la cancha, superó a Argentinos del Sud por 2 a 1 y gritó campeón.

General Urquiza se armó para esto y festejó el título. (Fotos: Diego Berrutti)

7 de Junio de 2014 18:17
En un partido atípico, que no debió jugarse por la cantidad de lluvia caída y el mal estado del campo de juego, General Urquiza hizo gala de su contundencia para vencer al duro Argentinos del Sud por 2 a 1 y quedarse con el Torneo Apertura que lleva su nombre, en el año de su centenario. Guido Castro fue la gran figura con dos muy buenas definiciones, mientras que Ramiro Paz había marcado el empate transitorio para los de la avenida Paso. En el final, la impotencia dejó al equipo de Cristian Suárez con tres hombres menos, pero nada empaña el gran certamen realizado.
 
La final no se merecía un día así. La lluvia que comenzó a caer con fuerza y de manera persistente desde las 11.30, hacía percibir que se podía suspender el encuentro. Encima, más se acercaba la hora de comienzo y más fuerte llovía, pero desde la Liga Marplatense estaban decididos a jugarlo. A la hora de salir los equipos a la cancha, ya había sectores que se notaban anegados y la pelota no corría con normalidad. Marcelo Sanz acató “órdenes” y el partido se puso en marcha.
 
El trámite no era ni iba a ser normal. Porque General Urquiza no podía hacer lo que hace siempre, mover la pelota al ras del piso, hilvanar jugadas a partir de la mitad de la cancha y conectar las líneas hasta llegar a los delanteros. Si bien Argentinos del Sud también tiene jugadores de buen pie, se destaca por la garra y parecía más cómodo en el contexto.
 
Como por abajo no se podía, los de Nicoletti golpearon con un pelotazo. A los 14’, Argentinos se equivocó en un córner a favor. En una cancha que no permitía jugar corto, prefirieron tocar un córner en vez de tirarlo al área, García se cayó y salió la contra. Bernat cortó el envío largo, pero D’Addato capturó y tocó atrás para Yamil Acosta que metió el bochazo hacia la derecha, Merlos falló en el cálculo con tanta mala suerte que atrás estaba Guido Castro, que la paró, la acomodó y metió un puntinazo delicioso, al ángulo derecho de Emiliano Carra, que se estiró pero nada pudo hacer.
 
Pese a la desventaja, Argentinos no se desesperó y trató de crecer por la derecha con Francisco Soria, en el sector de la cancha que mejor estaba. Del otro lado, García debía pelear con la marca de Bosotina y el agua, que le frenaba la pelota cada vez que intentaba la acción individual o el pase por abajo. Entonces, ganando faltas cerca del área, empezó a apostar a la pelota parada para llegar, pero Mauro Rodríguez mostró seguridad en cada envío aéreo. A los 25', Ramiro Paz empujó al fondo del arco un centro corto de Derdoy, pero Sanz invalidó por posición adelantada en la jugada previa de "Pepe".
 
De a poco empezaba a encontrar más juego el conjunto de Cristian Suárez, sobre todo cuando la pelota pasaba por García. El "10" buscó en cortada a Derdoy, pero la pelota salió disparada y permitió el cruce oportuno de Vales que sacó al córner. Urquiza estaba tranquilo, no dejaba espacios en el fondo y buscaba lastimar en la salida rápida con el tridente ofensivo.
 
Cuando los de Nicoletti se iban al descanso con la ventaja, a los 44’, Argentinos encontró el empate merecido por la vía que más había preocupado a la defensa “tricolor”. Córner del sector derecho de Soria, alguien que alcanza a peinar en el primer palo y el “Pampa” Paz se tomó revancha del anulado anteriormente para empujar en el segundo. Sin embargo, el remate le salió mordido y al lugar donde estaba Rodríguez que contuvo la pelota. Pero Marcelo Sanz, a instancias de su asistente que corrió hacia el medio de la cancha, marcó el empate y desató la protesta de todos los jugadores de Urquiza, con el arquero enloquecido. Difícil saber desde la cabina (la intensa agua impedía ver el partido desde abajo), si la pelota entró o no, pero lo que valía era lo que decidió el árbitro y se fueron al vestuario con todo como al principio.
 
En el complemento, Urquiza entendió mejor que no iba a poder hacer su juego y comenzó a usar el centro desde las bandas e inquietar para ganar pelotas paradas que llevaran peligro al arco de Carra. De entrada la tuvo Leonardo Gómez, que la paró en el punto del penal y sacó un remate bajo que se desvió en Paz y se fue besando el caño izquierdo.
 
Urquiza entendió que no se podía arriesgar y Argentinos del Sud no. Al igual que en el primer tanto, una falla propia terminó costándole muy caro. Soria tocó para Catalani en el medio, pero la paró muy larga el volante, se la robaron y salió una estocada para Guido Castro que le ganó en velocidad a Paz, quedó cara a cara con Carra y definió por abajo, cruzado, para el 2 a 1 en el momento justo.
 
Otra vez a remar de atrás, Argentinos del Sud siguió teniendo paciencia y esperando una chance para llegar a la igualdad. Y tuvo dos ocasiones de riesgo con un centro de García para Echeverz que la quiso parar y se le fue larga. Enseguida, gran pase de Catalani para Derdoy, pero el agua frenó la pelota y cortó una acción clara, que terminó con un remate del delantero por encima del travesaño.
 
A los 30', el conjunto de Cristian Suárez tuvo la última posibilidad y la más clara con un tiro libre a 25 metros del arco, Enrique Auce se hizo cargo de la ejecución, se paró derecho a la pelota y “jugó” con el estado de la cancha, sacó un remate bajo, que fue haciendo “sapito” hasta estrellarse contra el palo derecho de Rodríguez que no llegó, el rebote dio en la espalda del arquero y salió para el costado.
 
El tramo final fue a pura desesperación para Argentinos, pero no le alcanzó. Y entró en desesperación. Impotente, Echeverz golpeó a Vales sin pelota y se fue a las duchas, atrás Carra salió muy lejos del área a barrar, Jerónimo Julio llegó antes a la pelota y el arquero se lo llevó puesto y también se fue de la cancha previo al cierre. Un minuto después, Paz se “fue de boca”, Sanz lo escuchó y lo expulsó, para que los albiazules terminen con tres hombres menos.
 
Pudo ser para cualquiera de los dos, pero se lo llevó Urquiza. Fue justo para lo que hizo a lo largo del campeonato, con el mejor plantel del fútbol marplatense, con unos play offs donde no dejó dudas, dejando en el camino al campeón 2013, Atlético Mar del Plata en los penales, a El Cañón con autoridad por 3 a 0, a Peñarol con un contundente 7 a 4 y la final con Argentinos. Reconocimiento también para Cristian Suárez y sus jugadores. En dos años dieron un pase importante en la historia del club, alcanzando la semifinal el anterior y la final en este, cosas que no habían podido lograr a lo largo de los 83 años anteriores de vida.

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