Cómo sobreviven los kioscos de diarios que aún funcionan en Mar del Plata
Los medios digitales reemplazaron al papel y las nuevas generaciones no leen diarios. Colecciones, libros y figuritas son el sostén de estos puestos.
La era digital dio un gran salto durante la pandemia por el Covid 19 y desde ese momento crece a pasos agigantados minuto a minuto. Por este motivo, los medios de comunicación tradicionales perdieron peso ante la aparición de los digitales. Sin embargo, el más perjudicado es, posiblemente, el periódico.
En Mar del Plata, en los últimos días, fueron retirados algunos puestos de ventas de diarios y revistas. De hecho, desde el 2020 fueron desarmados 46 que se encontraban abandonados. Sin embargo, otros tantos todavía sobreviven y sus propietarios buscan la forma de reemplazar los ingresos que fueron disminuyendo durante los últimos años.
0223 dialogó con diferentes kiosqueros para consultarles cuál es la actividad actual de este rubro, y todos coincidieron en que son los artículos coleccionables, principalmente, lo que los sostiene.
Abel es el propietario del puesto de periódicos que se encuentra en Buenos Aires y peatonal San Martín. Según su testimonio, "los diarios no se venden. Bajó totalmente la venta. Los que se venden se usan para las necesidades de las mascotas que viven en departamentos". "Internet mató la venta de diarios, pero nos defendemos con enciclopedias, autos para armar y de colección, y una gran variedad de crucigramas, libros y cómics", agregó.
"Antes, por ejemplo, esperabas el martes para mirar El Gráfico y leer noticias de fútbol, ahora tenés los resultados en el momento, en vivo, y con muchos canales transmitiendo sobre deporte. Lo mismo pasa con la política y con todo. Ya no es necesario leer el diario, agarrás el celular y ya está", manifestó.
Por su parte, Alejandra, del kiosco ubicado en Alberti al 2400, explicó que "la baja en la venta de diarios se debe a una cuestión económica, y a que el público joven no lee noticias en papel sino en formato digital".
"Que el kiosco siga funcionando se debe a mantener los clientes de siempre con las colecciones. Hay colecciones que vienen desde hace tiempo y uno trata de respetar eso para poder cumplirle a los clientes", dijo Pedro, del puesto de Brown y Entre Ríos. "A veces no depende de uno, sino de la distribuidora. En pandemia muhcos kioscos cerraron por ese tema: dejaron de llegar algunas colecciones y les bajó la cantidad de clientes", agregó.
Es que desde el 2020 se vivieron momentos clave que derivaron en la merma de la actividad en este sector. "Antes todos los cafés y hoteles tenían diarios, con la pandemia empezaron a hablar de que el papel contagiaba y se dieron cuenta de que era un gasto innecesario. Y también la gente grande, que eran los que más consumían diarios, se acostumbró a internet y fue evolucionando", dijo Abel.
Sin embargo, Pedro aseguró que durante ese año, "se vendieron muchas revistas porque la gente quería dejar la tecnología, entonces el primer año se trabajó muy bien, el segundo año empezó a bajar".
Los tres comerciantes coincidieron también en que junto el periódico, también bajó la venta de revistas. "La merma se notó y muchas dejaron de salir. Todo lo que hay en revistas es lo mismo que se ve en la tele, entonces no se vende", dijo Alejandra.
En ese sentido, Abel remarcó que "de todas las revistas que salían, ahora salen cuatro: la revista Hola, la Semanario, la Caras y la Noticias. Las demás, desaparecieron todas, al igual que las mensuales. Quedan muy pocas porque las editoriales pierden plata".
Al respecto, agregó que "las revistas de manualidades como costura o tejido se vendía un montón y ahora desaparecieron porque está todo en internet".
Más allá de lo que respecta íntegramente a la venta, Pedro delcaró que muchos kioscos logran mantenerse aún debido al crédito que le genera el comerciante al cliente. Es que la distribuidora de diarios le brinda una financiación al kiosquero, y este hace lo mismo con el comprador. "Es un sistema difícil de entender. El distribuidor te da por mes cierta cantidad de productos a modo de crédito, y vos le das cierto crédito al cliente", explicó.
Por otra parte, los tres coincidieron en que, debido a una cuestión legal y de habilitación municipal, no están aptos para comercializar otro tipo de productos. Sin embargo, hay muchos que optan por vender vasos, botellas, álbumes y figuritas, y artículos de librería para equilibrar un poco la balanza.
Asimismo, otros comerciantes optan por sumar otro trabajo. "La mayoría atiende el kiosco de mañana y a la tarde tiene otro trabajo. Y los que cerraron es porque prefirieron trabajar en otra cosa por la baja en las ventas", dijo Pedro, y subrayó: "Cada vez cuesta más y se va a poner más difícil. A veces la situación agota, no sabés para dónde ir y no queda otra opción que buscar otro trabajo o estar todo el día corriendo el riesgo de no trabajar nada".
Temas
Lo más
leído