La historia del abuelo marplatense que inspiró un bot que asiste y brinda compañía a adultos mayores
Lo creó su nieto y sirve para que le recuerde cuándo tomar los medicamentos y para hablar de fútbol y tango. Ato, el invento pensado para superar barreras entre la IA y los ancianos.
Por Redacción 0223
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Que las cercas muchas veces están solo en las mentes ya lo advertía Ginger, la protagonista de la reflexiva Pollitos en Fuga, y de lo que se trata es de animarse a superarlas. Con eso como perspectiva, un joven inventor trascendió en los últimos días con una innovación tecnológica con un abuelo marplatense como inspiración y protagonista.
A Juan Cereigido le inquietaba la situación de su abuelo, limitado en sus conocimientos para aceder a las nuevas herramientas tecnlógicas que le podrían simplificar aspectos de la vida como recordarle cuánto tomar la pastilla, hablar sobre sus dos pasiones, San Lorenzo y el tango, o simplemente contar con “alguien” que lo acompañe en su vida cotidiana en Mar del Plata.
Así surgió Ato, un innovador dispositivo conversacional con inteligencia artificial dirigido especificamente para ancianos. “Como me gusta la electrónica estoy siempre ideando experimentos. Ya había hecho una camarita con IA que se conectaba con RecordAI, el bot de WhatsApp que desarrollé para darle instrucciones y que me recuerde cosas, y me avisaba si había lugar para estacionar en mi casa. Ese invento tuvo mucho éxito en las redes sociales, a la gente le gustó. Entonces pensé en probar otra cosa”, contó Juan en una entrevista con TN Tecno.
El asistente digital buscar colaborar ante las dificultades de los adultos mayores para usar los nuevos avances tecnológicos que nos pueden simplificar la vida o generar compañía allí donde la vida transita durante la mayor parte del tiempo en soledad. “Aunque RecordAI es un bot es muy simple de utilizar para pedirle recordatorios, por ejemplo para tomar medicamentos y otras cosas, a mi abuelo le cuesta mucho eso”, señaló Juan, quien vive en Buenos Aires.
“Empecé a explorar por ahí y me di cuenta de que a los mayores les cuesta la tecnología porque nunca está pensaba para ellos. Es cada vez más compleja, más específica. Eso está buenísimo para el que entiende, pero para el que no, es como un mar de cosas nuevas”, reflexionó.
“Habré tardado uno o dos meses en armar el producto, que le puse Ato. Y cuando estuvo listo, me lo llevé a Mar del Plata, donde vive mi abuelo, a probarlo con él. Ese era el desafío más grande: ver si realmente lo entendía y si realmente era más fácil que un teléfono. Y contra todo pronóstico, a los 5 minutos, él solo ya se acercaba a charlar con el dispositivo, a hablar de fútbol, de San Lorenzo, de tango... Incluso, en un momento le preguntó a la IA ´¿Qué sueños tenés?´”, rememoró sobre el primer contacto de su abuelo con Ato.
La versión actual de Ato funciona vinculada a RecordAI y con un modelo de inteligencia artificial de OpenAI de base. Por el momento no se conecta a internet pero incorpora funciones como enviar mensajes de WasApp solo por voz. “Tiene una lista de contactos a la que le podés decír, por ejemplo, ´Che, mandale a Juan tal cosa´ o ´Enviale este mensaje a mi hija´, o a quién sea”, finalizó Juan.
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