Vigilias veganas: cómo es la despedida a los animales que llegan al matadero

Hay lágrimas,abrazos, canciones y reproducción de vídeos entre los presentes para visibilizar la explotación animal industrial y concientizar sobre el sufrimiento animal

18 de Agosto de 2019 08:20

El sábado todas las actividades parecían desarrollarse con normalidad en el Frigorífico Industrial Mar del Plata. Como cada mañana, con los primeros rayos de sol, los empleados que trabajan allí y el personal de seguridad se dirigieron a cumplir con sus tareas. Pero sabían que la jornada, puertas afuera del predio, iba a tener un atractivo particular.

A media mañana, un grupo de jóvenes, bien abrigados con camperas, gorros y bufandas para combatir las bajas temperaturas del invierno en la ciudad llegaron hasta el kilómetro 387 de la Autovía 2 provistos con carteles y agua y se apostan a un lado de la entrada para comenzar una nueva vigilia.

Durante horas, esperaran la llegada de los camiones que ese sábado deben trasladar a los animales para ser faenados dentro del predio.

El objetivo del grupo es sencillo: transmitirles tranquilidad a los animales, darles agua si se lo permiten e incluso acariciarlos con el fin de que reciban una muestra de afecto (“quizás la única de sus vidas”, contarán luego a 0223), visibilizarlos mientras viven, antes de terminar exhibidos como oferta de la semana en la góndola de un supermercado.

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Durante la jornada, no todo es esperar y acariciar animales. Hay lágrimas, abrazos, canciones y reproducción de vídeos entre los presentes para visibilizar la explotación animal industrial y concientizar sobre el sufrimiento animal para satisfacer las necesidades alimenticias humanas. También aprovechan el impasse entre camiones para conocerse un poco más entre ellos y compartir experiencias. 

“Buscamos generar un espacio ameno y abierto para que la espera no se haga tan larga”, cuenta Rodrigo Lagrasta, uno de los referentes de Save Animal Mar del Plata.

 
 

El grupo de jóvenes que rondan los 25 años trata de expresar lo que es el Animal Save Movement, que en Mar del Plata, está integrado por aproximadamente treinta personas. “El Save es amor y respeto hacia todos los seres vivos. Lo que hacemos en las vigilias es tratar de aliviarles el calvario que sufren en sus últimas horas”, cuenta Florencia, que participó activamente del movimiento en Buenos Aires.

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Llega el primer camión, el conductor frena y baja del vehículo, como lo hace habitualmente, y da sus datos al personal de seguridad. En ese momento, los activistas rodean el camión para ver a los animales, tocarlos, transmitirles tranquilidad, darles agua, a veces les llevan flores y se las acercan por las rendijas del rodado. Minutos más tarde, el chofer vuelve, los manifestantes se alejan, las rejas del frigorífico se abren y los animales ingresan a lo que se transforma en su “último hogar”.

“Con el personal de seguridad y el personal del matadero tenemos buen trato porque ya nos conocen y saben que no vamos a interrumpir su jornada de trabajo”, cuenta Rodrigo, que asiste a las vigilias desde la primera que se realizó en Mar del Plata en enero de 2018.

Más allá de no estar de acuerdo con las actividades que se realizan en el predio “las vigilias son por los animales y creemos que es una forma muy efectiva de que las personas que asisten puedan hacer esa conexión. Los animales que están comiendo son esos mismos que vemos entrar ahí”, explica el joven.

Si bien dentro “del Save” todos los integrantes son veganos o crudiveganos, los activistas aceptan que personas “no veganas” participen de las vigilias porque “lo importante es ser testigo y fomentar el veganismo", dice Florencia. “Es un movimiento abierto”, resalta en este sentido Rodrigo.

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En Mar del Plata, las vigilias se hacen solo con las vacas, que son las más maltratadas y “sensibles”, cuentan los activistas. "Las vacas viajan asustadas y llegan bastante rotas, las ves lastimadas, se pisan entre ellas, están entre su mierda adentro del camión”, relata Florencia.

Pero el movimiento también despide cerdos y pollos. “Por ahora solo vamos a despedir vacas, pero más adelante vamos a empezar a hacer vigilias con los pollos en el Parque Industrial”, comenta el referente marplatense.

Consultados sobre si hubo alguna vigilia más significativa que otra, Rodrigo relata que lo más movilizante que vivió desde que participa en el Save ocurrió el año pasado, cuando participó de una vigilia de cerdos en España. 

“El jefe de seguridad no quería que los camiones frenen por dos minutos antes de entrar para que podamos despedirlos y darles un gesto de amor con la justificación de que los animales se pueden estresar en el transporte, y que incluso una vez dentro del matadero, en los corrales donde esperan a entrar, les ponían música relajante y los bañaban con agua tibia. Al irme encontré un crotal, que se utilizan en las orejas de los animales para identificarlos con números. El crotal era de un animal que quería vivir, decidí conservarlo en memoria a esos 3000 animales que vi entrar”, recuerda.

"Mostramos los problemas de los animales. Pasa mucho que cuando viajas y ves los camiones en la ruta te quejás del olor que largan pero no te ponés a pensar en lo que le pasa a ese animal. Nosotros no juzgamos ni a quienes trabajan en la industria ni a quienes los consumen, que son el último eslabón. Está en uno hacer el click", dice.

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Cada vez es mayor el número de personas que toma consciencia de lo que sufren los animales. “El movimiento creció un montón”, cuenta Nahuel, otro activista.

En este sentido, Rodrigo agrega que “está creciendo mucho más que hace unos años la conciencia sobre el bienestar y derecho animal. El hecho de que hoy en día se pueda encontrar información tan rápido sobre lo que pasa en los criaderos y mataderos, así como también el trabajo que se viene realizando en muchas organizaciones por los derechos de los animales hace que muchas personas puedan conocer la realidad que viven los animales”.

 

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