Jorge Macri, expuesto en medio del conflicto por la basura y el negocio millonario de las grúas

Las horas siguen pasando y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) sigue inmersa en un caos sanitario por la medida de fuerza que llevan a delante los camioneros disminuyendo la recolección de residuos.

A través de un comunicado, los sindicalistas informaron que los trabajadores de la recolección de residuos de Camioneros se encuentran trabajando a reglamento debido al mal estado de los camiones de la recolección y a la cancelación del Gobierno porteño del contrato licitatorio del servicio de grúas y acarreos.

Ese conflicto, precisamente, fue el origen de uno mayor en el marco de una negociación que se llevó adelante en la anterior gestión, de la que Jorge Macri también fue parte del armado del pliego licitatorio para la preadjudicación que le otorgaría a tres empresas privadas la gestión de las grúas y acarreos. Sin embargo, el actual jefe político de Caba quiere meterse en el negocio y dar de baja lo acordado, para así rearmar el sistema. Propios y ajanos no dudan en afirmar que "Capital es todo kiosco".

Parece aún más tentador entrar en el negocio cuando se está hablando de unos 360 millones de dólares que iban a otorgarse a tres empresas con el objetivo de cumplir con el servicio de grúas en la ciudad durante 10 años.

Mientras tanto, las calles de la Ciudad Autónoma amanecen inundadas de basura y residuos, las quejas de los vecinos se hacen escuchar y el conflicto, con tantos intereses en juego, parece estar lejos de encontrar una solución. De hecho, el servicio de los recolectores disminuyó al 35 por ciento en el inicio de esta semana.

En declaraciones radiales en las últimas horas, desde el entorno de Jorge Macri incluso manifestaron: "Si firmábamos la preadjudicación, íbamos presos", lo que puso más leña al fuego entendiendo que el propio Macri formó parte en la pasada gestión de ese acuerdo y preadjudicación.