Recortes en Pami: denuncian que hay tres quirófanos sin utilizar en Mar del Plata y los jubilados se tienen que operar en Buenos Aires

Autoconvocados, afiliados y trabajadores del Programa de Atención Médica Integral (Pami) realizaron un abrazo solidario a la sede central ante el avance de la motosierra del Gobierno nacional sobre el organismo que se tradujo en las últimas semanas en nuevos despidos, recortes presupuestarios y reclamos por la entrega de medicamentos.

Jorge Acedo, trabajador de Pami y delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado, precisó que los 230 despidos que se materializaron en todo el país ocho de ellos cumplían labores en la Unidades de Gestión Local (UGL) XI ubicada en avenida Independencia 1576 y habían ingresado a planta permanente por lo menos hacía cuatro años. "No cumplían funciones políticas, eran trabajadores", aclaró.

En declaraciones a 0223, el representante lamentó que tras varias reuniones y negociaciones, sus compañeros no lograron ser reincorporados. "No importa si uno trabajaba más o trabajaba menos. De tal año para abajo, todos afuera", graficó.

En este marco, el trabajador de Pami y delegado de ATE expuso las falencias en la prestación de la obra social de los jubilados y pensionados, que a diario forman largas filas sobre la calle Independencia para llenar los formularios papel y tratar de recibir los medicamentos que antes tenían 100% de cobertura. "Me parece que es un maltrato hacia los trabajadores porque nos exponen ante el público y a los jubilados por lo que les hacen pasar, con lo que cuesta un boleto de colectivo y hacer el trámite que ya lo tenían aprobado", comentó y confió: "Hay largas colas por día".

Pero la atención no solo se resintió en el mostrador sino también puertas adentro. Acedo denunció que en el hospital Bernardo Houssay de avenida Juan B. Justo 1774 hay tres quirófanos "nuevos" sin utilizar por parte del organismo y los afiliados se ven obligados a viajar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) para someterse a alguna intervención.

"Es un hospital escuela en oncología y gerontología y los mandan a Buenos Aires con lo que eso conlleva para el afiliado: irse con un familiar, quedarse como una semana por la intervención y volver. Nos parece una falta de respeto", completó.