Por la crisis, los locales de tatuajes mantienen los mismos precios hace al menos siete meses
0223 recorrió algunos comercios y sus propietarios dejaron en evidencia los principales problemas que afrontan por la situación económica. Los insumos con los que trabajan, atados al precio del dólar, incluso provocan que algunos vayan a pérdida.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Tras una recorrida por diferentes locales de tatuajes de la ciudad, los comerciantes del rubro sacaron diferentes conclusiones por la situación socioeconómica que atraviesan. La mayoría advirtió que no pueden modificar los precios de las sesiones desde hace varios meses como también señalaron una caída considerable en las ventas, dado el contexto inflacionario que golpea los bolsillos de los clientes.
Sebastián es dueño de Arte A Flor de Piel, cadena cuenta con cuatro sucursales en Mar del Plata y hasta una en Barcelona, España. En diálogo con 0223, el comerciante reconoció que el sector no pasa un buen momento. Asimismo, el precio de los insumos que están atados al dólar genera inconvenientes a la hora de administrar el negocio. "Estamos absorbiendo todos los aumentos, la verdad que está bastante complicado por la situación económica actual", explicó.
Sin ser ajenos al resto de los sectores, es lógico que bajen las ventas al tratarse de un producto que no es necesidad para vivir. "Hoy un tatuaje no es pan o leche. Si el pan y la leche bajan el consumo, imaginate los tatuajes. Se complica muchísimo. La inflación de estos meses, más la corrida del dolar y teniendo en cuenta que los insumos llegan al doble del valor porque son todos importados, absorbemos todo. Desde diciembre pasado que no podemos aumentar el precio", insistió.
"En comparación con Europa, el tatto sale hasta 90 euros ($4500) y acá lo cobramos $600. La diferencia es abismal y usamos los mismo materiales", indicó Sebastián. En este contexto, admitió que "hay colegas que pasan dos o tres días sin tatuar, eso no pasaba hace muchísimo", a diferencia de con el verano cuando hay más movimiento turístico. Por esta razón, señaló que tiene serios problemas para administrar sus cuentas. "Ahora realmente no se puede mantener, no solo porque nos comemos los ahorros, sino que estamos yendo a pérdida y endeudándonos. Estos últimos dos o tres años la situación fue cada vez peor, en decadencia, no se puede trabajar. Con el precio de los alquileres te matan", subrayó.
Para contrarrestar este panorama sombrío con locales a veces vacíos, Sebastián debe recurrir diferentes estrategias para intentar levantar las ventas. "Hoy estamos achicando stock, por lo cual el servicio es menor. Hacemos promociones todos los fines de semana, pero la verdad está complicado. Hacemos todo lo posible para no despedir a ningún empleado hasta las últimas consecuencias", concluyó.
Por su parte, el Colo Galarza, dueño de House Tatto Mdq, precisó que "la situación está igual para todos". "En mi caso tengo la suerte de tener una clientela grande hace años", explicó, con lo cual no necesita recurrir a promociones o descuentos. Sin embargo, admitió que en su local no pueden elevar los precios hace casi tres años. "No podemos aumentar los costos, pero la luz y el gas no salen lo mismo que hace tres años", resaltó.
"La temporada no existió para nada. Cayeron un poco las ventas pero seguimos trabajando con el mismo stock. De todas formas, hasta ahora estamos tatuando todos los días", comentó. No obstante, apuntó contra aquellas personas que, sin habilitación ni permiso, ejercen la profesión en una vivienda privada, sin respetar las normas de higiene básicas y cobrando a un precio mucho menor que el del mercado, quitándoles así clientes. En este sentido, indicó que "estaría buenísimo" que exista un sindicato que pueda nuclearlos para regular a los comerciantes.
Mientras tanto, Alejandro, propietario de Time Tatto, explicó que "la situación está complicada en general". "El rubro del tatuaje no es primordial para la gente, hay otras cosas primero. Bajaron un poco las ventas, pero también estos son meses complicados de toda la vida. Mayo, junio y julio son los peores meses en el negocio. Desde que tengo uso de razón Argentina siempre tuvo problemas, es cuestión de meterle garra y seguir", afirmó.
Al igual que el Colo Galarza, la experiencia que ganó hace varios años le permite hoy en día trabajar con una clientela fija. "Si bien tengo movimiento todo el año y el flujo de trabajo parece que es constante, a veces gano poco. Hay muchos tatuadores de Mar del Plata que no pueden aumentar los precios por una razón obvia. Somos una ciudad turística y la gente acá gana poca plata. En Buenos Aires salen el doble, en otro lugar del mundo algunos no podrían pagarlos", rmanifestó.
Para finalizar, en la misma sintonía, Cristian y Gabriel, de La Daga Tatto, admitieron que "la caída de trabajo se vive en todos lados". "Si la gente no tiene plata para pagar la luz, menos para hacerse un tatuaje. Bajó todo, no solo nuestro rubro. Pero depende de lo que uno ofrezca. El poder incrementar los precios o no es relativo, si todo sube uno lo va a tener que aumentar", razonaron. "El trabajo bajó un poco, pero si tenés algo para ofrecer gente siempre va a haber. En nuestro caso, las ventas vienen parejas desde el año pasado. La luz y el alquiler aumentaron bastante, pero se pueden pagar", concluyeron.
De esta manera, atravesados por la coyuntura, quedan reflejados los problemas a los que se exponen por vendedores por las variables económicas, que escapan a cualquier rubro. Frente a este contexto, cada comerciante apela a diferentes estrategias para atraer a los amantes de las agujas y la tinta.
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