El drama de dos hermanas que viajaron en taxi desde Caba para despedir a su padre

Dos mujeres viajaron desde Buenos Aires a despedirse de su padre en grave estado pero no lograron verlo con vida: el hombre falleció antes de que les llegara el resultado del hisopado para descartar que tuvieran coronavirus. Cómo es el protocolo para ingresar a Mar del Plata en un caso de fuerza mayor.

Pedro Pons murió horas antes de que sus hijas pudieran verlo en el HPC.

25 de Agosto de 2020 13:28

El caso de Solange Musse, la mujer de 35 años con cáncer que murió el viernes en Córdoba capital sin poder despedirse de su padre, quien no pudo ingresar a la ciudad a raíz de las restricciones sanitarias por la pandemia, puso sobre la mesa el debate sobre la necesidad de agilizar los protocolos en situaciones de extrema urgencia. Sobre todo, porque la historia se repitió días más tarde en San Luis con dos chicas que no llegaron a despedirse de su papá y también en Mar del Plata, con dos hermanas que buscaban ver a su padre en estado delicado.

El sábado a las cuatro de la tarde, Pedro Pons de 94 años, se descompensó en su departamento de esta ciudad y fue trasladado al Hospital Privado de Comunidad, en donde se confirmó que había sufrido un ACV y quedó internado en grave estado. Al conocer la noticia, sus dos hijas de 65 y 69 años, oriundas de Buenos Aires, tomaron un taxi y viajaron de urgencia a Mar del Plata con un permiso de circulación para una situación de fuerza mayor. Al llegar, cerca de la medianoche, en un retén ubicado en la ruta 2 se les impidió el ingreso y el auto quedó sobre la banquina durante tres horas. 

Finalmente, se acordó que las dos mujeres fueran escoltadas por un patrullero hasta un departamento en la zona del macrocentro, en donde debían permanecer aisladas hasta tener el resultado de un hisopado para descartar que estuvieran infectadas de Covid-19. De esta manera, el domingo a la mañana se realizaron la prueba en un laboratorio privado y permanecieron aisladas a la espera del resultado para poder ir a ver a su padre. La historia terminó de la peor manera: el resultado del análisis llegó el mediodía de este lunes, dos horas después de que el anciano falleciera en el HPC.

Pedro Pons junto a su nieto, Leo Binetti.

Mi abuelo se murió solito, sin siquiera poder darle la mano a su familia. Después de más de 150 días de ejercitarnos en una pandemia, de algo que no es nuevo, deberíamos haber trabajado en un protocolo para quienes necesiten ir a despedir a un familiar, y no está con Covid ni él ni el paciente. Tiene que haber un mecanismo sencillo”, cuestionó Leo Binetti, nieto del hombre fallecido.

“Lo peor de la pandemia es el daño psicológico y psiquiátrico, la pérdida de sentido común que estamos soportando durante tanto tiempo. Estamos llegando al colmo de ni siquiera poder despedirnos de personas con la que compartimos toda nuestra vida; de poder decirle ‘Estoy acá’”, lamentó.

Desde abril, Mar del Plata se encuentra prácticamente cerrada: siete retenes ubicados en los distintos accesos a la ciudad controlan a quienes buscan ingresar, sobre todo, los fines de semana largos, cuando el flujo de vehículos se intensifica. 

Hasta el momento, según datos de la Secretaría de Seguridad del municipio, se controlaron 93.784 vehículos, de los cuales más de 6.500 fueron rechazados. Por semana se estima que a la ciudad ingresan alrededor de 700 rodados y por día se impide el acceso a un promedio de 50 vehículos que no cuentan con la documentación necesaria para circular. Además, durante el mismo período, ingresaron más de 1.250 marplatenses repatriados.

En cuanto a los casos de fuerza mayor a raíz de pedidos de personas que necesitan asistir a un familiar, por ejemplo, las autoridades de Seguridad confirmaron que recibieron más de 6 mil solicitudes en el último mes, aunque una gran parte fueron rechazadas porque no se pudo acreditar la necesidad o la veracidad de las causas que plantearon para entrar a Mar del Plata.

El secretario de Seguridad municipal, Darío Oroquieta, explicó que los controles se refuerzan cuando se trata de personas que provienen de lugares con circulación viral. “En todos los casos las personas que vienen deben tener una declaración jurada que se presenta en el retén, hacerse un hisopado por cuenta de ellos y permanecer en aislamiento hasta tanto tengan el resultado. Una vez que se confirma que está todo bien, la persona tiene un período de tiempo para estar en la ciudad”, especificó y aclaró que se trabaja en cada caso en particular, “entendiendo que las situaciones son diferentes”. 

"Es lamentable la situación y entendible el dolor de esa familia pero estamos en el marco de una pandemia", sostuvo Darío Oroquieta.

El funcionario dijo que se recomienda solicitar la autorización con 96 horas de antelación para que las autoridades municipales puedan verificar la información, a pesar de que reconoció que hay casos que requieren de mayor urgencia. “Tuvimos una caso de una señora que viajaba desde una zona de circulación viral para ver a su  papá enfermo pero el hombre falleció antes; y, aún entendiendo el difícil momento que atravesaba, igual se tuvo que hisopar y aislar. Esa persona, posteriormente, dio positivo. Es decir, si hubiésemos hecho de cuenta que no pasaba nada, esa mujer hubiera tomado contacto con muchísima gente”, recordó.

Por último, sobre el caso en particular de las mujeres que viajaron en taxi para despedir a su padre y no llegaron a verlo con vida, Oroquieta indicó que en ningún caso el resultado de los hisposados es inmediato. “Todos quisiéramos que fuera de otra manera, pero lamentablemente hoy la situación epidemiológica hace que esa demora también tenga que ver con la cantidad de análisis que hacen los laboratorios. Es lamentable la situación y entendible el dolor de esa familia pero estamos en el marco de una pandemia. Nadie quiere no despedirse de un ser querido pero estamos en un contexto en el que la situación es distinta para todos”, sostuvo.