Del auge al ocaso: así afrontan la crisis las galerías de Mar del Plata

Supieron ser sitios emblemáticos de Mar del Plata. Hoy, hay negocios cerrados y otros que se mudan a locales más pequeños para sobrevivir. Los comerciantes afirman que el verano fue malo e intentan “soportar” el invierno.

28 de Abril de 2019 08:01

Por Redacción 0223

PARA 0223

La Peatonal San Martín supo ser el centro comercial a cielo abierto favorito por marplatenses y turistas que iban de compras o simplemente se tomaban un café en los tantos locales gastronómicos. Ante ese desborde de gente, nacieron las galerías como una alternativa para pasear por el microcentro y protegerse del frío o de la lluvia, ante la ausencia de los actuales shoppings.

Cuatro décadas más tarde, se observa en una recorrida por las principales galerías de las calles San Martín y Rivadavia, un panorama por momentos desolador: varios locales en alquiler y poca gente que los recorre, que hace no muchos años lucían llenos de marplatenses o turistas que miraban sus vidrieras.

En su mayoría, los comerciantes afirman que la recesión, los tarifazos y la “mala” temporada estival son los factores que los perjudican. Algunos cerraron después de Semana Santa.

Guadalupe, de un local de alquiler de vestidos de novia y de cumpleaños de 15 de la Galería Luro, ubicada en la citada avenida entre Catamarca y la Rioja, razonó que desde hace un tiempo la gente “se limita en los gastos a la hora de hacer un casamiento o una fiesta” y advirtió que la baja en el consumo “se da también en la compra de ropa o calzado”.

“Está todo muy flojo, hay poca gente que recorre la galería, que suele funcionar durante la semana y los fines de semana, por ser de paso y estar cerca de la Municipalidad y el centro. Vemos que la gente se restringe un poco y eso se nota en zapaterías o locales de ropa, que tres o cuatro han tenido que cerrar en los últimos meses. Uno de ellos tuvo que cerrar después de Semana Santa. El invierno se viene muy bravo y habrá que aguantar como se pueda”, sostuvo preocupada la comerciante.

Liliana, del local Malaika, de Galería Lafayette, contó a este diario digital que en el paseo de Peatonal y San Luis “no hay muchos locales cerrados” pero que uno de ellos debió cerrar por el alto costo del alquiler: $70.000 por mes era demasiado para una economía que no ayuda en un nivel bajo de ventas.

“Podemos remarla, a través de las redes sociales y porque tenemos un alquiler bajo, de menos de $20.000, que es muy inferior a la calle San Martín. Pero trabajo todo el día o me reemplazan mis hijas. Si necesitara un empleada, no podría mantenerme”, razonó.

Si uno ingresa a la Galería De Las Américas por la calle Córdoba, casi Peatonal, puede observar tres o cuatro pequeños locales cerrados. Según Patricio, propietario de un local de sex shop, los locales cerrados que se encuentran en ese paseo “son de emprendedores y luego de un año, por ahí cierran si no ven los resultados esperados. Pero si no hubiera esta crisis, seguramente los locales estarían alquilados, cosa que no sucede”, reflexionó.

“Mi local tiene artículos importados y por el aumento del dólar subieron un 100% pero tuve que subirlos solo el 50% sino no vendo nada. En estos 10 años que tengo el local, es la crisis más fuerte que vivo”, dijo.

La Galería Sao, lugar tradicional en la venta de artículos de surf y ropa, tampoco escapa a la caída del consumo y tiene 4 comercios cerrados y algunos que se han mudado a otros locales más pequeños para sobrevivir.

 “La gente camina los fines de semana, pero no consumen. Ya de por sí, una familia que viene al centro a pasear, la piensa antes de venir porque de movida tiene más de 100 pesos en colectivo”, evaluó Fernando, de Casa Uggia, de Galería Sao.

El comerciante explicó que la ropa viene con aumentos “pero preferimos mantener los precios porque sino no le vendemos a nadie”.

“Esto viene con un combo de los aumentos en la luz, alquileres y la baja del consumo. La crisis del 2001 fue brava pero fue corta. Ahora no sabemos adónde va ir a parar”, expresó.

La Galería Cristal y la Sacoa lucen un poco mejor que el resto de sus competidores y no se observan locales cerrados, sin embargo sus comerciantes, advierten que la recesión “se siente mucho”.

 “Se vende muy poco. Yo hace un mes no pude cobrar. Esperemos que repunte un poco porque el verano no se vendió casi nada y esto nos afectó a todos”, cerró una empleada del local de ropa.

 

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