Juzgarán al hombre que disparó 17 veces y mató a dos personas en el barrio San Eduardo

Los asesinatos de Ezequiel Contreras y Nicolás Vergara ocurrieron el 2 de agosto de 2021. A José Ignacio Serra lo juzgará un jurado popular. Llega al debate con arresto domiciliario.

Lugar del hecho. (Foto: archivo 0223).

29 de Abril de 2024 07:57

Por Redacción 0223

PARA 0223

Un hombre de 45 años que en agosto de 2021 mató a dos personas a balazos en el barrio San Eduardo será juzgado la semana entrante por un jurado popular en el marco de una causa por homicidio agravado por alevosía y por el uso de arma de fuego en dos hechos que prevé una pena de prisión perpetua.

José Ignacio “Petizo” Serra llegará al juicio que comenzará el lunes 6 de mayo bajo la modalidad de arresto domiciliario con monitoreo electrónico tras la decisión que tomó la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías en octubre del año pasado. En esa resolución se revocó el rechazo a la medida dispuesto por el Juez Alexis Simaz al pedido de la defensa.

En la investigación a cargo del fiscal Leandro Arévalo quedó establecido que el mediodía del 2 de agosto de 2021 Serra, también conocido como “Nacho”, llegó con su moto marca Honda de color blanco al minimercado “La esquinita” ubicado en calle 841 entre 0 y 2 del barrio San Eduardo de Chapadmalal donde estaba estacionado el auto Citroen C4 en el que se desplazaban las víctimas.

Cuando Ezequiel Emiliano Contreras (35) salió del local rumbo al auto donde lo esperaba Alberto Nicolás Vergara (35), el imputado se acercó en moto hasta la puerta del conductor y vació el cargador de su pistola calibre nueve milímetros para darse a la fuga a toda velocidad. El conductor del auto recibió cinco balazos, su acompañante dos, una tercera lo rozó y el resto dieron en el auto.

Las víctimas fueron a comprar comida al minimercado.

Contreras sufrió varias heridas en la cabeza que provocaron su muerte mientras intentaba escapar en el auto que chocó contra una casa mientras que Vergara logro bajar del rodado tras recibir un disparo en la pierna y si bien salió corriendo, recibió el disparo mortal en el tórax.

Horas después del doble homicidio y a partir de los datos recabados por personal del Destacamento El Marquesado, se realizaron tres allanamientos avalados por la Justicia de Garantías en el que detuvieron al imputado. En uno de los domicilios se secuestró una moto Honda 150cc color blanca, dos cascos de moto uno color negro y uno marrón, una escopeta 12/70 con  50 cartuchos del mismo calibre; cuatro municiones calibre 462, una caja de pistola Bersa Pro  nueve milímetros -que carga 17 municiones - y un celular.

“Te voy a dar plomo”

Dos meses antes del doble homicidio, Serra y Contreras cruzaron miradas por primera vez: el primero pasó cerca del complejo de cabañas donde el segundo realizaba tareas de albañilería y lo miró fijo. Si bien no cruzaron palabras, algo quedó flotando en el aire hasta que volvieron a verse sobre la ruta 11.

El mediodía del 31 de julio, apenas cuarenta y ocho horas antes del crimen, Serra estaba con su hijo adolescente en la parada del colectivo de la entrada del barrio cuando se detuvo el Citroen de color azul oscuro que manejaba Contreras, conocido como “El Karateca”.

Lo atraparon al día siguiente. (Foto: archivo 0223).

Según relató un testigo, al bajar del rodado increpó a Serra porque lo había mirado mal la vez anterior y empezó a darle trompadas en la cara. Ante el pedido que se detuviera porque estaba con su hijo, Contreras amagó a subirse al auto y le dijo que fueran a dar “una vueltita” antes de regresar sobre sus pasos y golpearlo a trompadas y rodillazos.

En el expediente al que tuvo acceso 0223 se reconstruyó en base al testimonio de testigos presenciales que antes de irse, “El Karateca” dijo que se la “iba a dar”, a lo que “Nacho” le dijo “Yo también te la voy a dar”.

A Serra lo juzgarán seis hombres y seis mujeres. (Foto: archivo 0223).

Apenas dos días después y tal como quedó registrado en imágenes de cámaras de seguridad, Serra siguió disimuladamente el Citroen C4 de color azul de Contreras hasta el mercado, se ocultó por espacio de tres minutos y cuando éste regreso al auto se acercó para atacarlo. En ese rodado también estaba Vergara que había acompañado a la otra víctima para comprar algo para comer durante el descanso de sus tareas de albañilería.

Sin dudas en cuanto a la autoría material, esos antecedentes y esa secuencia serán los pilares de la acusación del fiscal Leandro Arévalo para confirmar que el imputado actuó con alevosía.