Fue pionera del tenis, amiga de Evita, rechazó a Perón y se suicidó en Mar del Plata
En la década del 40 difundió el tenis en todo el país y ocupó el top ten de la WTA. Cuentan que, tras la muerte de Eva, el Jefe de Estado le propuso matrimonio y ella lo rechazó priorizando su carrera deportiva. Olvidada e inmersa en un pozo depresivo, viajó a la ciudad con un grupo de amigas y decidió quitarse la vida.
Por Redacción 0223
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María Luisa Beatriz Terán, conocida popularmente como Mary Terán de Weiss o “la deportista del pueblo” marcó un antes y un después en la historia del tenis argentino. La mujer nacida en Rosario en 1918 tuvo una vida marcada por el deporte y los vaivenes políticos del país. Confesa amiga de Eva Duarte y militante peronista debió exiliarse durante la revolución libertadora y, a su regreso, inmersa en un pozo depresivo decidió saltar al vacío desde un séptimo piso en un edificio de Mar del Plata, donde vacacionaba con un grupo de amigas.
Tenía 15 años cuando cruzó nadando el Río Paraná y se dió cuenta que, si bien todos los deportes le gustaban, tenía mayor habilidad para el tenis. Fue entonces que se contactó con el entrenador sueco David Sanders, integrante del equipo de Copa Davis y comenzaron a trabajar juntos. Tres años más tarde participó en varios torneos en Buenos Aires como miembro de la Liga Santafesina, y en el ’37 intervino en los Juveniles de los Grandes Campeonatos Nacionales, ya representando al Adrogué Tennis Club.
De acuerdo al libro “Mujeres deportistas" de la periodista Liliana Morelli, Terán “era la figura más promisoria del tenis femenino del país y con Felisa Piédrola reforzó los contingentes del Buenos Aires Lawn Tennis Club”
En 1940, durante un viaje para disputar el torneo conoció al tenista Heraldo Weiss con quien tres años más tarde se casó y formaron una pareja de dobles imbatible. Las crónicas de la época dan cuneta que Teran Weiss ocupó el primer puesto del ranking nacional en 1941, 1944, 1946, 1947 y 1948 y, en 1951 gana varias medallas en los Primeros Juegos Panamericanos.
Fue por esa época que a instancias de su marido, abiertamente declarado justicialista. la deportista conoció al presidente Juan Domingo Perón. Convertida en celebridad, la pareja se reunía con celebridades, incluso conocieron a Isabel II tras disputar un partido. Un año más tarde, Weiss sería diagnosticado con un cáncer fulminante que terminaría con su vida en 1952.
Tras enviudar, y superada la conmoción general que produjo la muerte de Eva Perón ese mismo año, comenzaron a circular en la prensa rumores de romance entre la tenista y el Jefe de Estado. De acuerdo al biógrafo de la deportista, en una de las reuniones entre los recientes viudos, durante un encuentro en la quinta presidencial de Olivos, Perón le propuso matrimonio, algo que ella rechazó con la excusa de priorizar su carrera deportiva.
En 1955, Terán disputaba el Abierto de Alemania Occidental cuando el gobierno de Perón fue derrocado por la Revolución Libertadora. Entonces, las nuevas autoridades de la Asociación Argentina de Tenis enviaron un telegrama a la Federación Internacional para que no dejaran participar más a Mary Terán en sus torneos. “Mientras, en el país eran incautados todos sus bienes a la vez que comenzaba una investigación que duraría varios años. Pero la Federación Internacional rechazó el pedido y le permitió a Mary seguir jugando”, detalla Víctor Lupo en su libro Historia política del deporte argentino 1610-2002 (Editorial El Corregidor). La deportista no tuvo otra opción más que quedarse exiliada en España.
La tenista recién pudo regresar a la Argentina en 1959 y tuvo la intención de continuar con su carrera en River. pero sus oponentes no se presentaban y el Campeonato Interclubes de 1963 tuvo que ser anulado por esta circunstancia.
"Mi situación constituye una inhumana e injusta persecución, alentada por el inconfesable deseo de evitar que vuelva al primer plano en mi deporte favorito", escribió, cansada en una carta abierta que se publicó el 22 de julio de 1964 en "El Gráfico"
Olvidada en el deporte al que le había dedicado su vida, quedó sumergida en un pozo depresivo y se abocó al negocio de venta de ropa deportiva y, el 8 de diciembre de 1984, a los 66 años viajó a vacacionar junto a un grupo de amigas a Mar del Plata y decidió saltar al vacío del séptimo piso del edificio en el que estaba alojada.
La noticia del deceso ocupó un recuadro en los medios nacionales y, a su sepelio concurrieron pocas figuras del ambiente.
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