Argentina, en llamas: es el segundo país con más focos de incendios forestales

Esto también debe ser tendencia en todos los medios.

6 de Octubre de 2020 20:23

Miles de bomberos voluntarios y brigadistas de todo el país están luchando para frenar el fuego, muchos de ellos con pocos recursos para hacerlos. Hay zonas que directamente los únicos que pueden apagarlos o contenerlos son los vecinos. 

Al igual que los médicos en esta pandemia, los bomberos también son héroes que se esfuerzan por pasión, sin ver un centavo, mientras que otros siguen llenándose los bolsillos y dando “posibles soluciones” que no sirven para nada.

Ya hay 11 provincias afectadas, entre ellas: Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, San Luis, Jujuy, Tucumán, Salta, Catamarca, Corrientes, Misiones y Chaco. Conocer el fondo de cómo se iniciaron es algo que tal vez nunca lo sepamos, pero lo que sí podemos hacer es tomar conciencia e informarnos para que este desastre natural no se vuelva a producir.

¿Por qué sabemos más de los incendios en California, por ejemplo, que los de nuestro país? Como ocurre con cientos de temas, desde lo más alto de la “cúspide” de poder se mira para el otro lado, y no solo me refiero al gobierno, sino también a algunos medios que prefieren tener en su agenda otros temas, mientras el ambiente se destruye.

El 95% de los incendios son producidos por intervenciones humanas, ya sea intencional o no. A todo esto se le suma que las condiciones climáticas no están ayudando para frenar la propagación del fuego. 

Las fogatas o colillas de cigarrillos mal apagadas pueden ser causantes de estas fatalidades. Tomemos conciencia de cómo algo tan “pequeño” puede afectar a miles de personas y especies.

 

Pero hay una realidad innegable y es el avance de la frontera agropecuaria, ganadera, las industrias y el desarrollo inmobiliario. Greenpeace advirtió que la disminución de los impuestos a la exportación de soja dará impulso a más deforestación. "Va a haber un incremento productivista, algunos sectores ven estas cuestiones como oportunidades, es muy probable que los territorios quemados tomen forma de soja, vacas o negocios inmobiliarios" comenta Guillermo Folguera, doctor en Ciencias Biológicas por la UBA e investigador del Conicet. La pregunta es ¿Hasta qué punto llega la ambición del hombre?

“Los focos fácilmente se salen de control porque estamos en presencia de la peor sequía en cuarenta años. Es un territorio muy favorable al fuego porque la expansión agrícola llevó a la ganadería a zonas en donde había bosque nativo, que es un ecosistema que impide la expansión del fuego”, indica Rubén Guinzburg, investigador del Grupo de Estudios de Sistemas Ecológicos en Ambientes Agrícolas de la FCEN-UBA.

“Detrás de los incendios aparece el negociado de las mineras; del agronegocio, la especulación inmobiliaria y los entretenimientos de élite, que buscan el cambio de uso del suelo una vez que los incendios dejaron tierra arrasada. Aunque la Ley de Bosques 9.814 lo prohíbe, el poder económico encuentra resquicios para lograrlo, aprovechándose también de un escaso y deficiente control por parte de las autoridades de Ambiente de la Provincia, además de leyes como las provinciales 9.841 y 10.004, promovidas por el Instituto de Planeamiento del Área Metropolitana (IPLAM) y los municipios del Gran Córdoba, vecinos de la Capital”, acusó Joaquín Deón, geógrafo.

 

Nos encontramos entre los 10 países con más deforestación de los últimos 30 años. Desde el 15 de marzo y el 31 de agosto de este año, pese a restricciones, se desmontaron más de 35.000 hectáreas en el norte del país. 

Las consecuencias son la pérdida de biodiversidad, extinción de especies, pérdida de hogares y sustento del cual muchas personas se abastecen, aumento de inundaciones, desertificación del suelo y aceleramiento del cambio climático. 

En Córdoba, el fuego llegó a 18 localidades y en su mayoría está contenido; Jujuy 10, tres de los cuales están activos; y Catamarca, 8. En Entre Ríos hay 2 zonas afectadas, al igual que en Corrientes, Chaco y San Luis. En esta última provincia, los incendios forestales continúan con grandes focos activos. La acción del viento que registra más de 50 kilómetros por hora no permite la intervención del avión hidrante, por lo que bomberos y brigadistas se ven expuestos a redoblar el esfuerzo para contener los distintos frentes de fuego que amenazan zonas urbanas cercanas a esta capital.

Alexandra López, de la localidad de Juana Koala, San Luis comenta: “Fue una experiencia muy fea y desesperante. Habían evacuado las casas, la gente gritaba, no sabías si ayudar o salir corriendo. La verdad muy feo hasta que gracias a Dios pudieron apagarlo.”

Salta registró incendios en cinco localidades y como todos están activos se reforzaron las tareas de combate. Algo similar ocurre en Tucumán, que tiene la misma cantidad de zonas afectadas aunque dos de ellas están controladas. Santa Fe registra fuego en las islas del Delta del Paraná, la provincia de Buenos Aires en Zárate, y La Rioja, Corrientes, Misiones y Santiago del Estero también tienen solo una zona afectada. La provincia de Chaco anunció la llegada de un avión hidrante para trabajar en los incendios forestales y periurbanos que están causando estragos en varios vastos sectores. 

¿Qué más vamos a esperar que suceda para comenzar a realizar cambios en los modos de vida? La emergencia climática nos demanda que actuemos para frenar los focos actuales, prevenir próximos, recuperar los servicios ambientales perdidos y cuidarlos ya que son parte de nuestros hogares. El futuro lo construimos nosotros y tomar conciencia hará que tengamos un nivel de vida mejor.