Un hecho premeditado, un ataque sin defensa: un minuto fatal para el dueño de Manolo

La fiscalía aguarda los informes preliminares de autopsia y de balística aunque no hay dudas sobre la dinámica del ataque. El atacante lo esperó dentro de su camioneta.

18 de Diciembre de 2018 17:56

Por Redacción 0223

PARA 0223

Minutos antes de las nueve de la mañana el llamado al 911 alertó sobre la presencia de dos personas muertas en la cochera del lujoso edificio ubicado en Libertad y Salta. Todos los datos recabados a partir de ese momento más el apoyo de las imágenes de las cámaras de seguridad permitieron establecer como fue el minuto en el que Miguel García mató a balazos a su ex yerno para luego suicidarse a tres metros de distancia.

El fiscal Alejandro Pelegrinelli aún aguarda los informes preliminares de las dos autopsias que comenzaron minutos después de las cuatro de la tarde y que confirmarán seguramente el primer análisis que hicieron los peritos de Policía Científica: se efectuaron entre cinco y seis disparos, cuatro de los cuales impactaron en distintas parte del cuerpo de Juan Santurián y le ocasionaron la muerte de manera inmediata.

Aunque todo sucedió en menos de un minuto porque la decisión de García de quitarse la vida fue inmediatamente posterior a ultimar al dueño de la firma “Manolo”, el hombre de 70 años esperó pacientemente en el interior de su camioneta Peugeot Partner que Santurián bajara de su departamento para subir a su camioneta Mercedes Benz.

El personal de seguridad del edificio escuchó varias detonaciones, bajó a la cochera y observó dos cuerpos tirados en el piso a poca distancia uno del otro. Aunque llamaron de manera inmediata al 911 y una ambulancia se hizo presente en el lugar, la médica confirmó el deceso de ambos. Tras hablar con las primeras autoridades policiales presentes, los profesionales se retiraron a las diez de la mañana del lugar.

Tal como adelantó 0223, el fiscal Pelegrinelli confirmó que se efectuaron entre cinco y seis disparos con una pistola marca Tanfoglio calibre .40 “de alto poder de fuego”. Cuatro proyectiles impactaron –con distinto grado de afectación- en el cuerpo de Santurián. Mientras que uno apenas lo rozó en el brazo izquierdo, los otros entraron por la zona intercostal derecho, el tórax y en la zona cervical. Será el informe de balística –a partir de los accidentes que se descubrieron en las paredes de la cochera- el que confirme las otras circunstancias del ataque.

Santurián cayó al lado de una camioneta VW Amarok estacionada sin ninguna chance de sobrevivir. A tres metros de donde cayó su ex yerno, el agresor tomó el mismo arma, la apoyó contra su pecho y efectuó un disparo de manera ascendente.  Quedó tirado sobre su lateral izquierdo y el arma cayó a pocos centímetros de su espalda según el panorama que encontraron quienes presenciaron la escena del crimen.

Aunque todavía deben revisarse otras imágenes de las cámaras de seguridad que están en el servidor del edificio, el primer análisis que hizo el fiscal confirmó algunos tramos de la secuencia investigada. Una vez incorporados los resultados de los informes solicitados la causa por homicidio y suicidio quedará finalmente cerrada. Los motivos que llevaron a ese minuto fatal que fue premeditado no podrán ser despejados.