Tratar la movilidad en Mar del Plata es una urgencia

Desde Construyendo General Pueyrredon plantean la importancia de acelerar los cambios en el transporte público de Mar del Plata. 

Mar del Plata discute un nuevo sistema de transporte público.

 

Se escucha en las paradas, en las calles, en los cafés… los vecinos están de acuerdo en su mayoría que moverse en Mar del Plata es cada vez más complicado y desafiante. Nos comentan que el estado de los colectivos es malo, el tránsito es caótico y las calles están en pésimo estado. Los peatones y conductores exigen medidas urgentes para mejorar la seguridad y calidad de la movilidad en la ciudad.

La cuestión de tratar la movilidad en Mar del Plata es una urgencia. Aquí destaca la situación del transporte público. Según la Encuesta de Percepción Ciudadana (EPC) de 2016, entre los problemas más graves percibidos se encuentran el excesivo tiempo de espera de los colectivos, la conducción brusca, los viajes incómodos y apretados, la higiene de las unidades y el precio del boleto.

Luego de la pandemia, hay algunos problemas de larga data que se agravaron. Los colectivos tienen menos frecuencia y circulan menos unidades y esto redunda en mayor uso de automotores que vuelven al tránsito caótico. Además, los vecinos que no pueden permitirse pagar un taxi o un remís, cuando tienen una urgencia de salud y tienen que ir a la clínica, corren un enorme riesgo ante la enorme imprevisibilidad del sistema. Sin olvidar que, con un trazado de colectivos primitivo de hace décadas donde todos los recorridos pasan por el centro, los barrios son los más desfavorecidos. Es inaceptable que para moverse desde Zona Norte hasta el Complejo Universitario, donde asisten más de 30.000 estudiantes, haya primero que tomarse un colectivo al Centro y otro hacia el Complejo. Sin embargo, esta situación continúa porque el sistema de transporte público prioriza la rentabilidad y no las necesidades de los vecinos.

Entre otros problemas del sistema, destaca la falta de iluminación y seguridad en las paradas y garitas, donde se producen delitos frecuentemente. La falta de higiene no se queda atrás y la aplicación “Cuándo Llega” no funciona correctamente, sobre todo cuando se trata de frecuencias nocturnas. Por último, todos estos problemas se agravan exponencialmente en verano, cuando Mar del Plata puede triplicar su población normal por la llegada masiva de turistas. Las frecuencias y los recorridos no satisfacen el aumento de la demanda, ocasionando verdaderos desbordes en el sistema de transporte público, gente viajando como ganado y parada, con la peligrosidad que eso conlleva.

Esteban Poloni, referente de Construyendo General Pueyrredon.

La cuestión de la movilidad se traslada a los servicios de transporte individual. Hay que ser Mandrake para conseguir un taxi o un remís luego de la medianoche. Los vecinos no quieren salir de noche de sus casas por temor a no volver, repercutiendo en la actividad de restaurantes, bares y discotecas, e incentivando las probabilidades de casos de accidentes viales ya que la gente concurre con sus autos y en varias ocasiones beben y conducen. Se ha presentado un proyecto para legalizar las apps de transporte privado como Uber o Cabify —que ya hay más de 100 unidades funcionando—, pero no ha habido avances en las discusiones. Mientras tanto, la calle es escenario de guerra entre los taxistas y los conductores de Uber que ponen de rehenes a los vecinos.

El gobierno de Montenegro presentó el plan SITU en diciembre de 2020, basado principalmente en el Plan Maestro de Transporte y Tránsito del gobierno de Pulti (paralizado totalmente en el gobierno de Arroyo) con el objetivo de remodelar el sistema de transporte en la ciudad. El plan SITU contemplaba estaciones de colectivos, intercambiadores, boleto combinado, cupo para mujeres choferes, una nueva línea circunvalar, cambio de recorridos, una nueva red de ciclovías y la incorporación paulatina de unidades de piso bajo impulsadas con energías limpias. Sin embargo, en las audiencias públicas se cuestionó este nuevo programa porque se argumentó que todo estaba a cargo del usuario y que los recorridos no eran lo suficientemente extendidos para los barrios más desfavorecidos.

El gobierno municipal retiró el proyecto en mayo de 2021. Mientras tanto, el Concejo Deliberante no pudo acordar la implementación del boleto combinado. No hay que olvidar que hoy el precio del boleto ronda los cien pesos y muchos vecinos se tienen que tomar dos colectivos para ir a sus trabajos. Mar del Plata está claramente segregada por el gobierno nacional en el reparto de subsidios al transporte. Mientras un pasajero de Buenos Aires paga el 20% de lo que cuesta el viaje y se subsidia el resto, uno de Mar del Plata paga alrededor del 75% del valor de la tarifa.

