Asesino al volante y loco de la velocidad: el terrible historial del turista que chocó un patrullero con su BMW

El hombre de 31 años que fue detenido el último jueves tras chocar de frente contra un patrullero, había atropellado y matado a otro conductor en 2016. Su nombre es Martín Pacífico, paradójicamente, y también había sido filmado por su pareja mientras conducía hacia Mar del Plata por la ruta 2 a 270 kilómetros por hora un año antes de aquel trágico accidente.

El jueves 28 de abril de 2016 por la mañana, Fernando Grippo iba a trabajar en su auto particular. Era chofer de la línea 501, de Monte Grande. Pacífico, que en ese momento tenía 22 años, lo chocó por detrás con su BMW de alta gama a 150 kilómetros por hora a metros de la estación Jagüel, en Ezeiza.

Como resultado del violento impacto, el rodado del colectivero se incendió. Como quedó atrapado en el vehículo y no logró salir del interior, Grippo murió carbonizado, mientras un grupo de remiseros que había observado el accidente intentaba salvarle la vida.

Tras el episodio, Martín Pacífico fue detenido, y la carátula de la causa fue homicidio simple. Además de ser autor de la muerte de Fernando, les causó heridas a otras dos personas. En ese momento se reflotó un video en el que su novia lo había filmado manejando a más de 270 kilómetros por hora su Porsche en la ruta 2. Estaba sin cinturón de seguridad y se burlaba de la situación. Luego compartió el video en Facebook.

En octubre de 2018, Martín Pacífico fue considerado culpable de la muerte del chofer de la línea 501. En principio fue condenado a cuatro años de prisión por homicidio culposo. Durante el período de instrucción, mientras el tribunal le había otorgado la morigeración de la detención, dos testigos declararon que lo habían visto corriendo picadas con la pulsera de control. Hacía trompos con su Porsche y hasta admitió que salía al supermercado.

Testigos de la violación a la pena, obtuvieron videos y fotos y ofrecieron declarar con reserva de identidad, pero las pruebas de monitoreo del Servicio Penitenciario Bonaerense resultaron suficientes para su regreso al penal de Florencio Varela.

Cuando se quiso concretar su detención, al revocarse el beneficio, Pacífico intentó evadirse. Por eso, al cumplirse los dos tercios de la pena, el Tribunal Oral en lo Criminal, basándose en esos antecedentes y a pesar de que en la unidad penal donde había estado detenido obtuvo la calificación máxima, decidió negarle la excarcelación. 

Además, la pena de prisión fue aumentada a cinco años en Casación como consecuencia de una apelación de los abogados de la familia de Grippo. La inhabilitación para conducir fue establecida en la máxima posible: 10 años.

Pero cuando se cumplieron los dos tercios de esta nueva pena, la defensa pidió una vez más la libertad para Pacífico un año después de la negativa. En esta ocasión, el mismo tribunal decidió otorgársela, a pesar de que constaban iguales antecedentes de violar la detención domiciliaria e intento de eludir el arresto cuando se la revocaron. Además, se sumaba que había mantenido una pelea en prisión que sin embargo no afectó la calificación de conducta.

Escapó y chocó un patrullero en Mar del Plata

El jueves, una recorrida imprudente a bordo de un automóvil BMW 328 que un turista realizaba por la costa terminó con la aprehensión de Pacífico cuando chocó de frente con un patrullero.

En el marco del Operativo De Sol a Sol personal del Comando de Patrullas divisó el auto de color gris que había maniobras imprudentes en la zona de Mario Bravo y avenida De los Trabajadores. Al intentar detener su trayectoria emprendió la fuga y al llegar a Don Arturo y Los Cedros el sujeto chocó el frente de un patrullero. Si bien abandonó el rodado y escapó a pie, fue reducido antes de ingresar a su vivienda.

En ese momento, sus antecedentes no saltaron porque no había cometido delitos en la zona. Pero se trataba del mismo conductor que tiene un historial de terror. Al que se le suma una causa por amenazas de octubre de 2021 en Banfield, a cargo del Juzgado N° 12 de Lomas de Zamora.