A un año del femicidio de Nancy Segura, su familia reclama que se juzgue al asesino

La víctima tenía 27 años cuando su expareja y padre de su hijita la asesinó de una puñalada. Si bien el sujeto está detenido por el hecho, la familia de la joven reclama que lo condenen para “poder hacer el duelo”.

18 de Junio de 2018 18:47

Por Redacción 0223

PARA 0223

Nancy Segura tenía apenas 27 años cuando, en medio de una discusión con su expareja, Rafael Inglera, el sujeto la atacó con una cuchilla de cocina y le provocó una herida mortal en el tórax. La joven falleció horas más tarde en el hospital Interzonal, donde los médicos no pudieron hacer nada ante la gravedad de la lesión y la cantidad de sangre que había perdido hasta llegar al nosocomio. Tras la autopsia al cuerpo de la joven, la causa quedó en manos del fiscal Fernando Castro, caratulada como homicidio agravado por el vínculo. 

El femicidio ocurrió el domingo del día del padre del año pasado en la esquina de las calles 443 y 18, en Playa Serena, a pocos metros de la vivienda de Nancy. Allí la víctima vivía junto a sus dos hijos, quienes en pocos días cumplirán 5 y 12 años. La menor es una nena, también hija del único acusado por el crimen y, según su tía, habría presenciado el ataque que se consumó en la calle. “Pregunta todos los días por su mamá y está enojada con su papá. A veces tiene pesadillas y llora dormida”, contó a 0223 Yésica, hermana de Nancy.

Al cumplirse un año del crimen, sus familiares exigen que se establezca una fecha para el juicio a Inglera, y por eso se concentrarán este martes a las 15 en el monumento a San Martín, de Luro y  Mitre.   

“Nos dicen que podría ser en abril o mayo del año que viene pero no nos dan una fecha de juicio. Nosotros necesitamos que se juzgue y condene a la basura que mató a mi hermana para poder hacer el duelo en paz”, explicó Nancy, quien tienen la tutela provisoria de sus dos sobrinos.  

Según dijo, la relación de Nancy y su femicida siempre fue tormentosa. “Ella lo había denunciado por golpeador dos o tres veces pero después lo perdonaba; iban y venían, hasta que la mató”, detalló.

Nancy era parte de una familia de ocho hermanos: tres mujeres y cinco varones. Era vendedora ambulante de productos de limpieza. Trabajaba principalmente en Playa Serena, en donde tenía una buena cantidad de clientes y solía estar acompañada por sus hijos. “Era una piba luchadora”, la definió Yésica.

“No tenemos un abogado particular porque no podemos pagarlo y todavía estamos esperando que nos designen a uno. Si bien podemos hablar con el fiscal Castro, y siempre nos recibe, tenemos la sensación  de que si sos pobre, nadie hace nada. Pedimos que se ponga una fecha de juicio para que condenen al asesino de mi hermana y podamos, por fin, empezar el duelo”, reclamó la mujer.