Escapar de un hotel fantasma o un ritual maya: el furor de los juegos de ingenio llegó a Mar del Plata

-¿Tienen experiencia en juegos de escape?- pregunta Sebastián, el Game Master a cargo de la sala.

- No, es la primera vez.- responde el grupo de adolescentes que eligió hacer un after distinto, intentado escapar de una casa embrujada.

-El  objetivo parece fácil, pero no lo es. Veamos este video.

Los seis miran atentos el televisor ubicado a la entrada de la sala y luego despejan sus dudas con el joven.

Es que una vez que se cierre la puerta, quedarán encerrados y tendrán un límite de una hora para poder encontrar la salida. Deberán inspeccionar todos los objetos que encuentren en la sala y buscar pistas que les permitan abrir los diferentes candados del salón, para escapar de la casa tenebrosa.

Las puertas se cierran y el reloj se activa, una vez dentro del lugar, sin elementos tecnológicos, se abre un microuniverso. El encierro se empieza a sentir, los minutos pasan y la adrenalina sube. El botón de pánico está a la vista y hay cámaras y micrófonos por si algún participante desea retirarse antes de lo previsto. El grupo se adentra en el mundo de los juegos de ingenio, una tendencia que crece en Mar del Plata.

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Salir de un hotel fantasma, escapar de un ritual de sacrificio dentro de un templo maya, robar un banco sin ser descubierto, intentar salir de una casa embrujada, son algunas propuestas que ofrece Mar del Plata en materia de escapismo.

Emiliano Espósito es director de Espíritu Fugitivo, uno de los dos escape rooms de Mar del Plata, y explica a 0223 que cada escenario tiene meses de trabajo previo. “Cada sala lleva mucho trabajo, desde la historia hasta el montaje, el sonido, los efectos. Nosotros creamos nuestras salas, no las compramos y tratamos de hacer algo dinámico, donde te concentras y la hora se te pasa como si fuesen diez minutos”, dice.

Ezequiel es propietario de Lógicamente, el escape room pionero de la ciudad y explica que las salas tienen muchas pruebas. "Si salen todos, no sirve, tampoco tiene sentido que nadie pueda salir", explica. Para él, cada sala es un “vídeo electrónico de la vida real". "Tenés tres tres pistas, podés llamar al game master para seguir avanzando”, agrega. 

Si se logra salir dentro del tiempo estipulado, el equipo ganó, de lo contrario: game over. Las luces se encienden y se abren las puertas desde afuera. “No son juegos que requieren destreza física”, asegura Ezequiel mientras resalta que lo importante es el trabajo en equipo.

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En Mar del Plata los juegos de escape funcionan desde fines 2018. “Era algo que le faltaba a la ciudad”, dice Emiliano. “Son furor en todo el mundo y sabíamos que iba a funcionar acá también”, agrega, aunque admite que no esperaba una aceptación tan rápida.

La difusión de este tipo de juegos se da fuertemente por redes sociales y “funciona mucho en el boca a boca” y lo que comenzó con tres salas ya se proyecta como una empresa con ocho escenarios diferentes.

En esta línea, Ezequiel agrega que este tipo de juegos agudizan los sentidos, te desconectan del universo tecnológico y generan un fortalecimiento en los vínculos interpersonales.

Las edades de los participantes varían. Aunque en su mayoría el público ronda los 25 o 30 años, hay cada vez más equipos de adolescentes y muchos optan por realizar una salida familiar en un escape room.

Escapar de un ritual de sacrificio en un Templo Maya, una de las propuestas de Espíritu Fugitivo

Cada sala tiene un nivel de complejidad diferente y son calificadas por: Complejidad, Ingenio y Miedo. "Hay para todos los gustos y para todas las edades" , coinciden ambos.

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Natalia tiene 26 años, su primera experiencia en un juego de ingenio no empezó de la forma que esperaba. “Tenia ganas de jugar desde que me enteré que habían abierto acá y cuando conseguí armar un equipo, nos mandamos de una al hospital", relata la joven. La sala del hospital psiquiatrico es una de las más complejas que hay actualmente.

Para que comience el juego los jugadores tuvieron que colocarse un chaleco de fuerza y una máscara. "Entramos a ciegas y nos pusieron una cadena. No la pasé muy bien al principio” dice, aunque asegura que pese a la incomodidad de los primeros minutos y no haber podido escapar “ni a gancho” la experiencia "estuvo buenísima". "Ahora vamos por la segunda sala, bajamos las exigencias y elegimos otra más tranquila”, dice entre risas.

La propuesta crece con el correr de los meses y ya no son solo grupos de amigos, familiares o compañeros de colegio quienes eligen esta forma de diversión. Las salas de escape también son utilizadas por las empresas para fortalecer los vínculos entre sus empleados, incluso algunos departamentos de Recursos Humanos optan por preseleccionar al personal por el desempeño de los postulantes dentro de las salas.

Cada sala propone un desafío único, original y divertido para salir de la rutina. ¿Estas preparado para vivir una experiencia escapista?