“Y cómo es él”: el hit que Perales escribió para otro y la falsa dedicatoria para la hija que se hizo leyenda

La canción más famosa del cantautor español generó una historia que todavía hoy muchos creen cuando la escuchan: la del padre que despide a una hija que deja su hogar para casarse. El propio Perales contó la historia real y habló del mito que perdura hace 40 años.  

José Luis Perales y el falso mito sobre "Y cómo es él" que resiste desde hace 40 años.

11 de Diciembre de 2022 09:06

José Luis Perales escribió más de 500 canciones a lo largo de una carrera llena de éxitos y aplausos. Pero ninguno de ese medio millar de poemas con música se cantó en tantos países dándole un significado tan distinto al que el prolífico cantautor imaginó cuando escribió ese tema para que lo hiciera famoso una de las máximas estrellas españolas.

Algo ocurrió con esa letra sobre un hombre desgarrado porque la mujer más importante de su vida lo está dejando por otro. Y millones de personas en el mundo, todavía hoy, a cuarenta años de que el tema se escuchara por primera vez en la voz de Perales, entonan ese inolvidable estribillo hablándole a la hija que crece, se enamora por primera vez y deja la casa familiar en busca de une nueva vida en pareja.

El mito sobre la dedicatoria para su hija es tan fuerte y se multiplicó en tantos países que muchas personas todavía desconocen la verdadera historia de la letra y cantan “Y cómo es él” convencidos de que se trata de un padre celoso que necesita saber quién es su flamante yerno. El propio Perales en los últimos años contó la versión real de la canción en TV varias veces, pero más de uno prefiere seguir creyendo la otra historia, la que generó el público y emociona a padres y a hijas cada vez que entonan “Mirándote a los ojos juraría, que tienes algo nuevo que contarme…”.

“Y cómo es él” acaba de cumplir cuarenta años. Fue un éxito desde el día que nació, vendiendo millones de placas en todo el planeta convertida en el hit de “Entre el agua y el fuego”, un disco en el que la canción se coló a último momento a pedido de los productores. Es que José Luis Perales, dueño de las letras de numerosas canciones que otros cantantes llevaron a la cima, se había inspirado en una historia que no era la de él, sino la de otra estrella, Julio Iglesias.

De no haber sido por la insistencia de su compañía musical, que apenas supo de la canción entendió que sería un éxito internacional y debía quedar en sus manos y no en las de Julio Iglesias, Perales hubiese cumplido con lo que había imaginado. Que su colega le pusiera voz a la historia de un hombre que veía como su esposa se había enamorado de otro y lo dejaba para vivir con su nuevo amor.

Después de todo, era lo que debía ocurrir con un autor tan prolífico como Perales, que potenció con sus letras a Rocío Jurado, Isabel Pantoja y tantas otras estrellas, y que unos años antes había transformada la carrera artística de una joven cantante: Jeanette. Hacía poco menos de una década, le había regalado a la artista hispano-británica el primero de sus temas icónicos, “Porque te vas”, una canción que explotó en 1975 cuando el director Carlos Saura creyó que era el tema ideal para incluirlo en una de las escenas tristes de la película “Cría Cuervos”, protagonizada por la hija de Charles Chaplin, Geraldine. El éxito del film hizo que “Porque te vas” (se escribe así, y no separado como se popularizó) llegara a los charts de decenas de países, incluida Argentina.

Esta historia imaginada por Perales no era casual. Julio Iglesias, ya convertido a principios de los 80 en el cantante que más discos vendía en Estados Unidos y Latinoamérica, se había separado de su primera esposa, Isabel Preysler, luego de siete años de matrimonio y tres hijos, Chábeli, Julio José y el pequeño Enrique, un niño que luego se convertiría en una estrella con luz propia.

Julio Iglesias junto a su primera esposa y sus hijos.

A fines de los 70, el divorcio y las familias ensambladas no eran algo de todos los días, menos para una mujer de la alta sociedad española que se había casado con Julio Iglesias tras un noviazgo furtivo y ya embarazada, que se mudó de España a Portugal para dar a luz a su primera hija, lejos de los curiosos y de la prensa del corazón.

Tras la separación, en medio de acusaciones cruzadas sobre infidelidades, Isabel recompuso su vida sentimental en los brazos de Carlos Falcó y Fernández de Córdoba, un marqués con el que en 1981 tuvo una hija, Tamara. Unos meses antes se habían casado, dándole a Perales la historia perfecta para inspirarse al ponerse en la piel de Julio Iglesias.   

El cantautor se imaginó lo que podía estar viviendo su colega mientras la madre de sus hijos se casaba con otro hombre, y escribió esos versos llenos de dolor comprensivo y celos controlados. Pero Julio Iglesias, que recién divorciado sumaba hits y conquistas amorosas en todo el mundo, nunca se enteró de esta hermosa canción que Perales había escrito para que la cante él, contándole a todos la irreparable pérdida del amor de su vida a manos de ese “ladrón que le ha robado todo”.

