Eslabones SA, la empresa que se repuso de una pérdida total y hoy es líder en el mercado
Conocé la historia de una de las distribuidoras más reconocidas de la ciudad, su trayectoria de más de 40 años y su prometedor futuro.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Era viernes a la madrugada. Natalia recibió un llamado en su teléfono con una noticia de lo más triste: la distribuidora de la cual era parte se había incendiado.
Aquél 29 de septiembre de 2023, hace exactamente un año, los diarios mostraban el impactante siniestro de Eslabones S.A., ubicada en el kilómetro 4,5 de la ruta 88.
Para los marplatenses fue un gran dolor ver una empresa local tan reconocida arder en llamas, pero mucho más lo fue para la familia que compone la firma.
Sin embargo, la unión fue más fuerte y entre todos lograron lo impensado: en 8 meses reconstruyeron la distribuidora, en tiempo récord y con mejoras.
"Fui la primera en enterarme y tuve que comenzar con todo el operativo. Le avisé a mis familiares, les llevé la tranquilidad de que estábamos todos bien, y luego vino la tarea de mudar", explicó en dialogo con 0223 Natalia Giménez, integrante del grupo.
La escena era desgarradora. El galpón estaba prendido fuego, hacían 1500 grados adentro, pero no había tiempo que perder. "Cuando los bomberos nos dejaron entrar, empezamos a mudar todo. Los servidores están en red y para seguir funcionando, había que sacarlos de las oficinas. Así que hubo que llevar el equipamiento a una sucursal, y en medio día los servidores ya estaban funcionando. Finalmente, 12 horas después nos instalamos todos ahí", narró.
Su presidente, Marcelo De Aza, reconoció que para él fue "un golpe muy grande": "Nunca nos imaginamos que nos podía pasar algo así, hoy todavía me cuesta asumirlo".
"Cuando encontré el lugar era un baldío con unos pastizales larguísimos. Me dijeron que estaba loco pero me apoyaron en la locura y finalmente lo construimos con mucho sacrificio y trabajo. El destino quiso que pasara lo que sucedió por algo", reflexionó.
Allí surgió la duda de cómo seguir, y si había que hacerlo. "Nos replanteamos qué hacer, cómo continuar. Decidimos respetar la trayectoria y no abandonar por tantos años de esfuerzo, porque teníamos muchos empleados que habían hecho un montón de sacrificio, y clientes, amigos y proveedores que nos decían que teníamos que seguir. Lo hicimos con una empresa más chica y sólida, consolidando marcas, y nos hicimos fuertes en ciertos productos", narró Franco De Aza Giménez, integrante del grupo.
Según destacó, la empresa era muy ordenada y eso les facilitó la tarea de volver a empezar.
Este año, cumplen 42 años de historia y sin dudas esta mudanza marcó un hito.
Alberto Giménez (uno de los tres fundadores junto a Miguel De Aza y Domingo Calabrese), contó cómo arrancaron: "Por razones de subsistencia en el año 1981, nos juntamos y entendimos que teníamos la capacidad y necesidad de realizar una tarea que hacíamos para terceros, por cuenta propia. Fue todo paulatino y llevó tiempo. Empezamos con una sucursal, al año fueron dos y así crecimos".
La falta de mayoristas en el rubro en Mar del Plata hizo que vieran como realidad la posibilidad de hacer un gran negocio. "En el año 90 y pico falleció Miguel y mi yerno se incorporó a la empresa. Pasamos por todo hasta que se incendió y no quedó nada, fue algo impactante", recordó.
El recuerdo de Alberto lo lleva al momento en el que tuvieron que defender lo que quedaba: "Hasta le pagamos a los cartoneros y recuperadores para que no se metieran entre las ruinas humeantes y se agravara la situación. Mi hija me despertó a las 7 y al otro día me dijo que teníamos que seguir sí o sí, no había alternativa. Por suerte, lo hicimos", puntualizó.
Por sobre todas las cosas, el socio fundador destaca la voluntad de seguir: "Es una demostración de que el hombre puede hacer lo que se propone".
"Estar tantos años hace que no lo sientas sólo como un trabajo, ya es una costumbre. Incluso, yo lo viví desde mucho antes, porque lo vi a mi papá empezando de cero", dijo Alicia Giménez vicepresidenta de Eslabones S.A.
Ella lo observaba comprando un cajón de clavos, uno de tornillos, una bolsa de tuercas... una lucha lenta llena de esfuerzo y perseverancia.
"Fue así durante mucho tiempo hasta que se tomó la decisión de empezar. Se pasó por momentos súper difíciles del país y por muchas situaciones, y cuando pensamos que estaba todo solucionado, pasó lo increíble", dijo en referencia al incendio.
En ese marco, aseguró que los que llevaban más tiempo en la empresa ya estaban decididos a entregar el mando, pero ese momento lo cambió todo. "No había mucho tiempo para pensar, teníamos que resolver. La realidad es que no somos nosotros, son 30 empleados más con 120 personas atrás", enfatizó Alicia.
Para Marcelo los ayudó su "instinto de supervivencia": "La gente nos preguntaba cómo hicimos y la verdad es que no sé, pasó todo muy rápido. Pero en el fondo es que a todos nos gusta lo que hacemos", indicó.
"Tuvimos el orgullo de decir no vamos a dejar que esto termine así, no íbamos a permitir que eso fuera el fin; no podía terminar ahí la historia", contaron.
La gran familia de Eslabones logró salir a flote, reinventarse y alcanzar lugares impensados. Y eso no fue todo: "Esto nos sirvió, la organización que tuvimos funcionó, y hay un horizonte", manifestó Franco. Esas miras a futuro incluyen planes de expansión y el trabajo que los puede llevar a ver más allá del ámbito local.
Una historia de familia, superación, trabajo y esfuerzo, con una pizca de identidad marplatense.
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