Alejandro Schujman: “Nos merecemos lindos y sanos amores”

El psicólogo Alejandro Schujman llega a Mar del Plata para presentar Primero yo, después te quiero. Una hora y media donde la música y las palabras ayudan a encontrar caminos para redescubrir el amor sano.

Una propuesta entre el teatro y el grupo de terapia.

28 de Octubre de 2024 08:08

“El amor propio se construye desde afuera hacia adentro y se sostiene desde adentro hacia afuera”, sostienen el psicólogo y escritor Alejandro Schujman antes de retornar a Mar del Plata para presentar Primero yo después te quiero. Pero vale, para empezar, definir qué es eso del amor propio, del amor sano. Schujman responde: El amor sano es volver a casa y a veces es estar con uno mismo. Se trata del vínculo netamente del amor propio, a veces volver a casa es la oxitocina del abrazo de alguien que te espere, de un compañero, una compañera. El amor sano es la confianza, el diálogo, el disfrute, es el cuidado por el otro, es no tocar en donde al otro le va a doler. El amor sano es querer que el otro brille de manera espontánea, porque el brillo del otro va a aumentar mi propia alegría y felicidad”.

- ¿Y qué se necesita para llegar a ese amor sano?

- Para tener chances de un amor sano tenemos que tener claro que nos merecemos lindos y sanos amores y a veces, en los primeros años de vida (y ahí viene la historia de esto, de esta mezcladora de teatro y grupo de terapia que es Primero yo, después te quiero), nos hacen sentir y creer que no somos suficientes y te dicen, “No sé qué más hacer con vos”, “Lo único que traés son problemas”, “Sos igual a tu padre”. Pero está todo mal entre papá y mamá, entonces, los chicos quedan ahí, a fuego cruzado y ese nene o esa nena crece con el convencimiento de que es un problema, de que hay algo fallado y lo que va a pensar o sentir es que hay algo malo en él, va a elegir sus vínculos de adulto sobre esa creencia y va a elegir para fracasar con todo éxito. Por eso hay que reparar y sanar aquello que quedó dañado en los primeros años de infancia o más también. Yo digo siempre que no somos culpables de la historia que nos toca vivir, somos responsables de lo que hacemos con esa historia, lo cual es una noticia maravillosa.

Todos nos merecemos lindos amores sostiene Schujman.

El concepto de la felicidad es muy personal. Siempre me pareció interesante la idea de Aristóteles, donde uno puede medir recién cuando fue feliz al final de su vida. La felicidad como duradera o como algo efímero. La felicidad como algo que se busca o se encuentra. Schujman no duda, “La felicidad son ratitos y hay que laburar un montón para encontrarla. ¿Es la vida justa? La verdad que no, hay que laburar un montón para esos ratitos de felicidad. Para mí, si me preguntás qué es la felicidad, es la calma, ¿no?

- ¿Lo más recomendable para alcanzar este estado es parar y aprovechar un instante solo o debe ser en compañía?

- Yo diría que las dos cosas. Uno puede estar solo consigo mismo, lo que no implica que no haya nadie cerca para poder darnos un abrazo. Lo que tenemos que tener cuidado y evitar es que nadie va a salir al rescate nuestro porque si somos adultos tenemos que autorescatarnos. Lo que no quiere decir no pedir ayuda profesional o no decirle a un amigo estoy bajoneado, vení necesito un abrazo. Pero, digo, esta cosa de salir de una historia y, ahora con las redes es muy fácil, meterte en otra y generar un efecto dominó, pero de cagadas porque si vas a cometer errores que sean nuevos, no los mismos. A veces tenemos que quedarnos un rato quietos y amigarnos con la soledad. Hay una canción hermosa que yo canto en Primero yo, después te quiero, que es Soledad de Jorge Drexler: “Que raro que seas tú / quien me acompañe, soledad / a mí, que nunca supe bien / cómo estar solo”. Y es esto, es estar en eje con nosotros mismos y después vemos. Por eso digo: primero yo, después te quiero. Y aclaro, no es egoísmo, porque el amor propio tiene el kit de la empatía, entonces yo tengo amor propio, no le voy a joder la vida a nadie porque entiendo del sufrimiento propio y del ajeno y con eso no se jode. Entonces, es lo opuesto al egoísmo y al lastimar.

Primero yo, después te quiero es el encuentro que propone el psicólogo Alejandro Schujman.

La falta de amor propio no distingue edades, cualquiera puede pasar por esa situación. Schujman aclara, “A todo nos toca y cuanto antes, es como andar en bicicleta, agarremos el timing de un amor propio, a lo mejor nos vamos a dar un par de golpes en la vida, pero al teatro vienen familias, vienen hijos que me conocen porque me siguen en redes, adolescentes que traen a los padres, grupos de amigas, gente grande. Esto no distingue ni edades ni géneros. El amor propio nos toca a todos de distinta manera, en distintos momentos de nuestra vida y todos nos merecemos lindos amores.

Primero yo, después te quiero es el encuentro que propone el psicólogo Alejandro Schujman, invitándonos a encontrar repuestas y herramientas que nos permitan llegar al tan anhelado amor sano. El encuentro está previsto para este próximo 21 de noviembre a las 20 hs. en la sala Melany del Centro de Arte MDQ.