La receta electrónica es obligatoria a partir de julio: cómo impacta en Pami y obras sociales

Chau receta de papel. A partir del lunes 1° de julio comenzará a regir la nueva reglamentación de la Ley Nacional de Receta Electrónica, que a través del Decreto N°345/2024 establece un cambio en la modalidad de las prescripciones, tanto de medicamentos, órdenes de estudios y prácticas indicadas por profesionales de la salud, que comenzarán a efectuarse a través de plataformas digitales.

Para facilitar el proceso de implementación, el Ministerio de Salud de la Nación creó el Registro Nacional de Plataformas Digitales Sanitarias (ReNaPDiS) que permitirá el registro de todas las plataformas existentes con el objetivo de mejorar los procesos de modernización e interoperabilidad entre sistemas. Con el objetivo de garantizar la continuidad de acceso a los servicios de salud, este proceso prevé una instancia para la adhesión, registración y readecuación de las plataformas digitales, con un plazo de 180 días.

En este marco, las autoridades sanitarias aclararon que durante el período de registración de las plataformas, los profesionales que no cuenten con recetarios electrónicos podrán confeccionar recetas en papel y con ellas las personas podrán obtener sus medicamentos en una farmacia como hasta ahora. Pero que una vez que la totalidad de las plataformas estén inscriptas, esta modalidad permanecerá como condición de excepción en zonas de difícil acceso o sin conectividad.

Cómo impacta en Pami y otras obras sociales

Atento a este importante cambio, desde el Colegio de Farmacéuticos de General Pueyrredon explicaron a 0223 cómo afectará la normativa –vigente para todo el territorio nacional- y si implicará mayores preocupaciones a los pacientes.  

En tal sentido, el titular del Colegio de Farmacéuticos Mario Della Maggiora explicó que “la receta de papel hasta diciembre va a convivir con la digital”, independientemente de la obra social o prepaga y su implementación “no generará ningún inconveniente a las farmacias”, aunque razonó que “los médicos serán los que tengan que adaptarse y validar sus recetas al nuevo sistema”.

“Los farmacéuticos estamos totalmente preparados y hace años que estamos trabajando con la receta electrónica. Pami por ejemplo implementó la receta digital desde el 2018 y convive con el papel”, señaló.

Ante la dificultad que plantea el uso de la tecnología digital e internet, sobre todo en los adultos mayores, el boticario aclaró que el paciente “no necesita ningún dispositivo electrónico, porque solo con su número de carnet de afiliado o de documento, el farmacéutico puede acceder a la receta. Una vez dispensada, se valida y obviamente sale de la nube”, completó.