Javier Bianchelli: "La herida del descenso me va a durar toda la vida"

El entrenador de Quilmes dialogó con 0223 y se refirió a la pérdida de categoría de su equipo. Análisis, el futuro, el respeto desde Peñarol y la Liga: "no hay tantos jugadores para que jueguen 20 equipos".

29 de Mayo de 2019 10:20

Por Redacción 0223

PARA 0223

Javier Bianchelli siente a Quilmes con pasión y dedicación. Es un hincha más, pero con un cargo superior: el de entrenador. Por eso, le duele como a pocos el descenso que, bajo su mando, no pudo evitar el último sábado en el play out ante Atenas de Córdoba. Pasados unos días de aquella noche en Once Unidos, el entrenador charló con 0223 en un rápido repaso de lo sucedido. Sin medias tintas, con dolor encima, pero también la tranquilidad de haberlo entregado todo.

"La herida me va a durar toda la vida. Eso es algo que lo tengo claro. El dolor se irá yendo de a poco, pero la marca desde lo sentimental, no. Porque es mi club. En lo profesional es un juego muy lógico, que durante el año pasaron cosas por las cuales llegas a un final y pueden pasar estas situaciones. Cuando empezas la competencia sabes que alguien va a descender.  Eso desde la parte fría. El tema es que es mi club, y por eso quedará la marca toda la vida", explicó el marplatense de 47 años, que en 2017 llevó al "Tricolor" a la final de la Conferencia Sur y a competir por primera vez internacionalmente en la Liga Sudamericana

Bianchelli se reunirá en los próximos días para presentar un balance escrito ante la dirigencia, que deberá resolver próximamente los pasos a seguir: si jugar la Liga Argentina (exTNA), o parar, algo que se analiza seriamente. Mientras, el entrenador manifestó: "El análisis es muy, muy largo. Todavía no me junté con la dirigencia para presentar mi informe final como hago siempre en todos los clubes. Realmente pasamos por un montón de situaciones donde siempre se trató de tomar la mejor determinación, priorizando el bienestar del club y el equipo. Pero bueno, después los resultados marcaron otras cosas". 

-¿No sentís que, respetando las limitaciones de la dirigencia desde lo económico, no exigiste más y te arriesgaste a esta situación deportiva?

-Es que yo sabía que el esfuerzo tiene un límite. Y más de ahí... si yo exigía, no estaba siendo condescendiente con lo que acepté desde un principio. Nosotros comenzamos al temporada con la baja de dos jugadores que tenían contrato (Nicolás Ferreyra y Emiliano Basabe), titulares en mi esquema de juego. Y al mes y medio el otro jugador titular (Omar Cantón). Y bueno, a partir de ahí fue una movida muy fuerte...

-De no ser por tu vínculo con el club, tal vez esta situación en otro entrenador terminaba en su temprana renuncia... 

-Pero no era una cuestión de aceptar o no. No había otra posibilidad, ¿se entiende?. Fuera yo u otro entrenador de más jerarquía, si exigía no se podía lograr nada. La planificación de la dirigencia y el club era gastar lo que se tenía, y no lo que no se podía conseguir. Entonces, desde el primer momento que se sentaron conmigo y me lo contaron, yo les di mi apoyo. Les dije que estaba bien. A partir de eso, siempre confiando en el trabajo y los resultados del equipo, que de a poco íbamos a encontrar el funcionamiento, sostenerlo. Pero no se pudo en lo deportivo. En lo dirigencial, hicieron un trabajo excelente dentro de las posibilidades.

-¿A qué atribuis no haber encontrado una línea de juego?

-La verdad que el equipo nunca fue regular. No pudimos encontrar una línea de juego durante mucho tiempo. Es más, nos costaba hasta dentro de los mismos partidos. Me parece que cuando uno tiene un equipo y conoce sus limitaciones, trata de exprimirlo al máximo y potenciar sus virtudes. Durante más tiempo y a veces no. Pero me parece que como todo en la vida, si tenés más plata para gastar, seguramente podés comprar mejores cosas. Y si no tenés plata, te tenés que acomodar a lo que podés. Después, los resultados finales tienen que ver con esas situaciones.

-Se naturaliza esta brecha entre poderosos y pobres en la Liga Nacional, ¿qué opinión te merece esto pensando a futuro para la competencia? 

-Esto pasó siempre, toda la vida realmente hubo equipos que podían gastar mucho más que otros. El tema es que nunca fue tan amplia la brecha como ahora, me parece que la diferencia actual es muy grande, y también el mercado de jugadores se ha achicado muchísimo. Entonces se hace mucho más difícil. No hay jugadores para tantos equipos, y los que tienen plata tienen mucha realmente, y los que tienen poca, muy poca. Los que quedan en el medio son muy poquitos. Se hace notorio eso y se va a marcar mucho más. Primero, no creo que haya tantos jugadores como para hacer una Liga para 20 equipos. No lo creo, porque se está tocando la calidad de cada uno de los equipos. Y los más perjudicados son los que menos tienen.

-Al margen de las chicanas, mucha gente de Peñarol no siente felicidad por este descenso de Quilmes, ¿lo notaste?

-Sí, obviamente. Primero, antes del play out con Atenas se comunicó conmigo mucha gente de Peñarol. Cuando fueron las pintadas, llamaron dirigentes del club, en especial uno al que le tengo un cariño muy especial. Y si bien me llena de orgullo y satisfacción ese llamado, también esa persona me vio crecer y jugar desde mini. Entonces compartimos toda la vida en Mar del Plata, cada uno de un lado y del otro. Siempre se necesitaron los clubes, siempre fue mejor que estén juntos. El folcklore y las chicanas son lógicas, pero no pasa a ser lo fundamental de toda esta relación.

-¿Cómo te gustaría continuar? ¿Qué debería hacer Quilmes?

-Mirá. Siempre que tenga una opción en Quilmes, la voy a aceptar. Si bien ya tengo preparada e interiorizado el balance y la mea culpa de todas las responsabilidades que tuve en este descenso, el hincha, el dirigente también lo sabe que siempre traté de dar y hacer todo. Cuando los resultados no se dan queda la sensación que se pudo hacer más, u otra cosa. Pero traté, y siendo mi club le puse mucha pasión y corazón. Por el lado del amor y la entrega, estoy tranquilo. La parte basquetbolística, seguramente con el resultado puesto es fácil criticar, hay que analizar los momentos donde se tomaron cada una de las determinaciones. Ahora quiero al menos esta semana desenchufarme, reunirme con la dirigencia y ver qué es lo que sucede.

-Pero Quilmes debería seguir compitiendo.

-¡Sí, obviamente! El club es un histórico. Por más que tiene grandes deportistas en todas las disciplinas, realmente es un club de básquet que compite en todas las categorías a nivel nacional. Tiene tradición de básquet. Después, será una decisión dirigencial si puede hacer Liga o no, porque el deseo siempre está pero después están las posibilidades.