El 11 de noviembre el Ejecutivo envió un nuevo pliego al Concejo. El mismo contempla una duración de  entre 12 y 15 años para realizar las obras que conlleva mejorar la delicada situación del transporte en Mar del Plata. El pliego resulta de una simplificación y eliminación de ciertas obras de envergadura, como la construcción de las estaciones de colectivo, en el cual convergerían distintas líneas y que tiene por objeto concentrar los viajes de una determinada zona para proporcionar niveles adecuados de accesibilidad a las diferentes localizaciones del Partido, mediante la combinación intramodal e intermodal. Solo se construirán intercambiadores, es decir, estaciones de trasbordo. El municipio se debe hacer cargo de la construcción de los mismos y además de las paradas sin refugio, aunque todavía no se dieron detalles del origen de los fondos.

Sin embargo, lo más preocupante es que todo el costo de las obras que implican la concesión recaería en los usuarios. El pliego especifica claramente que el único ingreso para amortizar la inversión de las obras recaerá en la tarifa que pagan los vecinos. Por otra parte, la fórmula que establece la actualización del precio de boleto no considera un horizonte acordado de subsidios ni contingencias como un aumento abrupto de los combustibles.

Desde Construyendo General Pueyrredon advierten que las obras recaerán en el bolsillo de los vecinos.

Desde Construyendo General Pueyrredon insistimos urgentemente que se avance urgentemente en un plan de transporte para los vecinos. Proponemos recuperar algunos aspectos del Plan Maestro: el espacio público es finito y por eso necesitamos armonizar los distintos medios de transporte para mejorar la calidad de vida y la experiencia de movilidad de todos los vecinos. En primer lugar, se debe poner el eje en la sustentabilidad: el parque automotor está creciendo enormemente cada año en una ciudad que no crece en superficie a la misma velocidad y la mayoría de las actividades se concentran en el Centro. Los vecinos eligen el auto porque es la opción más segura y eficiente a la hora de moverse en Mar del Plata. Esta situación debe modificarse. Necesitamos un transporte público con más frecuencias, cambio de recorridos para conectar mejor todas las barrios de la ciudad (no solo los centrales) y evitar la superposición de líneas, carriles exclusivos para colectivos contemplados en el Plan Maestro, coordinación de los semáforos, mayor control y seguridad en las garitas, paradas y en las unidades y una red intermodal que contemple la conexión de todos los medios de transporte y la unificación tarifaria (boleto combinado).Tenemos que atender que ante una población que crece hay que cambiar los patrones de movilidad.

Hay que fomentar el desplazamiento en bicicleta y peatonal en recorridos de corta distancia. Está demostrado que en las ciudades inteligentes del siglo XXI (como Nueva York, París o Amsterdam) donde se han implementado estas propuestas, el tránsito se ha descongestionado y las personas disfrutan mucho de la experiencia de movilidad en la ciudad. Para eso, hay que mejorar el espacio urbano. ¿Por qué un vecino va a andar en bici cuando las calles son oscuras, están llenas de pozos y hay riesgo de que los autos lo atropelle? ¿Por qué va a caminar cuando las veredas están rotas y la inseguridad es galopante? Para eso necesitamos mejores desplazamientos peatonales y una verdadera red de ciclovías y no una bicisenda de diez cuadras como se ha hecho este año que es totalmente inútil para cambiar el transporte de la ciudad.

Con respecto al pliego, remarcamos la urgente necesidad de acortar los tiempos y dar soluciones rápidas a lo que se puede hacer ahora, como implementar el boleto combinado y aumentar las frecuencias, sobre todo las nocturnas. Por otra parte, antes de poner en marcha un programa de transporte, se debe llegar a una negociación con los gobiernos nacional y provincial para financiar las obras y establecer criterios de subsidios que garanticen que el costo de las obras no van a recaer en los usuarios en un contexto de crisis económica para el país. El pliego no contempla ningún tipo de aporte provincial o nacional; sin ellos, la implementación es inviable y el proyecto es solo una cortina de humo.

Por último, insistimos desde el vecinalismo en recuperar la autonomía municipal. Es la única forma para que la plata de los impuestos que pagan los marplatenses quede en Mar del Plata y no tendríamos que depender de transferencias de Nación y Provincia atadas a oportunismos políticos, además de romper la lógica porteñocentrista que casi regala el boleto a los usuarios del área metropolitana, mientras impone tarifas altísimas para las ciudades del Interior como Mar del Plata. Si tuviéramos autonomía municipal, la Municipalidad no tendría problemas presupuestarios para encarar las obras y financiar el boleto y no tendríamos que depender de decisiones de transferencias discrecionales desde los gobiernos provincial y nacional.