En medio de la crisis, la bomba del 26%

23 de Septiembre de 2020 23:31

La situación en Mar del Plata era complicada. La cantidad de contagios de Covid, la presión sobre el sistema sanitario, las protestas de los gastronómicos, de los obreros y constructores, de los textiles. Y en medio de esa olla a presión cayó una bomba: 26% de desocupación, la ciudad con mayor cantidad de desocupados de todo el país. Por lejos. Es el peor registro en 25 años, desde que en 1995 el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) incorporó al conglomerado en las mediciones.

En el despacho de Guillermo Montenegro recibieron la noticia como un mazazo. No porque no esperaran una tasa elevada. Si históricamente Mar del Plata se mantuvo siempre en el podio, en medio de la pandemia las autoridades locales esperaban que la crisis estructural del desempleo se profundice. Pero el 26% fue un misil.

“Cuando en la entrevista con 0223 Montenegro repitió que lo desvelaba el empleo era por esto. Sabemos que la situación sanitaria es complicada, pero este es un número mucho más fuerte que el Covid”, sostuvo un hombre del entorno del jefe comunal.

 

 

El dato de que 65 mil marplatenses están desocupados cae en medio de una serie de reclamos de sectores económicos y productivos que reclaman que se les permita trabajar en la fase 3 de la cuarentena. La autorización que otorgó el gobierno provincial a las obras privadas tuvo gusto a poco para constructores y obreros: sin el permiso para quienes trabajan en edificios, la gran mayoría de los obreros de la ciudad queda fuera de la autorización.

Mientras tanto, los gastronómicos y los comerciantes esperan la autorización de los protocolos enviados a provincia para ampliar la modalidad que tienen actualmente. Los bares y restaurantes quieren que les permitan trabajar con mesas en la calle, como en la Ciudad de Buenos Aires. Los comercios, que les dejen ingresar de a una persona a la vez a los locales (hoy los atienden en la vereda). ¿Esto puede revertir la crisis de los restaurantes y los locales de ropa? No. Pero para alguien que arrastra seis meses de escasa actividad cualquier bocanada de aire es fundamental.

Con el permiso parcial para la obra privada y sin respuesta para los locales gastronómicos, tanto empresarios como trabajadores decidieron continuar con las “huelgas a la japonesa”. No todos, pero muchos están trabajando. “No podemos hacer nada porque es una protesta”, se excusaron desde el municipio cuando se les consultó si iban a realizar inspecciones. Un concejal oficialista y un opositor coincidieron en otra explicación: “Hay una decisión política de no sancionar”. En ese marco, a más de uno sorprendió la tensión que se vivió el sábado en un bar de la zona de Güemes. 

Montenegro, lo dice y lo repite, cree que ni las obras, ni la apertura de bares y restaurantes, ni los locales de ropa (con los protocolos elevados)  tienen impacto en la curva de contagios que atraviesa Mar del Plata. Pero también avisó que no firmará un decreto sin el respaldo del gobernador Axel Kicillof para habilitar esas actividades.

“Se habla, se eleva un protocolo, se deja hacer un poco y, en definitiva, lo que hace es ganar días. Hay una versión de que el sistema de fases se puede reemplazar para dar paso a una nueva normalidad con protocolos. Espera eso”, analizó una fuente opositora a la gestión local.

El análisis se da en medio de acusaciones cruzadas. Desde el oficialismo responsabilizan al Frente de Todos por los problemas de los comerciantes: el jefe del bloque Marcos Gutiérrez se retiró de la comisión de reactivación que impulsó Alejandro Carrancio y no hubo más “sugerencias” para que el intendente firme el decreto.

“Para nosotros está claro que el responsable político es Montenegro. Él siempre tuvo la posibilidad de firmar las autorizaciones. Cuando la situación epidemiológica era más favorable lo hizo. Y ahora, cuando la situación es más compleja, no quiere asumir el riesgo”, replicaron desde el Frente de Todos.

 

 

La situación sanitaria en los últimos días parece empezar a dar un respiro. El crecimiento de los casos positivos se frenó y la ciudad sumó cuatro días seguidos de más pacientes recuperados que infectados. Ningún especialista se atreve aún a anticipar que la curva se aplanó. Miran con cautela los indicadores, especialmente porque en las últimas horas las diferencias con las estadísticas del gobierno provincial volvieron a ganar terreno.

