Jubilado de 72 años apuñaló a su expareja, de 32, creyó que la había matado y se ahorcó

En un brutal intento de femicidio, una mujer de 32 años fue apuñalada tras una discusión por su expareja, un jubilado de 72, quien se suicidó luego del ataque con una soga mientras la joven, herida de varios puntazos y con su cuello lleno de sangre producto de una de las puñaladas, conseguía pedir ayuda y ser trasladada a un hospital, donde se encuentra internada fuera de peligro con heridas.

La mujer, de nacionalidad paraguaya, fue apuñalada tras una discusión con su expareja en su vivienda de la ciudad misionera de Posadas. El hecho se registró el fin de semana en el domicilio del agresor, identificado como Ramón Nonato Dos Santos, quien atacó a su expareja, Maricel Soledad Cristaldo Cabera, luego de una discusión entre ambos.

El hombre tomó un cuchillo y apuñaló y cortó en varias partes de su cuerpo a la mujer, quien logró salir de la vivienda para pedir ayuda. Según los testimonios recabados por el personal policial, los vecinos alegaron que la mujer señaló que fue atacada a "punta de cuchillo".

En ese momento, el Dos Santos tomó una soga y se ahorcó en el interior de su vivienda. Aunque la ambulancia tardó aproximadamente veinte minutos en llegar, los primeros auxilios brindados por los vecinos ayudaron a estabilizar a la víctima, quien presentaba un profuso sangrado en el cuello, mientras que un médico forense determinó que Dos Santos había fallecido, por lo que la Policía Científica tomó intervención para el análisis de las evidencias.

En el lugar se halló un cuchillo tipo puñal de aproximadamente 10 centímetros de largo que los investigadores creen que es el arma utilizada para el ataque y se constató que la víctima presentó lesiones cortantes en la zona del tórax, rostro y en las manos. La mujer debió ser trasladada de inmediato al hospital de la ciudad, donde se encuentra “fuera de peligro, pero en constate monitoreo de salud”.

Ester, una vecina que brindó auxilio a Maricel Soledad, relató la angustiante escena que presenció. "Nosotros estábamos adentro, tocó el timbre una o dos veces y empezó a golpear. Mi marido salió y me llamó a mí. Me levanté y vi que estaba sangrando muchísimo. Traje una toalla y le apreté la herida de la mejilla. Tenía también un puntazo en el pecho", contó.