El presidente italiana propone conformar un gobierno con ex presidente del Banco Central Europeo al mando
Mario Draghi suena como principal candidato para conformar un nuevo gobierno.
Por Redacción 0223
PARA 0223
El presidente italiano, Sergio Mattarella, convocó al economista Mario Draghi, apodado "SuperMario" durante sus ocho años al frente del Banco Central Europeo (BCE), para confiarle la tarea de un nuevo Ejecutivo de "alto perfil".
Fue la salida a una crisis que terminó con el naufragio del intento de formar un gobierno "Conte 3", hundido en un mar de vetos. Mattarella apeló así a la principal reserva de la República, el ex número uno del BCE en quien se depositan las esperanzas para combatir el virus, afrontar la crisis social y gestionar los más de 200.000 millones de euros del Plan de Recuperación europeo.
El presidente de la República habló tras haber recibido a Roberto Fico, el titular de la Cámara de Diputados, que tenía un "mandato exploratorio" y tuvo que exponer el fracaso de su encargo ante el mandatario, informó la agencia Ansa.
La alternativa era llamar a elecciones, pero Mattarella dijo que el país no puede permitírselo. Y lanzó un llamado a las fuerzas políticas "para que confieran la confianza a un gobierno de alto perfil que no deba identificarse con ninguna fórmula política".
El razonamiento giró en torno a la necesidad de que se establezca un equipo con la capacidad de asumir decisiones incisivas, que pueda gestionar la responsabilidad de gestionar el final del bloqueo a los despidos, la campaña de vacunación y la relación con Europa en la mesa del Plan de Recuperación.
Entre las primeras reacciones se contó la de Matteo Salvini, que en un tuit no pareció recibir con los brazos abiertos la invitación del presidente. El líder de la Liga citó el artículo 1 de la Constitución, recordando que "la soberanía pertenece al pueblo".
En todo caso Fico y su mandato de explorador no fueron suficiente para reunir nuevamente a la mayoría del gobierno encabezado por el Partido Democrático (PD) y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S). "Subsisten distancias a cuya luz no registré disponibilidad unánime para lograr una mayoría", tuvo que reconocer. La ruptura se consumó a la hora de los nombres, y fue por los "nombres", explicitó Matteo Renzi.
El pedido de Renzi fue reemplazar a los ministros Alfonso Bonafede y Lucia Azzolina, ambos del M5S, pero el Movimiento se mostró inamovible: los ministros de Justicia y Escuela no se tocan. Además hubo una negativa de los aliados a dejar el delicado ministerio de Trabajo en manos de Teresa Bellanova, una de las ministras de IV que dejó el gobierno Conte Bis.
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