Video emotivo: pasó 20 días en coma, se despertó y lloró al saber que éramos campeones del mundo

Nicolás Soto fue al médico por un fuerte dolor en el pecho que se ponía cada día peor y se enteró de que tenía una neumonía que había avanzado demasiado. Quedó internado y entró en coma. La peleó durante 20 días en ese estado, hasta que el 27 de diciembre abrió los ojos y no sabía ni dónde estaba. La médica terapista que lo asistía, al verlo de nuevo con los ojos abiertos después de tres semanas, se acercó a ver de qué se acordaba y al descubrir que era un fanático del fútbol entendió que había algo que tenía que saber de inmediato.

La historia de Nicolás se viralizó y el propio protagonista la contó con una sonrisa en el rostro que dista mucho de lo que fueron para él y su familia esas tres semanas en la que permaneció entubado, en coma y con pronóstico reservado.

La pesadilla para el joven neuquino de 30 años empezó después del partido de octavos de final, cuando Argentina enfrentó a Australia. Primero sintió un dolor intenso en el omóplato derecho, y cuando creció y ya ni lo dejaba respirar, le hicieron un estudio por imágenes y descubrieron que tenía una neumonía que ya se había apoderado de todo el pulmón, mientras que el otro presentaba un coágulo y un derrame. "Ya estaban pasando el otro partido de Argentina, pero no lo pudo ver porque lo internaron de urgencia", relató su mamá.

 "Era un día a día, su vida pendía de un hilo y fue muy doloroso para nosotros como familia. Un 80% de la respiración la hacía la máquina, y el 20% lo hacía él", relató Liliana a LMN. La familia de Nicolás trataba de contener a Eros, el hijo de 11 años que heredó su fanatismo por el fútbol y por la Selección, pero que no podía celebrar los triunfos de la Selección porque su padre atravesó dos cirugías para combatir las infecciones y fue sometido a una traqueotomía.

Todo cambió el 27 de diciembre, cuando sus ojos de abrieron después de veinte días en coma. Romina, la médica terapista que lo atendía, le hizo algunas preguntas para ver qué recordaba Nicolás, pero no sabía por qué estaba ahí ni lo que había atravesado por su neumonía. El joven solo contestaba con un movimiento de cabeza por la traqueotomía que tenía y siempre la respuestas eran negativas. Hasta que Romina le preguntó si le gustaba el fútbol. Fue la primera vez que movió la cabeza hacia arriba y hacia abajo. Y la médica entendió que le iba a hacer muy bien saber lo que había pasado mientras él estaba en otra lucha.

-"Tengo que darte una buena noticia. ¡Somos campeones del mundo!", le dijo, y Nicolás, fana de La Scaloneta, se largó a llorar sin decir nada y la médica se emocionó con él, y le mostró en su teléfono algunos videos de Messi levantando la Copa del Mundo.

El joven neuquino pasó Año Nuevo aislado en la clínica, recibió el alta médica en los primeros días de 2023 y celebró su regreso a la vida junto a su familia, que lo esperaba con globos y carteles, todos con los colores celeste y blanco del equipo campeón. "Lloraba y se abrazaba con Eros, y también lloraban todos los empleados de la clínica", señaló su mamá.

Después, con un poco más de fuerzas, empezó a reunirse con sus primos para vivir el Mundial en diferido: miró los partidos que se había perdido y sus primos le prepararon un asado para ver la increíble final contra Francia. En estos días, Nicolás repasa las jugadas, las entrevistas, la caravana de campeón, todo lo que se perdió internado y mientras revive el campeonato del mundo, revive él también.