8M: entre reivindicaciones y reclamos, miles de mujeres se apoderaron de las calles de Mar del Plata

La movilización por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora fue similar a las que se realizaban en la prepandemia. Rechazo al pago al FMI, medidas concretas contra la violencia machista e igualdad laboral, las principales demandas de la jornada. 

Durante más de dos horas, el microcentro marplatense quedó paralizado por la masiva marcha por el 8M. Fotos: Diego Berrutti / 0223

8 de Marzo de 2022 22:25

A dos años de la última gran movilización por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, este martes Mar del Plata volvió a ser escenario de una de las más importantes marchas que se recuerden, con miles de mujeres que tomaron las calles para reivindicar sus derechos y ratificar la continuidad de la lucha en reclamo de equidad laboral, medidas concretas contra la violencia de género y rechazo al pago de la deuda al FMI, entre otras demandas.

La alegría por el reencuentro en la calle después de tantos meses de encierro se palpitaba en el aire y se visualizaba en los abrazos reiterados entre las mujeres que, después de las 16, comenzaron a llegar al monumento a San Martín de Luro y Mitre. Allí, representantes gremiales, sociales y políticas tomaron la palabra para evidenciar los pedidos de cada sector, ante la escucha atenta de los primeros grupos de militantes feministas que ya habían plantado bandera en esa esquina del centro marplatense; lugar al que, de a poco, se fueron sumando madres con chicos en brazos, cochecitos o monopatines; adolescentes con glitter y ropas multicolores, y trabajadoras que recién terminaban su jornada laboral.  

“Nos falta mucho, pero también es cierto que son muchas las conquistas que logramos gracias a nuestra presencia en la calle”, aseguró Laura Hochberg, referente histórica de la Multisectorial de la Mujer, que a esta altura dice haber perdido la cuenta de cuántos 8 de marzo movilizó junto a sus compañeras a lo largo de su vida. “Como se hace en todo el mundo, nosotras hoy conmemoramos este día, reivindicamos la lucha por la igualdad y el reconocimiento de nuestros derechos, no sólo en lo laboral, sino en todos los ámbitos. Nos da alegría poder estar acá juntas y juntes porque somos conscientes de que tenemos mucho por delante. Las jóvenes que hoy vemos en esta marcha, con su fuerza y vigor, son las que mantendrán viva la lucha y eso, a nosotras que ya estamos en la otra mitad de la vida, nos genera muchísima esperanza”, aseguró en diálogo con 0223.   

Como suele ocurrir en este tipo de concentraciones, víctimas de violencia de género y/ o de abuso se acercaron tímidamente hacia la escalinata de piedra para contar públicamente -en algunos casos, por primera vez- las situaciones por las que están atravesando. Entre ellas se encontraba Noelia, mamá de una nena de tres años, presuntamente abusada por el empleador de su abuelo, un hombre que el 25 de febrero pasado estuvo a cargo de su cuidado durante unos minutos. La mujer, una joven que repartía carteles con la foto del supuesto abusador, decía a quien se le acercara que estaba desesperada. Es que -dijo-, si bien la investigación del hecho ya está en manos de la fiscal Romina Díaz, el hombre no pudo ser localizado y todavía permanece prófugo. “Después de realizar la denuncia, a la nena la revisaron en Cuerpo Médico de la policía y está confirmado que el abuso existió. Yo ahora quiero justicia”, expuso en diálogo con este medio. A pocos metros, otras mujeres se consultaban entre ellas quién podría asesorarla en lo legal y brindarles asistencia psicológica, tanto a la madre como a la chiquita.

En tanto, en medio de las largas columnas embanderadas con los estandartes de distintas organizaciones sociales, sindicales y políticas, sobresalían aquellas que integraban las cocineras y ayudantes de los distintos merenderos y comedores barriales, cuya labor fue central durante el primer año de la pandemia -y aún hoy- para alimentar a cientos de familias marplatenses que no tenían otra forma de acceder a un plato de comida. Una de ellas, Claudia Calderón, a cargo del merendero “Bendiciones” del barrio Cerrito Sur, admitió que si bien fue siempre fueron conscientes del riesgo al que se exponían al mantener la elaboración de viandas cuando todavía no existían las vacunas contra el Covid, “más fuerte era el dolor que generaba ver a los chicos en la puerta, esperando para comer”. Sin poder contener las lágrimas producto de la emoción y el orgullo por el trabajo que desde hace cuatro años lleva adelante junto a otros trece compañeras, Claudia dio cuenta del compromiso social que requiere su tarea y que se suma a sus responsabilidades laborales y de cuidado de su familia.

También ahí estaba Claudia Riquelme, responsable de la cocina de uno de los tres comedores pertenecientes a la Utep que funcionan en el barrio San Martín y en los que se preparan entre 100 y 120 viandas por día, de lunes a sábado. “Varias de nosotras nos hemos enfermado pero siempre tratamos que todos tuvieran su plato de comida porque el hambre no desaparece porque haya una pandemia”, puntualizó la mujer que, al igual que la mayoría de sus pares, es jefa de hogar.


 

Una marcha que paralizó el microcentro durante más de dos horas

La tradicional marcha por el 8M partió de la esquina de Luro y Mitre pasadas las 18 y más de dos horas más tarde, cuando las primeras organizaciones ya habían retornado al monumento, decenas de agrupaciones aún estaban a varias cuadras de distancia. 

Entre cánticos, bailes improvisados al ritmo de los tambores y bengalas verdes y violetas, miles de mujeres se manifestaron en contra del pago de la deuda al FMI, exigieron reconocimiento y remuneración por las tareas de cuidado y trabajo digno y libre de violencia por razones de género. A su vez, plantearon la necesidad de avanzar en una modificación con perspectiva de género de la Ley de Contrato de Trabajo, el cumplimiento efectivo de la Ordenanza 23.237 que establece un cupo laboral para personas travestis y trans en el municipio de General Pueyrredon; y la paridad de género en todos los ámbitos de representación.

Un sistema judicial transfeminista, la declaración de la Emergencia Nacional en Violencia de Género y la aparición con vida de Tehuel, fueron las otras demandas impulsadas por el sector.

La convocatoria finalizó ya entrada la noche y la desconcentración demoró un buen rato en terminar. Recién ahí el microcentro marplatense recuperó su movimiento habitual, ese que durante más de dos horas quedó en standby porque, una vez más, las mujeres se apoderaron de las calles.