Montenegro confirmó cuál será el próximo espacio público de Mar del Plata reacondicionado por un privado

A través de sus redes sociales, el intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, adelantó cuál será el próximo espacio público de Mar del Plata que será reacondicionado por el sector privado a través del sistema de "padrinazgo cultural", una política que implementó en su segundo mandato de gestión para recuperar distintos escenarios gracias a la articulación público-privada.

"Arrancamos a trabajar para recuperar la fuente del Milenio. Y lo estamos haciendo como siempre: junto al sector privado para que apadrine y financie los arreglos", destacó el jefe comunal en nuevo material que compartió en sus redes sociales.

El posteo fue acompañado por el siguiente texto: "RECORDAR: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón. Otro recuerdo que vuelve a la vida. Patrocinado por el privado, sin que la gente tenga que poner un peso".

El “Sistema de Padrinazgo Cultural” se aprobó a fines de mayo de 2024 en el Concejo Deliberante con el objetivo central de promover la articulación público-privada para la puesta en valor y promoción de espacios culturales administrados por el Ente Municipal de Turismo y Cultura (EmturyC), como así también de monumentos públicos, entre otras iniciativas.

Desde su implementación, esta iniciativa ya permitió poner en valor distintos puntos de la costa marplatense, la Plaza Mitre y hasta los puentes de Punta Mogotes en medio del recorte a la obra pública.

La fuente del Milenio, blanco de la inseguridad, ha sufrido sucesivos robos de cables en los últimos meses por su valor de reventa en el mercado ilegal. Ubicada en la plaza homónima, está delimitada por las calles Buenos Aires, Belgrano, Moreno y Avenida Patricio Peralta Ramos.

En la segunda etapa del plan de obras Mar del Plata 2000 se avanzó con la expropiación y conversión en espacio público de la conocida como Manzana 115. Para dicha tarea se debieron expropiar los dos edificios de siete pisos que se encontraban construidos en el lugar, así como restaurantes, locales de cambio y compra venta de alhajas. Gracias al aporte de la provincia de Buenos Aires se logró llevar a cabo la expropiación de los edificios.

En un hecho que nunca se había practicado en el país en una zona tan densamente poblada, se llevaron a cabo dos implosiones que permitieron la caída controlada de los edificios, quedando este hecho marcado a fuego en la memoria de todos los habitantes de Mar del Plata.

Tras las tareas finales de demolición y despeje de la manzana, en el lugar se construyó una plaza pública en cuyo centro se colocó una fuente de 40 metros de diámetro con aguas danzantes programadas, una capacidad para 630.000 litros de agua y artefactos de iluminación íntegramente mecanizados en bronce torneado y pulido.