Merendero "Valeria", un ropero solidario que nació con la crisis del 2001 y hoy le da de comer a los pibes de Nuevo Golf

Comenzó a funcionar hace 18 años en un garage y hoy atiende a 130 chicos que cada sábado se acercan a buscar un vaso de leche, el almuerzo y hasta apoyo escolar. Sin ayuda del Estado, los aportes de particulares son claves para poder continuar con la tarea.

Al merendero hoy van todos los sábados 130 chicos de Nuevo Golf a almorzar y compartir un rato de juegos.

29 de Julio de 2021 10:03

Fue en junio del 2003 cuando se formó el roperito “Valeria” en el barrio Nuevo Golf, para atenuar la crisis económica que había estallado en el año 2001. Entonces, aquella zona al sur de Mar del Plata no era más que un puñado de casas y ni siquiera estaba el trazado de las calles; apenas una senda que se había formado con la huellas de los autos. La parada del colectivo, único medio que  llevaba a los chicos a la escuela más cercana, quedaba a 15 cuadras de distancia. Es decir, si llovía, los chicos llegaban mojados y embarrados al aula. Las carencias del barrio y -sobre todo- de las familias que se comenzaban a asentar en el sector, allí donde el Estado no llegaba, movilizó a los Beherán Baigorria a abrir el espacio solidario que pronto se transformó en un merendero. Así, todos los sábados en el garage de una vivienda de José Martí 3475, los chicos de la zona tenían asegurado su vaso de leche. 

María Beherán es la responsable del lugar y la encargada de conseguir los alimentos para que los 130 chicos que asisten puedan desayunar y almorzar. “El primer espacio del merendero fue el garage de mi pareja, Alberto. Toda la estructura de la casa era de chapa y madera”, recordó la mujer, que en ese momento trabajaba como filetera y, gracias a la ayuda de sus compañeros, comenzó a recolectar abrigos. Más adelante, cuando se sumaron los chicos del centro juvenil de la iglesia “Dios es Amor”, propusieron dar además una taza de leche “para que no se fueran con la panza fría”. Entonces, el “roperito” se convirtió en un lugar en el que podían jugar, recibir apoyo escolar y merendar.

El espacio funciona gracias a la ayuda externa de gente que colabora y que, según confió María, “con los años se han hecho parte de la familia”. Actualmente, se acercan entre 10 y 12 voluntarios por sábado. Desde marzo de 2020, cuando la pandemia y las restricciones por la emergencia sanitaria complicaron aún más el panorama en el barrio, el merendero debió cambiar su dinámica para continuar funcionando: empezaron a abrir lunes, miércoles, jueves y sábados. “Llegamos a hacer 450 viandas al día. Armamos el trotador en el comedor con distanciamiento social y seguimos por la vereda. La gente venía y hacía cola desde la esquina, cuando llegaban a la raya blanca, iban pasando de a uno, recordó. Los colaboradores empezaron a utilizar trajes, guantes, barbijo y toda la protección necesaria para evitar contagiarse Covid-19. “La idea era no dejar de cocinar”, expresó.

 

 

En el ‘meren’ las puertas siempre están abiertas para quien lo necesite. Hoy volvieron a abrir solo los sábados y los chicos pueden pasar tiempo en donde se sienten contenidos y contentos. La tarea de María arranca temprano, con la preparación de la leche. De a poco se le suma el resto de los colaboradores, que se encargan de organizar todo para el desayuno. “Se les da lo que hay. A veces llegan donaciones de facturas, otras hay pan, todo sirve”, contó. Mientras tanto, algunos -los que quieren- reciben apoyo escolar, otros chicos se van al playón del barrio con otros “profes”, mientras que los más pequeños se quedan jugando. 

Los códigos se respetan tanto en el barrio como en el merendero, en donde reina la hermandad, la protección hacia el otro y el momento de la comida es sagrado. En este sentido, María se refirió al almuerzo: “A la una menos cuarto tienen que estar para prepararse para comer: lavarse las manos, ocupar el lugar en la mesa, que como el salón no es muy grande algunos chicos quedan muy amontonados. Y a la una en punto se come, el tiempo que ellos necesiten para llenarse bien. Ese tiempo lo van dirigiendo ellos, a medida que ya no tienen más hambre se van parando, van saliendo afuera, hacen la cola para recibir el postre”. 

Las donaciones, la mayoría de las veces, provienen de particulares, de personas que se enteran de la existencia del lugar y quieren aportar. “Todo es voluntad, con el corazón de la gente. La idea es ayudar al niño, no ‘ayudar a María’, sino al pibe. Acá la comida es el tema número uno, pero lamentablemente, los  alimentos frescos son los que más escasean”. Para que un sábado 130 chicos puedan comer, por ejemplo, un guiso es necesario 15 kilos de carne picada, otros  20 de alitas de pollo y 15 paquetes de fideo. “Nunca queda nada y si queda, se va en bolsitas o en un tupper para la casa de los pibes. Y lo que llega y no sirve para nosotros porque está feo, sirve para los animales; todo se aprovecha”, aseguró.

La idea siempre es mejorar las condiciones del lugar para la comodidad de los chicos. Actualmente, tienen previsto refaccionar la cocina. “Si bien está cómoda ‘para mi manera’, soñar con tener algo más cómodo e higiénico para que esté todo al alcance sería lo ideal”, explicó María. Para llevar adelante la refacción, se necesita tanto de materiales como mano de obra: la instalación de la bacha, cemento, alacenas, ladrillo, cal, una freidora industrial, entre otras. 

Gracias a las colaboraciones y a los proyectos que surgen, todos los años el espacio mejora. “Parece que no, pero los cambios son grandes, se notan y a los chicos les gustan. Ahora también me gustaría tener un aire acondicionado para que esté calentito”, señaló. Y definió: “Todo esto es mi vida. Es lo que hace que yo me levante todas las mañanas y le ponga energía. Porque sé que va a haber un chico que va a necesitar la taza de leche. El amor al prójimo me moviliza; sin amor ni empatía hacia el prójimo no hacés nada”. 

Para colaborar con el merendero “Valeria”, podés comunicarte con María Beherán al teléfono 2235984086 

Caja Ahorro Pesos 

Cuenta: Caja Ahorro Pesos

Nro: 4042526-5 083-6

CBU: 00700832 30004042526561

Alias de CBU: Merendero.Valeria

Maria De Los Angeles Beheran

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