Así se vivió el incendio de Mambru desde adentro: el relato del encargado que quiso apagar el fuego

Cristián Shmidt trabaja hace treinta años en Mambru, la histórica hamburguesería del barrio La Perla, y en la acalorada noche de este viernes tuvo que vestirse de algo que nunca imaginó: en segundos, pasó de ser mozo a un “bombero” improvisado. El encargado estaba atendiendo algunas mesas cuando alrededor de las 22 escuchó el grito: “¡Fuego!”.

Y Cristián no dudó. Salió corriendo con matafuego en mano en dirección al techo y ahí advirtió un gran número de hojas de donde empezaba a brotar el incendio. “Acá tenemos un alero a dos aguas. De ese alero, hay unos dos metros hasta la chimenea de la campana y al juntarse las hojas, con el calor y la temperatura que hacía se prendieron todas”, explica el trabajador, al reconstruir el dramático momento, en diálogo 0223.

Primero, el hombre de Mambrú atacó el foco ígneo con un matafuego para aceites. Cuando notó que las llamas dejaban de crecer, bajó para pedir la inmediata evacuación de los clientes que disfrutaban de su cena y después intentó aplacar el siniestro con otro matafuego de polvo. “Se había apagado algo pero cuando volví con el segundo matafuego, vi que el fuego se había metido por abajo del alero. Entonces, le tiré a las hojas y metí la manguerita del matafuego adentro del alero como pude, porque ya casi que no podía respirar”, recuerda.

Así, el encargado del comercio de pizzas y hamburguesas que cuenta con 41 años de historia en la ciudad hizo lo que pudo hasta que en menos de diez minutos se acercó a Libertad al 3300 la primera de tres dotaciones de bomberos que profundizó la labor de extinción: “Los bomberos primero se dedicaron a apagar la parte de atrás, que fue el foco grande, y lo que después se vio en videos y en todos lados fueron las llamas que agarraron lo que es la parte de adelante, que está entre el cielo raso y el techo”.

A pesar del drama vivido, Cristián define la situación como una “desgracia con suerte” al tener en cuenta que no hubo heridos ni víctimas y que los daños de en Mambru solamente se focalizaron en el sector del techo. “Hace muchos años, el dueño hizo instalar unas placas ignífugas y eso hizo que el fuego no tomara ninguna parte del salón y la cocina mientras se desmoronaba el techo”, afirma, y agrega: “Fue más de lo que se vio de afuera que lo que realmente pasó adentro”.

La hamburguesería más antigua de la ciudad

El local nació el 1 de enero de 1981 de la mano de Jorge Ball-Latinas, a quien se le puede dar el mérito de "precursor" en el rubro: es que cuando abrió sus puertas, prácticamente no existía el concepto de hamburguesería en Mar del Plata.

Al principio, se hizo popular gracias al "boca en boca" y poco a poco creció su fama en redes sociales. Incluso, quienes nunca fueron generalmente suelen reconocer que alguna vez, por lo menos, escucharon la sugerencia de su nombre.

Muchos lo conocen y disfrutan por sus grandes hamburguesas con huevos y quesos acompañadas por batatas o papas fritas, otros por sus variadas pizzas y también están los que disfrutan los tacos a la mexicana. En cualquier caso, Mambru siempre dio garantías de recibir un plato rico y abundante.