Le dieron arresto domiciliario a la mujer que participó del crimen del mecánico
A Daniel Alberto Garófalo lo asesinaron el 12 de diciembre. Ana Lía Guzmán no podra acercarse a menos de 500 metros de la casa de la víctima, donde vive su familia.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Por cuestiones relacionadas con su salud y la imposibilidad de continuar algunos tratamientos médicos en el complejo penitenciario de Batán, la Justicia de Garantías le otorgó el arresto domiciliario a la mujer acusada de participar en el crimen del mecánico Daniel Garófalo en su casa/taller del barrio Malvinas Argentinas a mediados de diciembre del año pasado.
Por el crimen del mecánico y tras el pedido de la Unidad Funcional de Instrucción N°7 cumplen prisión preventiva la mujer de 43 años, su pareja Pablo Mastrángelo (43) y Martiniano Figueroa (34). Los dos hombres están imputados como coautores y la mujer como partícipe necesaria.
En su resolución la Jueza de Garantías Lucrecia Bustos consideró que el domicilio propuesto para el cumplimiento del arresto cumple las condiciones necesarias, que existe una red de apoyo consolidada y que está la posibilidad de un proyecto productivo familiar en el lugar.
En su resolución de diez páginas, la titular del Juzgado de Garantías N° 6 otorgó el arresto domiciliario bajo monitoreo electrónico y tutoría conductual e impuso una restricción de acercamiento de 500 metros al domicilio donde ocurrieron los hechos y vive la familia de la víctima.
Guzmán y Mastrángelo son dos de las personas que aparecen en un video grabado y difundido en un grupo de WhatsApp vecinal por la mujer detenida, dos días antes del asesinato. Además de compartir el video, la mujer escribió varios mensajes contando su enojo con el mecánico porque les había cobrado a ella y a su pareja por el arreglo del motor de un VW Poloy llevaba ya un par de meses sin entregárselos, y compartió un audio en el que amenaza con "prenderle fuego la casa" si el jueves no tenía una respuesta positiva.
La investigación del crimen
Los dos hombres son considerados coautores del asesinato, y la mujer, partícipe necesaria. Se tuvo en cuenta que la pericia balística sobre la escopeta recortada hallada en el interior de la vivienda donde fueron encontrados los imputados (Mastrángelo y Figueroa) al día siguiente, era compatible con el cartucho cargador que se encontró en el lugar del hecho, y pertenece al proyectil que mató al mecánico: un calibre 16.
Si bien no se puede resolver científicamente porque ese tipo de arma no deja estrías marcadores en el cartucho, son compatibles con el arma de fuego.
Además, la esposa de la víctima, que vio cómo los dos hombres ingresaban a su domicilio, y mientras Mastrángelo retenía a su esposo Figueroa lo fusilaba a corta distancia, reconoció al segundo de los detenidos a través de una rueda de exhibición fotográfica como el autor del disparo.
En su pedido de prisión preventiva el fiscal Carlos Russo consideró tener comprobado también que la mujer usó en el hecho un auto en el que llevó a los dos hombres y los esperó en la esquina para escapar, que le había prestado el exmarido porque tenía su coche inutilizado en el taller del mecánico desde hacía un par de meses. Lo hizo porque ella debía movilizarse con el hijo en común que tienen. No sabía, claro, que ese vehículo iba a terminar implicado en un crimen.
También se constató que ninguna otra persona manejó ese coche (un VW Bora) en esos días, y que el celular secuestrado a Guzmán tuvo impactos en antenas cercanas al lugar del crimen en el momento del asesinato, un dato clave para sustentar la imputación.
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