Galería Naranja: un emblema de la noche marplatense que se cae ante la picota  

El primer registro de nocturnidad marplatense cerca de la costa se remonta a 1972 cuando, la antigua casona de veraneo de la familia De la Torre ubicada en Alem al 3600 se convirtió en una galería de siete locales que, en su planta alta tenía un local bailable con vista al mar. Fue toda una novedad para la época y marcó el inicio de la vida comercial de la zona que, hasta los 2000 fue sinónimo de bares y boliches.

La galería se llamó originalmente “Galería Naranja”, contaba con tres locales en la planta alta y cuatro comercios en la planta baja, con un gran patio central desde el que se podía apreciar un mural con estética beat que reflejaba el espíritu de la época.

En 1976, Santiago de la Torre, uno de los propietarios de la galería decidió convertir uno de las habitaciones devenidas en locales comerciales en la librería Liberty que se mantuvo abierta hasta febrero de 2022, cuando tomó la decisión, luego de una charla con sus hermanos de cerrar la librería y poner en venta en espacio. “Tengo 70 años y quiero descansar, la decisión estaba tomada, pero se aceleró con la pandemia”, declaraba entonces el hombre a 0223.

Cuando comenzó a funcionar la Galería, la calle Alem “era doble mano”, la zona en aquel entonces era considerada un “barrio en el que no había nada”. La llegada de la galería comenzó a darle vida nocturna al lugar que comenzó a poblarse de jóvenes en busca de diversión durante los fines de semana y fue entonces que comenzaron a montarse los primeros comercios gastronómicos. 

En la década del ‘80, cuando en la calle Alem ya empezaban a funcionar los primeros bares y boliches, la librería era un lugar de paso obligado para las miles de personas que veraneaban en la ciudad. Personalidades del mundo del espectáculo, la política y el deporte también pasaron por allí. José Sacristán, Susana Giménez, Les Luthiers y el expresidente Fernando De la Rúa fueron algunos de ellos.

Sobre la librería, en tanto, funcionaron tres bares que marcaron una época -“Naranja”, “Dondera Naranja” y “3/79”.

En los 2000 comenzó la transformación de la zona en un paseo comercial y la nocturnidad de la zona, tras un largo debate se trasladó al complejo ubicado en Playa Grande. Este viernes, los nuevos propietarios tapiaron la casona y comenzaron la demolición para dar paso a un nuevo emprendimiento: un hotel boutique