Manuel Campos: “Cideli son los chicos”

Cideli es una entidad señera en cuanto a deporte para personas con discapacidad. Las actividades van más allá de lo deportivo y pasan por la recreación y la sociabilización de muchos y muchas vecinas de la ciudad. De un club ad honorem a organizar los juegos Parapanamericanos 2003.

Cideli es una entidad pionera en la ciudad para personas con discapacidad y deportistas.

20 de Abril de 2024 11:29

Cideli, Circulo Deportivo de Lisiados, se creó en Mar del Plata hace exactamente 45 años. Para ser más exactos, la ONG comenzó sus actividades el 11 de noviembre de 1979 como, primero, ONG y club deportivo para personas con discapacidad para después, en el 95, sumar el centro de día. Hoy funciona como club deportivo para personas con discapacidad, no solo para deportes recreativos, sino también de alto rendimiento. Además, de buscar ampliar el centro de día como objetivo a corto plazo.

Se creó por la iniciativa de personas con discapacidad que querían hacer deportes. Muchos, principalmente, eran pacientes del, en ese momento, Cerenil, Centro de Rehabilitación para Niños Lisiados (ahora INAREPS), que junto a la profesora Gloria Togni le dieron forma a la iniciativa”, recuerda Manuel Campos, miembro de la comisión directiva.

En el comienzo fue todo ad honorem. Mucha voluntad, constancia y vocación de incluir. Recién a mediados de los 80, Cideli pudo tener su primera sede. Un espacio donado por la municipalidad donde funcionó el club y el centro de día por un largo tiempo.  Finalmente lograron hacerse de una propiedad en M. T. Gaudino 85 que es donde funcionan hoy en día. Manuel continúa: “Fue muy difícil al principio.  Fue todo apoyo de las familias de aquellas personas con discapacidad para sostener todo esto y fue muy estimulante cuando empezamos a tener atletas. El cambio lo dimos con Beatriz Greco, que hacía natación, y que llegó a competir y ganar medallas en los Paralímpicos. Entonces, ahí empezamos a tener cierto apoyo de algunas marcas, Toledo fue la primera y la principal, pero hubo otras muchas más que nos ayudaron. Después la Municipalidad nos prestaba los espacios deportivos, actualmente sigue haciéndolo, como el campo de los deportes o los polideportivos municipales, para que nosotros podamos hacer las practicas. Pero fue difícil, después fue un poco solventarse con los torneos que se hacían”.

Cideli fue pionera en el deporte adaptado en Argentina y en cuanto a hacer torneos de natación y de básquet adaptados. En cierta época, los torneos se desarrollaban en la Rambla, entre el Casino y el Hotel Provincial (duraban un día entero), o frente a la catedral. Los objetivos eran varios, entre los cuales se destacaban recaudar fondos a través de un bono solidario, dar visibilidad y que puedan sociabilizar. Todo como parte de la rehabilitación. Desde Cideli afirman orgullosos que “surgieron muchos casos concretos de personas que actualmente tienen trabajo y familia gracias al deporte”.

En la ciudad de Mar del Plata, concretamente, clubes que se dediquen pura y exclusivamente a las personas con discapacidad son muy pocos. “Y multideportes, menos todavía”, agrega Manuel. Entre los pocos, Cideli es el más señero y el de más años. Hoy cuenta especialidades para todas las edades, también para alto rendimiento y mucho terapéutico y recreativo. Los más chicos tienen ocho años y empiezan con educación física infantil, los más grandes que participan tienen cerca de 70 años. Las disciplinas varían y a las ya mencionadas, básquet en sillas de ruedas y natación, hay que sumarles bochas, tenis de mesa adaptado, fútbol para personas con parálisis cerebral, que fue el último deporte que se habilitó, y gimnasia infantil y para adultos.

En cuanto al centro de día, las actividades son variadas y muchas. Desde talleres de cocina, bricolaje, carpintería, de estimulación, de pintura o de teatro y hasta un colegio para adultos con el fin de que puedan terminar sus estudios. Todas las actividades tienen sus coordinadores: en cuanto a lo deportivo es el profesor Marcelo Sánchez y para el centro de día es la licenciada Laura Laguarde.

