Los viejos no sobran

Mar del Plata es la segunda ciudad con más cantidad de adultos mayores del país. Te contamos qué es el viejismo. 

3 de Octubre de 2022 18:08

Mar del Plata es la segunda ciudad con más población de adultos mayores después de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Y en esta sociedad anti-age se los ve como inútiles o un estorbo. Así es como discriminan a las personas de la tercera edad.

Al asumir que las personas mayores están en un proceso de decadencia, provoca una baja en la autoestima y las sitúa en una posición de vulnerabilidad. Se calcula que 6,3 millones de casos de depresión en todo el mundo son atribuibles a esta discriminación. Pero debo decirte que “los viejos no sobran”. De hecho, son muy valiosos.

Se  estima que para 2050 el número de mayores aumente a más del doble. El 1º de octubre se celebra el Día Internacional de las Personas de Edad y te recuerdo que nosotros también vamos a ser viejos. Empecemos a visibilizar esta discriminación así podemos ser libres y felices hasta el último de nuestras vidas.

“Las personas mayores no dicen la edad”. “Mirá lo que se puso, con la edad que tiene mostrando las piernas”. “Ya no tiene edad para andar haciendo esas cosas”, “Ay, dice que no puede, que está ocupada, ¿qué tiene que hacer si está jubilada? ¡Nada!”. “¿Cómo se usa esta aplicación? ¡No entiendo! Ah re abuelo!” 

¿Quién tiene ganas de llegar a la vejez? Nadie. Vivimos en una sociedad anti-age en la que prevalecen los valores asociados a la belleza externa y a la inmediatez. Viejo se convirtió en sinónimo de inútil, feo, estorbo o incapaz. 

Y te cuento que la discriminación por motivos de edad, si bien fue silenciada durante años, hoy tiene nombre y se llama “viejismo”: otra forma de opresión.

Esta discriminación está tan arraigada en la sociedad que apenas podemos verla. Según un informe de las Naciones Unidas sobre el edadismo, se calcula que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas.

No siempre la discriminación viene desde el exterior. Existe el autoviejismo. Las mismas personas que portan viejismo se entienden desde el prejuicio mismo. Por ejemplo: “Y bueh, ya estoy viejo…”. El envejecimiento es un proceso irreversible que debería vivirse como un proceso natural.

Lo único que se puede frenar es el envejecimiento solar (ponete protector solar, posta). Pero el crónológico no. Y tenemos que aprender que la vejez no es una enfermedad, puede que durante la vejez tengamos enfermedades que son más frecuentes en esa etapa pero que también pueden aparecer en otra etapa de la vida.

Al asumir que las personas mayores están en un proceso de decadencia, provoca una baja en la autoestima y las termina situando en una posición de vulnerabilidad. Y esto provoca una profecía autocumplida. Empobrece la salud física y mental de las personas mayores y reduce su calidad de vida. Porque las afecta psicológica, conductual y fisiológicamente. De hecho, se calcula que 6,3 millones de casos de depresión en todo el mundo son atribuibles al viejismo. 

Ahora, ¿qué hay detrás de tanto culto a la juventud? La industria anti-age, obvio.

 

 

¿Cómo frenarla? Desnaturalizando esas actitudes prejuiciosas y discriminatorias a las personas sólo por su edad y dejando de promover estereotipos como que no entienden nada o como que ya no pueden hacer nada. La OMS impulsa el envejecimiento activo y saludable.

Pero, ¿esto pasa igual en todo el mundo? La cultura oriental no tiene los mismos tratos. En Japón, se celebra el Día del Respeto a los Ancianos. Los ancianos japoneses son respetados como pilar de la sociedad. Los jóvenes aprenden desde pequeños a valorar la experiencia y la sabiduría de sus mayores. 

Ojalá lleguemos a la etapa de la jubilación con júbilo, para disfrutar con alegría. Igual con lo que le pagan a los jubilados, no te alcanza ni para el bondi. Y, sí, eso también es parte del problema. Necesitamos políticas públicas que acompañen. 

Pero antes podríamos arrancar por casa. ¡Para llamar abuelo a alguien que no conocés primero asegúrate que tenga nietos! Si no, evitalo. Y si no sabés hacer algo, intentalo nuevamente omitiendo la frase “Ah re abuelo” porque te cuento que hay miles de miles de viejos que sí lo pueden hacer.

En la actualidad hay unas 600 millones de personas en el mundo que tienen 60 años o más. Esta cifra se duplicará en 2025. Y un día, si todo va bien, nosotros también vamos a ser viejos. Y no sé vos, pero yo quiero llegar feliz, quiero tener chongos, plata, quiero ponerme minifalda y salir a bailar. Y no quiero que me miren mal. Si vas a querer perrear conmigo arrugadita, empecemos a visibilizar esta discriminación.

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