Es probable que, como muchos otros, Julio se haya enterado por TV de los orígenes del tema y que haya creído esa falsa dedicatoria que multiplicó el público, la del padre que le habla a su hija mientras la ve marcharse de casa rumbo al matrimonio. Es que recién en los últimos años Perales empezó a contar la verdadera historia de “Y cómo es él” en sus entrevistas, cada vez que le piden que cuente el origen real de su mayor hit, que fue traducido a varios idiomas y cada tanto vuelve a copar la escena en la voz de otras estrellas, como ocurrió con Marc Anthony en 2010.

A Perales aún le cuesta entender los años que sobrevivió el mito del padre que le canta a su hija, ya que cuando editó el tema, su pequeña María tenía apenas tres años, una edad que no le impidió a la gente creer la versión sobre la letra que se hizo más famosa. Recién un par de años después, Perales sí editó el tema “Carta para María (a mi hija)”, pero ya era tarde. La fuerza de “Y cómo es él” y la falsa dedicatoria paternal eran imparables.

“Para escribir una canción, tiene que ser una historia o que la haya vivido o la sienta mucho. Cuando escribo para otro me tengo que desdoblar, y desdoblarse en Julio Iglesias era muy difícil. Su productor me había pedido una canción para él y yo no sabía por dónde empezar, entonces hice una escenografía virtual, y lo puse a él y a su esposa, que se acababa de casar con otro señor poco después de separarse de Julio. Eso me inspiró a escribir algo que por ahí Julio ni hubiese pensado, pero era una canción de amor en la línea de las canciones que él tenía”, contó Perales hace pocos años. “Los puse a hablar y él le pregunta: “mirándote a los ojos juraría que tienes algo nuevo que contarme…”, recuerda Perales, al que lo convencerían enseguida de que debía cantar sus propios versos y recoger los frutos de un hit asegurado.

José Luis Perales se casó a fines de los 70 con Manuela.

Claro que enfrentaba un problema. Debía hacerle creer al público esa letra que cantaba, una realidad opuesta a la que vivía, felizmente casado con Manuela desde hacía cinco años. “El presidente de la compañía me dijo: esta canción no se la vas a dar a nadie, la vas a cantar tú y va a ser un éxito. Yo quedé desarmado, yo no he hecho esa canción para mí, mi mujer estaba enamoradísima de mí y yo de ella. Cuando terminé esa canción le pregunté a Manuela si le gustaba la canción y me dijo: ¿No será para ti, no? ¿Tú serías capaz de preguntarme a qué dedica el tiempo libre si yo me voy con un señor? No es real, tú no pensarías así, tú no le darías un paraguas por si llueve, tú no la puedes cantar. Así que lo discutimos durante toda una noche, recién cuando le expliqué que la había escrito para Julio Iglesias me dejó cantarla”.

¿El origen de la leyenda?

Con el visto bueno de su esposa, Perales grabó “Y cómo es él” en 1982. El resto es historia. La real, y el mito que aún perdura. Aunque nadie puede explicar con certeza esa otra versión de lo que cuenta la letra, es posible que haya sido una película mexicana la que ayudara a instalar el mito del padre que le canta a su hija.

Poco después de que se editara el tema, en 1985, los cines mexicanos se llenaron de gente para ver “Sinvergüenza pero honrado”, la nueva película de Vicente Fernández, uno de los artistas populares más grandes en la historia del país azteca. Además de haber tenido una exitosa carrera como cantante, fue uno de los íconos del cine mexicano entre 1972 y 1991, protagonizando más de 30 filmes con los que se convirtió en uno de los galanes consentidos de la pantalla.

Aquel año, su nuevo film era el segundo capítulo de “Sinvergüenza”, que había sido todo un éxito. En la continuación de esa historia, el personaje interpretado por Fernández (Alberto) se va a vivir junto a una mujer y a sus cuatro hijos, la familia extramatrimonial de su mejor amigo, al que Alberto intentó cubrir en la primera película haciéndole creer a la esposa real de su amigo que esa numerosa familia era en realidad suya, lo que constituyó la trama de enredos central del taquillero film. 

Transformado ya en el esposo amoroso y real, y padre del corazón de esos cuatro hijos, en el final de la segunda película Alberto deja de lado el enojo y los celos que le tiene a su flamante yerno, Flavio, a cuya relación con su hija mayor se opone producto de su propia experiencia como un joven picaflor, infiel, parrandero y vividor al que sus suegros rechazaban. Y en final de la película acepta la relación y le canta a su hija Cecilia “Y cómo es él” en versión ranchera, multiplicando la fama de la canción en tierras mexicanas.

Ese clip pudo ser la mecha que encendió la falsa leyenda. Pero nadie lo sabe. Ni siquiera el propio Perales: “Se justifica un poco esa duda de si está hecha para un padre a su hija porque los padres somos un tanto machistas, celosos de nuestras hijas si tiene novio. Quieren saber cómo la tratan, si es ingeniero, si es pobre o es rico, los padres quieren saber todo. Pero no, lo siento por el mito destruido”.