River fue más y se llevó el primer superclásico del año

En la segunda mitad, los de Marcelo Gallardo justificaron ampliamente el triunfo que empezaron a gestar en el primer tiempo ante un Boca apático que se fue lleno de preocupaciones del Minella.

Santos Borré festeja el único tanto del partido. Antes habia tenido otra que se la anularon por offside. (Fotos: Diego Berrutti)

22 de Enero de 2018 01:03

Por Redacción 0223

PARA 0223

Había mucha expectativa de los dos lados y mientras unos (River) se van con la tranquilidad de haber hecho bien las cosas y no jugaron Armani y Pratto que potenciarán al plantel, otros (Boca) se fueron del José María Minella con más preguntas que respuestas, con un pobrísimo nivel y una nueva derrota de verano que golpea de cara a lo que viene. Fue 1 a 0 para los de Marcelo Gallardo que, en la idea de todos los que vimos el partido, ganó por más.

Salieron con todo Boca y River en un Minella con un marco fantástico. Pero todas las ganas que tenían, iban de la mano con los errores que se cometían. De una pelota parada a favor de los de Barros Schellotto, salió una contra que pudo ser letal para los de Gallardo. En el apuro, ambos mostraron muchas imprecisiones en el pase corto y en el largo, entonces, más allá de que el "xeneize" era más prolijo con la pelota y mostraba mejor circulación, casi no inquietó a Germán Lux.

Del otro lado, el "millonario" lastimó cuando pudo salir en velocidad, Boca volvió a extrañar a Barrios y la espalda de Chicco era el lugar elegido para atacar. Dos pelotas en profundidad que se filtraron entre los centrales, pudieron ser gol: en una Santos Borré convirtió adelantado y luego Scocco se demoró en definir, trató de eliminar a Magallán que se la robó ¿con la mano? ante el pedido de mitad del estadio.

Nandez y Buffarini eran los más claros de Boca y los dos delanteros de River eran una pesadilla por movilidad para la defensa auriazul. Poco de Tevez que desniveló en las pocas que apareció, pero estuvo demasiado estático. Y los de Gallardo, antes del cierre de la etapa, asentaron el golpe: otra vez se metieron detrás de los volantes, Scocco encaró mano a mano a los centrales y tocó en el momento justo para Rafael Santos Borré que ingresando al área metió el zurdazo bajo que superó la estirada de Rossi y decretó el 1 a 0 con el que se fueron al vestuario, después de 45' en el que lo más justo hubiera sido el marcador en blanco.

En el complemento, River lo justificó ampliamente. La versión de Boca se asemejó a la del segundo tiempo con Aldosivi, sin respuestas anímicas ni futbolísticas, con escasa generación de fútbol y sin situaciones de gol. Entonces, todo fue del "millonario" que tuvo más actitud y le ganó cada pelota dividida. Sólo Nandez se salvó del incendio en esa segunda mitad y algunas atajadas de Rossi que mantuvieron con vida a Boca hasta el final.

Si los de Gallardo no lo definieron antes fue únicamente por la mala puntería, por dos buenas intervenciones del arquero"xeneize" o por no acelerar a fondo en alguna contra. En el primer cuarto de hora, fue el momento Martínez del partido. El "Pity" le sacó pintura al palo izquierdo con un tiro, casi estira la cuenta de carambola con un remate desde afuera que se desvió en Goltz y dibujó una maniobra fantástica ingresando por izquierda y cuando parecía que iba a definir buscó adentro a Scocco que tocó al gol y encontró una gran reacción de Rossi para ahogar el grito.

 

De Boca en ataque, poco y nada. Tevez desaparecido, desganado, deambulando por la cancha. Un mal partido de Pavón (muy bien marcado por Saracchi) desnudó todas las falencias ofensivas de Boca, "Wanchope" Ábila no pesó con su ingreso y Maroni, tarde, apenas desniveló con una buena acción por izquierda que le sacaron al córner. Lo más claro, un remate de afuera de Nandez que se perdió lejos.

Ni en los minutos finales, que necesitaba ir por el empate, Boca mostró ímpetu y se entregó mansamente a una nueva derrota en un comienzo de año convulsionado. Festejó River y bien merecido lo tiene, fue más que Boca, le ganó en el juego y en la actitud y se quedó con el primer superclásico del año, el aperitivo del que vale, el del 14 de marzo, por la final de la Supercopa Argentina.