Un cineasta marplatense denunció por plagio a una reconocida productora de “El secreto de sus ojos”
“Le confiamos el material, nos sentimos estafados”, asegura el joven que años después de presentar su proyecto el Festival Internacional de Cine, lo vio en Netflix. Ahora demanda un resarcimiento económico por la “copia calcada” de una de las escenas del film “El fotógrafo y el cartero, el crimen de Cabezas”.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Agustín Bertoni es un cineasta marplatense que, en 2016 presentó uno de sus proyectos más ambiciosos como alumno de la carrera de realizador: hacer un documental ficcionado sobre el crimen del fotógrafo de la revista Noticias José Luis Cabezas. El proyecto, que tituló "Sobre Coyotes y lobos" le demandó horas y horas de investigación y estudio y fue alentado por sus profesores que vieron potencial en la propuesta que, luego, asegura fue plagiada por la productora Vanesa Ragone.
“Con muchísimo esfuerzo logramos hacer el Teaser e inscribirlo en el 31° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata”, explica en diálogo con 0223 Agustín al tiempo que recuerda que luego de presentar el teaser en una de las salas involucradas en el evento, se acercó la productora y se presentó como una productor de Buenos Aires y se mostró entusiasmada con el proyecto, por lo que, en su inexperiencia, uno de sus compañeros le dio una copia en dvd. “Ella se fue de Mar del Plata con una copia de la idea”, recordó en lo que consideró una “relación asimétrica” ya que la mujer era una reconocida productora y él y sus compañeros solo estudiantes de cine.
Según el relato del joven que en ese momento se encontraba estudiando en el instituto Bristol, cuando, con el paso del tiempo vio que Netflix promocionaba el lanzamiento de “El fotógrafo y el cartero, el crimen de Cabezas”, pensó que eraa una casualidad y cómo existe la posibilidad que dos personas tengan una idea similar, más allá de sentirse frustrado porque su proyecto ya no era único, no le dio mayor importancia. “Pensé que me habían arruinado la idea, pero es un caso de dominio público y puede pasar que dos personas piensen en hacer un documental al respecto”, reconoce.
Con el estreno del documental, su visión respecto al documental cambió: había una escena que, a su criterio era “calcada” al teaser que le había dado en su momento a la productora del documental. “Puede pasar que los dos tengamos la misma idea, pero es exactamente igual, el plano, la colorimetría, el encuadre”, dijo. Entonces comenzó a tratar de contactarse con la productora. “Tuvimos tres mediaciones, sin éxito”, dice el joven.
Consultado sobre si había registrado su proyecto en la la Dirección Nacional del Derecho de Autor (DNDA) o en el Registro Público de la Actividad Cinematográfica y Audiovisual del Incaa previo a presentarlo en el Festival Internacional de Cine el cineasta indicó que no lo hizo porque, en ese momento no era un requisito para participar del evento. “No estaba registrada en la Dnda, pero la publicación nos da paternidad sobre la obra”, dijo el hombre que está solicitando una compensación económica a la productora que hasta el momento no respondió ninguna de las misivas, por lo que pasaron a una instancia judicial.
“Este proyecto es uno de los más importantes de mi carrera, llevó una investigación de más de 200 páginas, horas y horas de trabajo. Ella ya tenía un nombre cuando nos buscó, yo era un estudiante. Lo que hizo puede enmarcarse como estafa”, cerró.
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