Ezequiel Ceballos: "Es el logro que busqué a lo largo de toda mi carrera"

Desde otro lugar, "Trapito" engrandece su vínculo con Alvarado. En su primer año como ayudante de campo de Mauricio Giganti, se dio el gran gusto de llegar a la B Nacional y lo festejó como lo merecía. 

Desde otro lugar, pero con la misma pasión. "Trapito" Ceballos buscó mucho este ascenso a la B Nacional, lo consiguió desde el banco de suplentes y lo festejó a lo grande.

30 de Junio de 2019 11:25

Los ojos humedecidos, el abrazo interminables con Ítalo en el día de su cumpleaños, su físico diminuto y la idolatría de la gente lo ponen en un marco especial. Ya sin las gambetas endiabladas, la pegada sublime en los tiros libres, su especialidad desde los 12 pasos, Ezequiel Darío Ceballos sigue siendo referencia en Alvarado. Como jugador o, ahora, como ayudante de Mauricio Giganti, "Trapito" es "Trapito". El símbolo del "torito" no pudo ocultar su felicidad por un objetivo con el que soñó durante tanto tiempo y lo festejó a lo grande. Después, más frío, analizó con 0223 su primera experiencia en el bando, las diferencias y una temporada con el final que el club merecía.

- Soñaste mucho con este momento como jugador y lo conseguiste como ayudante.

- La verdad que fue hermoso. Obviamente que uno quiere darle al club, cumplir objetivos del lado de adentro como jugador, pero desde donde me toca estar hoy, lo disfruté de igual manera porque era algo que busqué durante mucho tiempo, el club en 91 años nunca tuvo la oportunidad de llegar a esta categoría y que seamos parte de esto es único y es impagable.

- Proyectado a lo largo de todo el año, con el mismo cuerpo técnico de principio a fin.

- Si, la cabeza de esto es Giganti. Él me eligió para que esté a su lado y traté de aportar todo lo que aprendí, lo que sé y a su vez aprendí de él un montón de cuestiones que por ahí no sabía. Fue de punta a punta, sin dudas, el armado de un equipo competitivo que desde un principio se veía que iba a ganar cosas importantes.

- ¿Cómo es Giganti?

- No sé si obsesivo, sí trabajador. Puedo decir que es detallista, muy detallista, está atento a lo más mínimo, que busca permanentemente donde puede lastimar al rival, cómo te puede hacer daño el rival, siempre buscando ese tipo de cuestiones, pero principalmente el detalle, que es lo que te termina llevando a la victoria en cada partido o en este caso cumpliendo el objetivo final del ascenso.

- ¿Cómo te sentiste en tu nuevo rol?

- Me sentí muy bien, es muy diferente. Ya me había dado cuenta cuando hice el curso de director técnico, la distancia entre pensar y ver como jugador y penar y ver como entrenador, desde la planificación, desde ver la estrategia el rival que cuando jugás, entrás a la cancha y listo, te basás en lo que el DT te pide, en cambio ahora tenés que estar más en los detalles, qué está haciendo mejor el rival, qué hace bien o mal tu equipo.

- ¿Qué sentiste el domingo cuando entraste a la cancha y te encontraste con ese marco?

- Estaba tranquilo hasta que llegué a la cancha. Yo venía tranquilo hasta el mismo día del partido, pero ahí empecé a sentir un cosquilleo, me empezó a caer la ficha de donde estábamos, no pensé que me iba a agarrar e iba a tener esa sensación cuando empezara el partido, pero claramente no tengo los nervios de acero como pensaba. Mucha emoción, una alegría bárbara y con el resultado puesto mucho más.

- ¿Y los momentos con la gente? El recibimiento en la cancha, la caravana, la multitud en el Monumento a San Martín.

- Una locura. Yo ya había tenido la suerte de vivirlo en 2008 cuando ascendí con Alvarado al Argentino A como jugador y también, fue una locura, tardamos 3 horas desde el aeropuerto hasta el centro. Y ahora lo mismo, a pesar del frío, la gente estuvo festejando y no era para menos, después de 91 años de historia haber conseguido este logro, había que disfrutarlo.

- El festejo arrancó frío por la forma en la que se dio todo, pero después se soltaron.

- Fue raro, al principio costó un poco por la forma en que terminó, pero después lo festejamos igual, porque esto no se consigue todos los días, no se consigue todos los años. Yo sé que hoy me toca estar en un cuerpo técnico que fue exitoso este año, pero que quizá haya otros en los que no consiga nada, que no me vaya de la mejor manera. Por esa misma razón y por el respeto a nuesta gente, teníamos que festejarlo.

- Es el trabajo de todo un año y, además, en los 50 minutos que se jugaron hubo un claro dominio de Alvarado

- Se veía que los jugadores de ellos estaban un poco nervioso y  los chicos se mantuvieron al margen y entraron a jugar como se debe jugar esta clase de partidos, y se notó en el desarrollo. En el primer tiempo generamos 6 ó 7 situaciones de gol, que para una final es muchísimo. Y ellos llegaron sólo una vez, en el rato que se jugó el partido fuimos superiores. Después, las decisiones que hayan tomado ellos, no la podemos manejar. A nosotros nos pasó con Estudiantes de Río Cuarto, como dicen ellos, que el árbitro los perjudicó, sin embargo el equipo tuvo carácter, agachó la cabeza, seguimos y terminamos los 11 en cancha. Pero bueno, decisiones que sean aparte de nuestro cuerpo técnico, de nuestros jugadores, no podemos hacer nada. 

- ¿Había algún "Trapito" Ceballos en el plantel?

- No, porque yo tenía una mezcla de cosas. Por momentos era enganche, otros media punta, a veces era volante. Por algunas cosas puede ser Depetris, por posiciones, pero "Roli" tiene un cabezazo que yo no tenía, yo tenía una forma un poco particular de jugar. Parecido parecido creo que no hay, quizás en el uno contra uno puedo decir Visser.

"Trapito" con Ítalo, que el día del ascenso cumplió 6 años. (Foto: El Gigante del Interior)

- Que día el 23 de junio, esa fecha no te la olvidás más.

- Sin dudas el 23 de junio es el día más feliz de mi vida. Hace seis años nació mi hijo (Ítalo) y seis años después conseguimos el ascenso a la B Nacional con Alvarado que fue lo que busqué durante prácticamente toda mi carrera. Porque yo después de haber debutado en Primera, a los dos años me vine a jugar a Alvarado, entonces desde ahí me puse esa meta y traté de darle esto como jugador y ahora me toca dárselo desde el lugar de ayudante de campo. Así que sí, es día más feliz de mi vida y ya hice una promesa que si ascendíamos me tatuaba, la fecha y algo más, estoy viendo pero lo voy a inmortalizar en mi cuerpo.

- Alvarado tiene un talismán, primer año en el banco de suplentes y un ascenso a la B Nacional.

- Somos privilegiados de haber tenido yo en este primer año este logro y más con el club que más quiero, que amo. Yo creía que iba a seguir "Buli" (Giganti), es el técnico que le ha dado una identidad al club que es con la que yo como jugador me identificaba y también pretendo ahora como entrenador. Tomó una decisión personal que es recontra entendible y habrá que esperar lo que decidan los dirigentes, pero mi intención es seguir aprendiendo, acompañar al que venga y poder sumar más experiencia.