El hijo de Yiya Murano en una batalla desesperada para seguir con vida

Martín Murano recibió un diagnóstico desalentador de su cardiólogo y necesita con urgencia un trasplante de corazón. Sin poder tomar la medicación necesaria desde hace dos meses y medio, ahora recibirá la ayuda de un pastor marplatense.

Martín junto a su pareja Adriana, luchan por la vida contra reloj.

15 de Febrero de 2017 16:30

Por Redacción 0223

PARA 0223

Luego de una agitada historia familiar, Martín Murano, el hijo de la mítica Yiya Murano, conocida como “la envenenadora de Monserrat”, vive horas de más sufrimiento. Un problema cardíaco grave, por el que necesita un urgente trasplante de corazón, lo tiene en vilo, peleando por obtener una medicación que la obra social no le cubre ya que la empresa marplatense en la que trabajaba no efectuó los aportes correspondientes durante los últimos 12 meses ni le pagó el sueldo durante la licencia médica.

En diálogo con 0223, Martín retrató su desesperado pedido de ayuda. Sin poder costear los remedios necesarios que le darían la posibilidad de llegar a la operación quirúrgica para salvar su estado de insuficiencia cardíaca, este doble de riesgo y profesor de tres artes marciales recibió una buena noticia en las últimas horas: “Un pastor marplatense, Beto Rosas, contactado a través a mi mujer Adriana, se animó a ayudarme. Ahora voy a poder tomar al menos una parte de la medicación necesaria. Esto no me salva la vida, pero me da esperanzas”, reconoció.

Murano, de 50 años, viene de largas semanas de angustia y, según precisó, llegó a estar “dos meses y medio sin acceso a los remedios. Cada jornada que pasaba sin tomarlos, veía que mis días se iban terminando, la medicación es mucha y costosa, superior a los 7 mil pesos mensuales, al igual que los estudios para realizar el trasplante, que se realizaría en el hospital Favaloro”, detalló.

“Mi cardiólogo me dió un mes de existencia y me dijo: flaco estás vivo de milagro, disfruta de los momentos que la vida te da, que es lo único que te vas a llevar de recuerdo” sentenció Martín. Primero con una arritmia, luego con cuatro infartos, después con sangre en sus pulmones y tres internaciones en terapia intensiva a cuestas, Murano pasó mucho tiempo “sin poder hacer prácticamente nada”. “Me da vergüenza decirlo, pero me había entregado, estaba esperando morirme hasta que surgió la posibilidad del trasplante“, admitió.

La empresa cuestionada, del rubro de la seguridad privada, “especula con que yo le haga un juicio” relató Murano, que de inmediato mencionó una posible vía de solución “para poder pagar todo de mi bolsillo”: vender los derechos de su libro “Mi madre, Yiya Murano” para la filmación de una película. “Estamos haciendo lo posible con mi representante, Raúl Palavecino, ante algunas productoras interesadas, pero no cuento con el tiempo necesario, no vemos lamentablemente una solución inmediata para eso”, contó.

“Tuve una sola oportunidad de vivir feliz que es esta y la voy a perder”, definió Martín, notoriamente molesto con la compañía en la que trabajó durante muchos años “cuidando gente”. “Vendí un montón de cosas y aún así no puedo estar al día”, detalló.

“Quiero seguir vivo, con el trasplante tengo muchas posibilidades de salvarme. Hay días en que puedo caminar, otros días no puedo ni levantarme de la cama. Y me duele por mi ángel, por Adriana, a la que veo llorar todos los días. Me están matando, que les quede claro que ellos me están matando”, concluyó.

Temas