Descubrió que en el cementerio cambiaron de lugar los restos de su hijo sin avisarle y no los encuentran

La madre de un hombre asesinado en noviembre de 2024 y cuyos restos fueron enterrados en el Cementerio Parque le pidió a la Justicia exhumar los restos que están en la sepultura que le fue otorgada. La mujer notó que habían sacado las placas que lo identificaban, que movieron de ese espacio los restos sin avisarle y ahora no pueden decirle en qué lugar fueron enterrados.

El pedido lo hizo María del Carmen Zamora, la madre de Walter Silguero, el hombre de 36 años que fue asesinado en noviembre del año pasado en el barrio Coronel Dorrego de un balazo en la cabeza: por ese hecho fue detenido Lautaro Juárez, quien permanece alojado en el complejo penitenciario de Batán.

En la presentación que hizo ante el Juzgado en lo Contencioso Administrativo N°1 a cargo de Simón Isacch, la mujer señaló que los restos de su hijo estaban depositados en la sepultura 1834 del Sector E del cementerio Parque municipal conforme a un contrato de arrendamiento vigente hasta noviembre de 2029. A ese lugar, identificado con una placa recordatoria, se acercó varios meses junto a otros familiares y amigos hasta que un día descubrió el faltante de la placa y la colocación de una con otro nombre y la misma fecha de fallecimiento.

La mujer consultó con los trabajadores del lugar, quienes le informaron que su hijo había sido trasladado a escasos metros de allí, pero no pudieron especificar el lugar exacto donde fue reubicado. En la presentación que hizo el abogado Marcos Constantini, se explicó que desconocen actualmente dónde están los restos de Silguero.

“Posteriormente, procedí a buscar los restos en el lugar indicado por los empleados del cementerio, pero solo encontré un área cubierta de pasto. Esto sugiere que el cuerpo de mi hijo fue retirado de manera unilateral o no y sin ningún tipo de aviso previo a mi persona. Hasta la fecha, no se nos ha proporcionado una respuesta certera sobre la ubicación actual de sus restos”, denunció.

Ante la incertidumbre generada por la desaparición de los restos de su hijo y la falta de información clara por parte de los responsables del cementerio, la mujer solicitó la autorización judicial para que se proceda a la exhumación de sus restos mortales “siendo que su cajón tiene características particulares, al igual que dentro de él, tales como recuerdos personales de la familia y de amigos”.

La intención “es poder realizar el traslado a su lugar contratado y poder saber en qué lugar descansa en paz con su correspondiente placa, y así restituir el respeto y el homenaje que le corresponde como ser querido fallecido”.

Además de determinar la ubicación de los restos, plantearon que hubo una “la actuación unilateral del cementerio al retirar los restos de mi hijo sin la debida notificación constituye una grave irregularidad, que vulnera mis derechos como familiar directo y plantea serias dudas sobre el manejo adecuado de los restos humanos”.

En su escrito el profesional indicó que interpusieron una medida de no innovar en sede administrativa “conforme lo dispuesto en el Decreto 27.590/73Art.57 a efectos de resguardar los restos mortales, impidiendo que los mismos sean dispuestos por persona ajena a su familia”.

“Esta medida cautelar tiene como objetivo evitar que los restos de mi hijo sean objeto de disposiciones unilaterales por parte del Cementerio Parque de Mar del Plata u otras personas sin el consentimiento de la familia, asegurando de este modo el respeto y la preservación del cuerpo conforme a las disposiciones legales y el derecho de los familiares sobre el destino de los restos”, concluyeron.

En la presentación ante el Juzgado anexaron copia del contrato de arrendamiento de la sepultura, fotografías, documentos, partida de defunción de Silguero y las fotografías de la sepultura antes y después del cambio. A los fines del dictado de la cautelar solicitada y para ofrecer más prueba de lo sucedido ofrecieron los contactos de varios testigos.