Cómo se vivió en el Congreso la asunción de Alberto Fernández

Hay un nuevo presidente en la Argentina, Alberto Fernández es el noveno presidente desde 1983. En el Congreso de la Nación se vivió la ceremonia máxima de la democracia argentina: el traspaso de mando presidencial.

10 de Diciembre de 2019 19:59

CABA, enviados especiales.

Ante el pleno de la Asamblea Legislativa, Alberto Fernández juró como presidente de la República, cargo que ejercerá durante los próximos 4 años, acompañado por Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta. Fuera del Congreso, miles de personas que llegaron de todo el país, acompañaron la ceremonia desde las pantallas gigantes. Dentro del emblemático edificio, sede del Poder Legislativo, se vivieron momentos de profunda emoción en el marco del acto protocolar más importante de la Democracia Argentina: el traspaso de mando de un presidente a otro.

Desde temprano, el clima fuera del palacio era festivo y de una alegría inconmensurable por parte de los miles que se acercaban a ocupar un lugar en la Plaza de los Dos Congresos, lugar al que arribarían los presidentes saliente y entrante. Banderas de grandes dimensiones cubrían desde la madrugada los frentes de muchos de los edificios de Avenida De Mayo, Rivadavia, y de los inmuebles frentistas de la plaza. Los estandartes referían en su mayoría a organizaciones sindicales y políticas que apoyaron la fórmula Fernández - Fernández.

Funcionarios y personalidades del mundo de la política fueron ingresando a Congreso de manera ordenada, hasta que cerca de las 10 se empezó a apurar el paso ya que se acercaba la hora del inicio de la sesión de la Asamblea Legislativa. También estuvieron presentes representantes de diferentes países de la región y el mundo, siendo los funcionarios y diplomáticos de lejanas latitudes, los que más llamaban la atención de los curiosos que circulaban por el mundo de pasillos y salones del edificio.

A las 11:45 se hizo presente la entonces vicepresidenta electa Cristina. Tal vez no haya otra persona en el mundo de la política nacional que genere lo que CFK en las demás personas, incluso en las que están abiertamente en su contra. Por donde camina, todo se convulsiona, la gente se agolpa, los flashes de los fotógrafos encandilan, los camarógrafos y periodistas  hacen lo imposible por una toma, una pregunta o un mínimo testimonio. Cristina llegó a la ceremonia con una mirada tranquila, con la experiencia de alguien que fue protagonista de aquello en dos oportunidades.

Hablando de protagonismo, el centro de atención a partir de las 11:49 fue Alberto Fernández, quien fue descrito por la locutora oficial del acto como el "presidente de la unidad", como primer claro mensaje que el mandatario llevará como impronta a la Casa Rosada. Tanto Cristina como Alberto fueron recibidos por la entonces vicepresidente Gabriela Michetti, quien fue llevada en su silla de ruedas por el propio presidente electo, algo que generó un momento de admiración por parte de los presentes, un gesto de humanidad.

Cuando faltaban 5 minutos para el mediodía, ingresaron al recinto Alberto y Cristina ante una verdadera ovación por parte de la Asamblea Legislativa, y los presentes que se ubicaban en los balcones de la Cámara de Diputados de la Nación. El primer cántico a los integrantes de la fórmula por parte de la barra, fue el tradicional "No nos han vencido, somos de la gloriosa juventud peronista, los herederos de Perón y Evita". En ese contexto se produjo uno de los momentos más fuertes de la jornada: El ingreso al recinto del presidente saliente, Mauricio Macri.

La cara de Cristina Fernández de Kirchner al ver a Macri y estrecharle la mano de manera protocolar, probablemente quedará en el recuerdo de los argentinos por décadas. La mirada de la mandataria lo decía todo, y hasta tuvo un momento que la acaloró ligeramente, situación que produjo que tomara su abanico y lo usara como para cambiar rápidamente la escena, pasar de una vez a lo siguiente en el acto: el traspaso de mando propiamente dicho. 

CFK fue la primera en jurar por "Dios, la Patria y estos Santos Evangelios" desempeñar el cargo de vicepresidenta de la Nación, y fue a la hora de cerrar su juramento en que le puso su toque propio a la frase: "si así no lo hiciere, Dios, la Patria, y el pueblo, como siempre, me lo demanden", aclaró. La ovación desde los balcones y las bancas daba la bienvenida, nuevamente, a Cristina al Poder Ejecutivo.

Luego llegó el momento del juramento de Alberto Fernandez, quien lo hizo a la manera tradicional y de esa manera se transformó en el nuevo presidente de la República, el 9° desde el regreso de la democracia y el 10° peronista que llega a la Primera Magistratura. De esta manera, Fernández sucede a Mauricio Macri en el Ejecutivo y plantea un cambio en el direccionamiento de la política nacional con la vuelta del Peronismo al poder, tras 4 años de neoliberalismo

Una vez que se produjo la jura del nuevo presidente, la barra canto de manera estruendosa la Marcha Peronista, y exactamente a las 12:03 Mauricio Macri hizo entrega, al presidente Alberto Fernández, de los atributos presidenciales: la banda y el bastón de mando. Macri se despidió del recinto con un abrazo a Fernández y desapareció rápidamente de la escena. Fue así que la vicepresidenta Cristina Fernández, ya presidiendo la Asamblea, invitó al flamante mandatario a dar su primer discurso a la Nación. El presidente hizo uso de la palabra durante algo más de una hora, tras lo cual abandonó el Congreso de la Nación, rumbo a la Casa Rosada, para tomar posesión definitiva del gobierno.

El vehículo que transportó a Alberto Fernández salió del Congreso por avenida Rivadavia, rodeado por una multitud que por momentos desbordó la seguridad e impidió el libre tránsito del vehículo. Las cuadras que separan Plaza de Mayo del Congreso estaban desbordadas de personas que vivaron el paso del nuevo presidente argentino, y se acercaban de a poco a la histórica plaza para participar del festival popular con el que cierran los festejos. Una jornada histórica en la República Argentina