Campos continúa describiendo el lugar y los logros, los beneficios que Cideli brinda a la comunidad: “Todas las actividades son importantes. Todas permiten que las personas se puedan integrar a la sociedad, porque la realidad es que son personas que tienen discapacidades muy severas y en algunos casos están muy solas”,

- ¿Hay algún objeto que identifique, represente a Cideli dentro de la institución? Eso que ustedes lo ven e inmediatamente viene la fuerza del club…

- No sé si un algo, sí creo que Cideli son los chicos. Más allá de las medallas, los trofeos, yo veo a los chicos. Digo chicos, pero hay muchos grandes también. Los veo y pienso inmediatamente en lo que Cideli hizo y hace por ellos, en el club y en el centro de día. Eso es Cideli.

Manuel se crió en el club. Su padre, el profesor José Luis Campos, fue su director mucho tiempo y alguien que se identificó rápidamente con el espacio y sus resultados. Manuel afirma: “Mi papá fue director por muchos años de Cideli. Llegó en el 84, justamente por uno de esos partidos de muestra de básquet que hacían al aire libre, y no sé cómo terminó como entrenador del equipo de básquet. Ahí empezó todo. Yo nací en los 90 y toda mi vida pasó acá, en Cideli. Realmente ese amor que él tenía por el deporte y por Cideli fue creciendo y la realidad es que hasta el último día trabajó por y para Cideli. Era amor puro. Y tan es así que, logró que otros lo acompañaran para hacer mundiales de natación, de atletismo, torneos muy grandes de aguas abiertas, de básquet, hasta se pudo hacer el logro mayor que fueron los juegos Parapanamericanos del 2003. Nadie iba a hacerlos y él tuvo la loca idea de proponer Mar del Plata. Obviamente con poca plata y pocos recursos, pero con muchas ganas y vocación, se hizo uno de los torneos más grandes. Yo tenía 12 años y me acuerdo que fui voluntario en el hotel Provincial, ahí se jugaba bochas y esgrima en sillas de ruedas.

Los Juegos Parapanamericanos Mar del Plata 2003, fueron la segunda edición de dichos juegos. Vinieron 1.500 atletas de 28 países compitiendo en nueve deportes: atletismo, baloncesto en silla de ruedas, bocha, ciclismo, equitación, esgrima en silla de ruedas, natación, tenis de mesa y tenis en silla de ruedas. Fue un evento multideportivo internacional para atletas con discapacidad, celebrado en la tradición de los Juegos Parapanamericanos gobernados por el Comité Paralímpico de las Américas. Lo logrado por Mar del Plata ayudó a que Río de Janeiro decidiera y confirmara la próxima edición en el 2007.

- Después de todo ese vínculo que tenés y que se ha formado con Cideli, ¿qué sentís al irte del lugar?, ¿qué pasa por vos cuando te alejás?

- Lo que a mí me pasa con Cideli es que siento que siempre voy a volver. A veces me río, porque la verdad es que me siento como en casa. Como que ese lugar es tu casa, vos sabés que te vas y sabés que vas a volver en algún momento y, la verdad, es que acá hay personas y chicos que nos conocemos desde hace mucho tiempo, de la comisión y deportistas o que vienen al centro de día. Entonces, creo que la sensación es esa, un poco de que te vas de tu casa o de la de un lugar muy familiar o de la de un pariente. Siempre estoy seguro que voy a volver.

Cideli provoca en sus miembros cierta sensación de pertenencia. Piensan todo el tiempo en que pueden hacer para mejorar y mejorarle la vida a otras y otros tantos miembros de esta comunidad. Ampliar la cocina, un gimnasio deportivo, todo eso cruza la mente de sus componentes. Así como aquellas y aquellos que participan y encontraron su lugar en Cideli, ellos buscan superarse todo el tiempo.