Vivir en Hong Kong en tiempos de coronavirus: “La ciudad está vacía”

Ornela  tiene 32 años es bailarina y personal trainer. Luego de terminar el Polimodal en el Polivalente de Arte de Mar del Plata decidió probar suerte en Capital Federal y desde 2012 vive en el país asiático. En diálogo con 0223 relató cómo es un día en la isla en primera persona. 

Con gorro, barbijo y anteojos Ornela sale a trabajar cada mañana

9 de Febrero de 2020 08:13

La marplatense Ornela Russo vive desde hace ocho años en China y al igual que millones de habitantes del país asiático se encuentra en estado alerta y extremando medidas preventivas a raíz del brote de coronavirus.

“Acá no sabíamos lo que era una huelga o que llegue tarde un subte hasta que llegó el virus y se complicó todo”, cuenta Ornela que desde hace dos semanas vio cómo la ciudad que considera “perfecta para vivir” se transformó en una “ciudad vacía”.

Hablemos del bussiness del momento”, dice en un castellano que por momentos pasa a ser neutro y cuenta que en Hong Kong por primera vez en los siete años que hace que está radicada “los médicos hacen una huelga" ."De hecho todavía sigue el reclamo”, cuenta

Desde el lunes, los profesionales de salud de Hong Kong encabezan un reclamo al Gobierno local por el cierre de la frontera con China continental a raíz de la crisis desatada por el coronavirus que lleva 362 muertos. 

Según contó la joven, los huelguistas piden unidades de aislamiento, mascarillas y protección para el personal hospitalario. “Llegó el virus y todo cambio”, resume la bailarina y coreógrafa marplatense.

“Para trabajar uso máscara, lentes, gorro de todo, para evitar el contagio. Imaginate que tengo que seguir trabajando, así que además me alimento bien cosa de tener el sistema inmunológico fuerte. Doy clases de danza así que el el contacto y la transpiración son frecuentes, pero en la escuela tomamos todas las precauciones”, dice y asegura que salir a la calle y ver cómo está la ciudad le recuerda a las películas de ciencia ficción. “No poder respirar aire puro, la verdad es que no está bueno”, explica.

“El turismo murió, está complicado el tema con la economía. La gente tiene miedo, no hay mascarillas ni alcohol en gel y no conseguís lavandina, la gente está entrando en pánico y se stockea en el supermercado. En realidad no es tanto el problema de stock porque si vas al día siguiente lo conseguís, pero la gente tiene miedo que entremos en cuarentena como pasó en China. Es un bajón”, resume.

Hasta ahora en Hong Kong hay confirmados 26 casos de personas infectadas con el coronavirus, de los cuales más de la mitad habrían llegado desde China continental. “Acá se siguen todos los protocolos, pero los médicos dicen que ahora cuando llegue el calor el virus se va a ir”, relata.

Sobre su arribo a Hong Kong, Ornela cuenta que, una vez que egresó del Polivalente de Arte con especialización en danza clásica y contemporánea, decidió continuar sus estudios en Capital Federal. “Del Poli fui al Iuna, hice la especialidad de composición coreográfica y estuve en la Fundación Julio Bocca”, enumera.

Durante su paso por Buenos Aires audicionó para varias compañías. “Fui bailarina de Diego Torres, hice una gira con Luciano Pereyra y un día hice un casting para una empresa que buscaba diferentes bailarines latinos”, recuerda. Así, tras pasar varias etapas de selección, le informaron que el grupo iba a viajar a Macao para trabajar en una cadena hotelera durante seis meses. “Hacíamos tango, salsa, ritmos latinos. Yo tenía ganas de irme así que aproveché. Cuando se terminó el contrato me tomé un barco y llegué acá”, recuerda.

Desde entonces se desempeñó como bailarina en Disney Hong Kong: “Hice de todo en Disney, aprendí un montón y cumplí un ciclo. Ahora estoy en la escuela, doy clases, hago presentaciones. Este último tiempo por esto del virus un poco menos”.

Por último, en cuanto a un posible regreso al país, Ornela reconoce que lo ve difícil. Incluso, dice que viajó a Argentina hace dos años y "fue raro". "Mi idea es volver a ver familia y amigos, pero no creo que vuelva a vivir a la Argentina. Claro que extraño a mi familia y mis amigos, tomar mate en la costa y si bien acá no conseguís yerba, ya estoy acostumbrada. Las cosas acá funcionan de otra manera”, concluye.