Cuánto cuesta la crisis climática

En 2020, el costo económico de los diez eventos climáticos más severos fue estimado en 150.000 millones de dólares.

El calentamiento global continúa a un ritmo alarmante y con ello las catástrofes meteorológicas cada vez más presentes y dañinas. Durante el año 2021 los diez principales desastres meteorológicos superaron en costo los 170.0000 millones de dólares y condujeron al desplazamiento de más de 1,3 millones de personas. Una cifra en aumento respecto a 2020 y que refleja el impacto creciente del calentamiento climático, según la ONG Christian Aid.

En 2020, el costo económico de los diez eventos climáticos más severos fue estimado en 150.000 millones de dólares por la misma organización, que destaca que son cálculos basados exclusivamente en daños cubiertos por aseguradoras, lo que hace suponer que los costos reales son mucho más elevados.

La catástrofe más costosa fue el huracán Ida, que sucedió entre finales de agosto y principios de septiembre, y provocó inundaciones en Nueva York con daños estimados en 65.000 millones de dólares.

También, las inundaciones en Alemania, Bélgica y países vecinos supusieron 43.000 millones de dólares en pérdidas, seguidos de la tormenta invernal Uri en Estados Unidos, que afectó al tendido eléctrico y provocó daños por valor de 23.000 millones de dólares.

Clave mencionar que esta clasificación económica sobre los desastres naturales se puede valorizar en países ricos, donde las infraestructuras están más desarrolladas y mejor aseguradas, pero la ONG resalta que algunos de los eventos meteorológicos extremos más devastadores de 2021 golpearon a países pobres, que han contribuido poco a las causas del cambio climático, y donde la mayor parte de daños no están cubiertos por seguros, con lo cual resulta muy dificultosa la estimación.

En Sudán del Sur, por ejemplo, se produjeron inundaciones que afectaron a unas 800.000 personas y, sin embargo, no pueden ser evaluadas en términos económicos, según el informe.

Argentina

Christian Aid analizó otros cinco desastres naturales que, aunque con un costo financiero menor, tuvieron un impacto humano devastador, como la sequía en América Latina. Donde el informe incluye la histórica bajante del río Paraná. Si bien no es una catástrofe millonaria como las mencionadas en esta nota, afecta a gran cantidad de variables teniendo un impacto directo en el abastecimiento de agua para consumo humano, en la generación de energía, la navegación, dificultando la reproducción y alimentación de la fauna y condicionando fuertemente toda la logística relacionada con el mantenimiento de la vía fluvial y la logística de la navegación, además de los procesos de potabilización del agua urbana.

Paradójicamente, los países que más sufren esta crisis climática son precisamente los que han contribuido a ella en menor medida, una cuestión que reivindican enérgicamente los gobiernos y los activistas a la espera de próximas conferencias tomen medidas tangibles y valiosas hacia un futuro sostenible para las personas y el planeta.