Chau nafta premium y tanque lleno: los cambios de la clase media por la suba sin freno del combustible

Llenar el tanque es cada vez más complicado y muchos ya dejaron las naftas premium. Algunas familias piensan en cambiar el auto por una moto. Los precios de los combustibles siguen aumentando.

13 de Abril de 2019 20:05

Por Redacción 0223

PARA 0223

La incesante suba de los combustibles, desde que el gobierno liberó los precios a la fluctuación del dólar y la cotización internacional del petróleo, perjudica a todos los sectores y genera un efecto interminable en los costos de mercaderías y servicios. Dentro de este escenario, la clase media se ve especialmente afectada y muchas familias optaron por reducir el consumo de combustible.

0223 dialogó con varios marplatenses para conocer cómo impacta la suba de la nafta que, lógicamente, se suma a los servicios y demás gastos de la vida diaria. Empresarios, profesionales, trabajadores y jubilados: todos coinciden en que “cada vez es más difícil”

Ignacio es abogado, vive en el Bosque Peralta Ramos, trabaja en el centro y se manifestó en contra de la política del gobierno de liberar el precio de los combustibles. “Justamente el Estado tiene que estar presente controlando y regulando lo que le haga bien al país”, sostuvo.

“Tengo distancias largas que recorrer, niños, trabajo, escuela y demás. Vamos haciendo varios mini ajustes para acomodarnos a la realidad, como por ejemplo organizarnos bien el día, con las actividades de los niños y nuestros trabajos, en las idas y venidas, para hacer la menor cantidad de viajes posibles y limitar el gasto en nafta", detalló el letrado. 

 

“Esto también nos influye al momento de hacer las compras o tal vez plantea la imposibilidad de hacer algún viaje”, concluyó el abogado.

Federico, joven empresario Pyme de la ciudad, coincidió con Ignacio: “A nosotros nos afectó bastante en la economía diaria. Tenemos 2 autos y desde que se liberó el precio de las naftas, pasó a ser un costo importantísimo dentro del presupuesto mensual que uno trata de manejar”.

El pequeño empresario confirmó que en el seno familiar tuvieron que hacer algunos ajustes: “La primera medida que tomamos fue dejar de llenar el tanque para pasar a cargar un valor fijo, por ejemplo $1000 por carga o menos, $500 también. Es lo que podemos, tratamos de optimizar el consumo”.

“Otra medida que tomamos fue dejar de cargar las naftas premium para pasar a las comunes. Ahora, otra medida que estamos analizando seriamente es desprendernos de uno de los autos y pasar a tener en mi caso una moto, también por todos los gastos adicionales que uno tiene como el seguro, en nuestro caso el estacionamiento por trabajar en el centro, las patentes, etcétera. Es mucho gasto y los sueldos no acompañaron esta locura”, remarcó.

En cuanto a lo laboral, para el emprendedor los aumentos también trajeron sus consecuencias: “Nos influyó muchísimo en nuestros ingresos. Tenemos una distribuidora y todos los precios de los fletes aumentaron más del 100% en el último año y a la vez, en una época de pocas ventas, no podemos trasladar los costos que tenemos hacia los comercios”.

“Es una sumatoria de cosas que nos afectan y no le vemos ningún provecho para el ciudadano medio con estas políticas”, señaló.

Hugo es jubilado, vive con su esposa, y ante la consulta de 0223 no dudó: “¿Qué querés que te diga? Lo del combustible es de locos, fíjate Shell, un día aumenta un 10% y al otro la bajan un 5%, es todo un descontrol". "El aumento del combustible se refleja en los precios de cualquier consumo que hagas y la perdida de calidad de vida constante que genera", sostuvo.

Rubén, es bancario y viene todos los días desde Santa Clara del Mar al trabajo: “El aumento es una locura, a través del combustible se traslada todo a los precios de los otros productos que son transportados y los sueldos no son en dólares. Con mi trabajo, tal vez no me debería quejar, pero me fijo como está la gente”.

"Antes cargaba la premium, ahora cargo super y se me fue al diablo poder llenar el tanque. Antes usaba el auto de acá para allá y ahora lo que puedo hacer a pie lo hago, pero por una cuestión de distancias por donde vivo, y hacia donde me muevo, muchas veces no me queda alternativa", resaltó Rubén. "Ya no ando tanto con el auto, realmente me modificó mis hábitos", concluyó.

Temas