La Iglesia misteriosa que lleva el nombre de un comerciante español

19 de Diciembre de 2017 17:39

A fines del Siglo XIX, Eustaquio Aristizábal, un comerciante español, desembarcó por estas tierras y compró en Coronel Vidal parte de una estancia a la que le puso el nombre de Micaela, su esposa.

Cuando murió, en 1906, la mujer ordenó construir el templo y enterrar allí sus restos. Micaela también fue enterrada junto a él, pocos años después.

Sin embargo, durante una inundación hubo que rescatar los cuerpos y fueron trasladados al cementerio de Coronel Vidal. En la década del ’60, el templo comenzó a estar en estado de abandono hasta quedar en ruinas. Algunos cuentan que entre esos restos, hoy, pasan cosas raras.