 

Por caso, el parte municipal de este viernes informa que Mar del Plata acumula 10.330 infectados, 7.099 recuperados y 154 fallecidos. La sala de situación del gobierno provincial, en cambio, reporta 10.851 infectados, 8.183 recuperados y 172 muertos. Hay más de 300 casos positivos de diferencia (la razón por esa diferencia ya fue explicada por las autoridades municipales), pero también surgen distancias importantes entre las víctimas fatales y las altas: 18 decesos y casi 1.100 recuperados. Para la provincia Mar del Plata tiene casi 500 casos activos menos que los que cuenta el municipio.

 

Como sea, nadie desconoce que la situación sanitaria de Mar del Plata es crítica, más allá de que miran con cierta esperanza el freno de los últimos días. Sin embargo, la diferencia entre el gobierno local y el gobierno provincial sobre cómo seguir adelante es marcada.

Montenegro estuvo con Kicillof el lunes en Chascomús, durante la presentación del fondo para la cultura y el turismo. Estuvieron a solas, pero ninguno logró convencer al otro. “Hablaron lo mismo de siempre. De la temporada, de trabajar en conjunto, de que nadie se corte solo, pero no cambió nada”, resumió un hombre del intendente.

 

Durante la entrevista con 0223, el intendente rechazó que atraviese tensiones políticas con los dirigentes del Frente de Todos y, mucho menos, con las autoridades de provincia y Nación. Dijo que en el día a día esas tensiones políticas sobre las que hablan y escriben los medios no se reflejan.

“Sí voy a pelear por lo que creo que corresponde”, dijo y mencionó, como tema principal, la coparticipación que la provincia le da a Mar del Plata. No es una cuestión de esta gestión, ni un problema de la pandemia: desde hace años cada secretario de Hacienda que pasa por el municipio se queja de lo mismo.

Este miércoles, Montenegro tuvo una reunión con la exgobernadora María Eugenia Vidal y los legisladores de la Quinta Sección Electoral por el tema. El título del comunicado fue la reinstalación de ese debate. En los hechos, saben que conseguir cambios en el coeficiente de distribución en este contexto es prácticamente imposible. Por eso, se habló de alternativas: los legisladores de la ciudad que representan a Cambiemos intentarán conseguir obras para Mar del Plata a cambio del apoyo al presupuesto. ¿De qué obras hablaron? No trascendieron detalles, pero sí áreas: espacio público (plazas), movilidad urbana y calles, resumió uno de los legisladores que participó del encuentro.

 

En el cuerpo legislativo doméstico también se viene una batalla intensa. El lunes, en la comisión de Legislación hubo tensos cruces entre oficialistas y opositores. Y el viernes, en la sesión plenaria en la que se tratará la prórroga a la emergencia sanitaria, se espera  que las disputas sigan.

El Frente de Todos está dispuesto a acompañar el proyecto. Marcos Gutiérrez se reunió el martes con el coordinador de Gabinete Alejandro Rabinovich. Hablaron de volver a tender los puentes que habían construido desde marzo hasta septiembre. El jefe del bloque del Frente de Todos acusó a Rabinovich de dinamitarlos el día que Agustín Neme acusó a provincia y Nación de dejar sola a Mar del Plata. El funcionario municipal desconoció tener injerencia en ese comunicado y lo circunscribió a un tema político del Concejo Deliberante.

En ese momento, ingresó Montenegro. No hubo acuerdo respecto a esa cuestión, pero sí en la necesidad de que es vital el trabajo en conjunto para aportar las soluciones urgentes que necesitan muchos sectores y para pensar en la temporada. “Ustedes solos no lo pueden resolver, y nosotros solos no lo podemos resolver”, les planteó Gutiérrez. Eso sí: les aclaró que no será en el marco de la comisión de reactivación. “Ya se agotó su tiempo”, insistió.

La votación de la emergencia sanitaria no será dócil. El Frente de Todos exigirá “transparencia”: pidió un informe de todas las donaciones que recibió el municipio desde marzo hasta ahora y busca que la secretaria de Salud Viviana Bernabei y el de Hacienda, Germán Blanco, acudan periódicamente al Concejo a rendir cuentas de lo que se hace en nombre de la emergencia. Aunque Montenegro diga que no, la tensión política es cada vez más evidente.