La foto viral de los Juegos Olímpicos: "Estaba preparado"

El fotógrafo francés Jerome Brouillet explicó el momento en el que gatilló y quedó en la historia con su placa.

El brasileño Gabriel Medina concretó una gran actuación y una mejor imagen.

30 de Julio de 2024 09:29

Por Redacción 0223

PARA 0223

Gabriel Medina finaliza su prueba y sabe que se deslizó sobre la ola como lo planificó durante cuatro años. El surf tiene su segunda experiencia en la cita olímpica, luego de que el marplatense Fernando Aguerre (presidente de la Asociación Internacional) lo lleve a Tokio 2020 y repita su estadía en la presente competición. Y, a pesar de ser una novedad entre los riders, nadie quiere dejar pasar su oportunidad. Así navegó su camino el brasileño y al finalizar su primera experiencia en los juegos, saludó. Pero un instante de ese gesto, captado en el momento y desde el lugar preciso, puede ser mucho más que el cierre de un periplo.

Jerome Brouillet es fotógrafo de la Agence France-Presse. Como el marplatense Fernando Aguerre sabe de su influencia entre pares, se reunió con los dirigentes del Comité Olímpico Internacional y les dijo que no tenían que hacer la competencia de surf en Francia, porque no hay buenas olas en el verano europeo. Jerome, el fotógrafo, se fue entonces a Tahití. "Estaba preparado", dijo. Listo para quedar en la historia junto a Gabriel Medina.

El Océano Pacífico Sur, testigo de las maniobras del deportista brasileño, contextualizó la batería del surfer que terminó con la correa uniendo en el aire la tabla al cuerpo de Medina. Solo por un segundo. Un instante. Desde el barco en el que se encontraban los reporteros, Jerome Brouillet comentaría luego que sabía que el atleta iba a dar un salto tras su espectacular desempeño. Técnica, astucia, velocidad, preparación y conocimiento del juego. Características que emplearon Medina y Brouillet, para quedar en la historia.

Los 9 puntos que el jurado le dio a Gabriel Medina representa un récord olímpico en una ola. El dedo índice apuntando al cielo completó un retrato perfecto. El disparo de Jerome Broulliet lo dejó grabado, para siempre, en la memoria. Para un cuadrito.