Marianna DD King, ser tatuadora y artista en el 2020

28 de Julio de 2020 21:04

Por Redacción 0223

PARA 0223

Pasando la mitad de este año totalmente caótico e inesperado, hablamos con Mariana D D king para conocer las tendencias y las nuevas situaciones que nos encontraremos a la hora de elegir nuestro próximo tatuaje.

-¿Cómo empezaste a tatuar?

-Comencé a tatuar en el 2009, cuando los tatuajes aún no eran tan populares y la gente solo tenía como opciones los trabajos tradicionales o realistas.

Me tatué desde joven y todos los músicos o personajes que admiraba tenían tatuajes, así que era algo habitual para mí. A la vez que cursaba la carrera de Diseño Gráfico, tocaba la batería en una banda y hacía cuadros e ilustraciones, comencé a tatuar. Supe al instante que esa era mi vocación. Fui una de las primeras tatuadoras femeninas en La Plata, en un ambiente en que predominaban los hombres, los tatuajes de línea gruesa y las piezas clásicas. No fue fácil pero noté rápidamente que mi clientela se formaba casi exclusivamente de mujeres que se sentían atraídas por los diseños delicados y la comodidad de otra mujer. Siempre disfrute viajar y tuve la oportunidad de tatuar en lugares como Uruguay y Bolivia y dentro de Argentina. También participé de varias convenciones internacionales de tatuajes como las de mi ciudad, La Plata, Córdoba, Mar del Plata, Montevideo y Santa Cruz de la Sierra.

Expuse cuadros y láminas con temáticas de tatuajes en exposiciones en Palermo y organicé una muestra de cuadros de artistas del tatuaje en mi ciudad.

-¿Cuál es tu estilo de tatuajes?

-Tengo una formación en tatuaje tradicional americano, no obstante, a lo largo de los años, me fui inclinando más a los tatuajes de línea fina, acromáticos, de gráficas botánicas, ornamentales y de personajes como sirenas y animales. Me gustan las temáticas románticas y delicadas que decoran el cuerpo y que se integran de forma orgánica. En la actualidad hay mayor libertad a la hora de diseñar un tatuaje, menos reglas, aunque sin embargo, creo firmemente en que hay que conocer los fundamentos para luego romperlos. En mi caso, me gusta como la línea fina cura y se mantiene a lo largo de los años, siento que acompaña al cuerpo de una forma más orgánica y permite piezas más pequeñas y complejas que, acompañadas del avance tecnológico en el campo de las máquinas, agujas y pigmentos, pueden lograrse piezas de una complejidad que eran inimaginables hace tan solo unos pocos años. Hago muchos trabajos también en puntillismo y en grises.

 

-¿Hay una moda en los tatuajes? ¿Cuál es la diferencia de los tatuajes de línea fina?

-Los medios de comunicación, las páginas como Pinterest o Instagram y los actores y músicos son referentes para la gente a la hora de elegir su próximo tattoo. A veces es una imagen exacta, a veces es una idea o incluso puede ser una colocación en el cuerpo lo que inspira a la persona a tatuarse. Actualmente la gente se inclina mucho por simbolizar su tatuaje y, sobre todo si son sus primeras veces, que sea algo pequeño que pueda esconderse con alguna prenda. La gente elige mucho tatuajes lineales, recuerdos de viajes, el nombre de alguien importante y nunca faltan los de equipos de fútbol. Lo bueno es que al haberse popularizado muchísimo en los últimos cinco años, la gente se anima mucho más a tatuarse.

Los tatuajes de línea fina y delicada es algo muy en tendencia. Cuando un tatuaje es pequeño, líneas más gruesas tienden a expandirse más sobre la piel a las células vecinas y hace que pierdan definición. Sin embargo, por otro lado, la línea fina es más difícil de trabajar, deja en evidencia cuando cometés un error, se notan todos los titubeos o imprecisiones y no tenés la posibilidad de volver sobre ella. Una línea gruesa muestra menos eso, te da más seguridad. Pero la línea fina tiene una linda forma de integrarse al cuerpo, un envejecimiento más orgánico.

-¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?

-El intercambiar  experiencias con otros tatuadores, viajar y conocer nuevos estudios y probar nuevos materiales y técnicas en el tatuaje, son las cosas que más disfruto de mi profesión. Pintar, tanto láminas como cuadros, diseñar líneas de ropa y todo lo que involucre un aspecto artístico y gráfico. He colaborado con varias marcas haciendo estampas para ropa y a la vez me gusta crear productos. Suelo hacer souvenirs para mis clientes, como pegatinas, pines y tote bags que me gusta regalar cuando tengo una conexión especial con alguna persona que tatuó.

-¿Te tatuás a vos misma?

