Un policía reveló quién acusó a Pablo Ventura por el crimen de Báez Sosa: "Fue Máximo Thomsen"

Se trata de Mariano Vivas, quien participó en el allanamiento. En su declaración confirmó que se le leyeron los derechos a los detenidos pese a que no aparezcan en el acta. 

La sentencia contra los 8 rugbiers se conocerá el 31 de enero.

6 de Enero de 2023 16:24

Por Redacción 0223

PARA 0223

La situación de Máximo Thomsen se complicó aún más luego de que uno de los policías que estuvo en el allanamiento durante el cual fue detenido junto a sus amigos, confirmó frente al Tribunal que fue él quién inculpó a Pablo Ventura del asesinato a golpes de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell.

"Thomsen fue quién dijo que la zapatilla con sangre era de Pablo Ventura", indicó Mariano Vivas, policía de Villa Gesell, en diálogo con la prensa luego de su extensa declaración en el TOC 1 de Dolores.

Además, sostuvo que no pudo dar explicaciones de por qué no aparecía en el acta que se le habían leído los derechos y las acusaciones a los detenidos en el allanamiento: "Se cumplió con todo lo legal aquella mañana", resaltó.

Aunque por declaraciones de Ventura y suposiciones, se creía que quién había entregado al joven había sido Lucas Pertossi, con el testimonio de Mariano Vivas se confirmó que fue Máximo Thomsen, el acusado más complicado que tiene la causa. A su vez, cuando se le consultó cómo ocurrió el allanamiento, el policía relató que llegaron y cuando tocaron la puerta les abrió un joven con un rodete en el pelo (Matías Benicelli).

Luego notificaron que algunos de los acusados estaban durmiendo, mientras que otros estaban recostados en la cama: "Ninguno se resistió a dar respuestas de a quién le pertenecía cada prenda encontrada y que utilizaron en el crimen, así como tampoco a dar sus celulares y desbloquearlos".

Un detalle que también se confirmó en el testimonio es que la ropa manchada con sangre estaba tirada en diferentes zonas de la casa y no acumulada en un mismo sector como se había indicado previamente. 

Se estima que, desde la detención, los rugbiers decidieron comenzar con el famoso "pacto de silencio" ya que ninguno declaró o dijo algo que pudiera empeorar la situación de alguno de los acusados.