-No me tatué nunca a mi misma a pesar que todos los tatuadores tienen al menos uno que se hicieron ellos. Tal vez debería algún día, pero siento que veo mi trabajo todos los días. Me gusta ver como otra persona interpreta una idea que le presento.

Los tatuajes los siento como una colección de arte en mi cuerpo. Llevo una pieza de todos los artistas que admiro, los artistas que me intrigan y me atraen. También llevo temáticas que me gustan, como la música o los animales y la botánica, con la impronta del artista al que le pido la pieza.

 

-¿Qué recomendás a la persona que está pensando  en hacerse su próximo o su primer tatuaje hoy?

-Les recomendaría tomarse su tiempo, los tatuajes son una actividad placentera y debe sentirse de esa forma. Disfrutar el proceso. Disfrutar concebir la idea, investigar qué artista trabaja una estética que te atraiga y te interese y que a la vez trabaje el estilo que quieres tatuarte. No forzar una estética a un artista que no trabaja en ese estilo. Conversar con el tatuador, sentirte a gusto y estar seguro. Prestar atención a su portfolio, su espacio de trabajo y su experiencia. Pero por sobretodo, confiar siempre en el profesional. Recordar que un tatuaje no es una foto que sacas de internet, que el artista tiene un estilo y una forma de trabajar. Las imágenes son siempre referencias o puntos de partida para luego crear algo único para vos. Los tatuadores buscamos el mejor resultado ante todo, a nivel estético y que perdure adecuadamente con el paso del tiempo. Nuestras recomendaciones son siempre para asegurar el mejor resultado y la mejor experiencia. Cuando  nos encontramos recomendando en contra de una idea, una posición o un tamaño, es siempre por una razón fundada en la experiencia, y podes preguntar y entablar un diálogo con tu tatuador de cómo llegar a un punto intermedio realizable.

-¿Qué considerás que trae a la industria todo lo qué pasó este año? ¿Cómo será hacerse un tatuaje post cuarentena?

-Considero que la pandemia nos hizo, más allá del lockdown, detenernos a tomar conciencia de todo aquello que vivíamos de forma cotidiana y que no apreciamos como debíamos. Las relaciones humanas, el contacto, los viajes, los placeres, el planeta y nuestra propia vulnerabilidad. En mi caso siempre me importó tener buenas relaciones con mis clientes, crear un espacio positivo y seguro de trabajo. Soy vegana y siempre me importo el ambiente y la sustentabilidad, y este tiempo me hizo valorar y enumerar todo lo que quiero cambiar en mi práctica.

Como vegana me importa ofrecer una opción alternativa en el tatuaje, una opción cruelty free y sin productos de origen animal, los pìgmentos que utilizo, tanto de color o negro, son veganos. Y también informar a mis clientes que existen estas opciones, crear un espacio de trabajo sin todos esos elementos y ayudar a encontrar productos alternativos, porque el tatuaje no termina con el acto de hacerlo, el cuidado posterior también puede hacerse con jabones y cremas cruelty free y veganas.

 

También, más allá de lo que ingresa al cuerpo, es muy importante tener en cuenta los desperdicios que se generan. El tatuaje es una industria que usa mucho plástico y materiales de un solo uso, como guantes, afeitadoras, film plástico, los receptáculos de las tintas… Hace muy poco se está desarrollando en la industria una conciencia de los desperdicios y de cambiar a materiales compostables y eco friendly para el tatuaje, más allá de que nuestros residuos tienen un tratamiento especial por ser clasificados “patógenos”. Hay marcas que trabajan con bolsas compostables para cubrir los materiales y así eliminar el uso del film, utilizar guantes de origen reciclado y compostable, máquinas de afeitar con la base de cartón reciclado y no de plástico, packaging que sea reciclado y no de plástico, reemplazar hisopos plásticos  (en los piercings) por hisopos de bambú y muchos pequeños detalles que podemos empezar a implementar.

A nivel regulaciones, somos una industria que siempre estuvo muy al tanto de la bioseguridad y la higiene del espacio de trabajo, así que eso no será un gran cambio.

Sí tendremos pequeños ajustes para hacer aún más segura la práctica, como el uso en todo momento de cubre bocas, estaciones de trabajo separadas o habitaciones individuales para cada tatuador, desinfección al ingreso de los clientes de manos y calzado, y ese tipo de detalles. Es fundamental elegir un profesional que cumpla con todos estos cuidados. También el ingreso de personas a los estudios estará limitado, ya no podrá asistirse a las citas con acompañantes, con alimentos y los espacios con los empleados fundamentales. Pero algo que estoy segura, es que luego de todo lo que pasó en la primera mitad del año, la gente que quería tatuarse va a encontrar ese deseo aún más fuerte y todos aquellos que no se animaban van a poder darse ese valor que les faltaba

Contacto:

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