Emotivo homenaje a María del Carmen "Coca" Maggi

18 de Junio de 2008 05:45

Por Redacción 0223

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El acto y descubrimiento de una placa recordatoria fue llevado a cabo este lunes en el pasaje Catedral, donde funcionaba el rectorado de la Universidad Católica Argentina y cumplía funciones María del Carmen "Coca" Maggi hasta 1975, cuando fue secuestrada por grupos paramilitares. Su cuerpo apareció en marzo de 1976, aunque para la justicia permanece "desaparecida". Organismos de Derechos Humanos reclamaron Justicia. El acto y descubrimiento de una placa recordatoria fue llevado a cabo este lunes en el pasaje Catedral, donde funcionaba el rectorado de la Universidad Católica Argentina y cumplía funciones María del Carmen “Coca” Maggi hasta 1975, cuando fue secuestrada por grupos paramilitares. Su cuerpo apareció en marzo de 1976, aunque para la justicia permanece “desaparecida”. Organismos de Derechos Humanos reclamaron Justicia.

El recordatorio fue organizado por la Comisión por los Juicios Verdad Justicia y Memoria de Mar del Plata, integrada por los organismos Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, H.I.J.O.S. Regional Mar del Plata, C.A.M.U.S., Sindicato de Prensa, Memoria Portuaria (Comisión de homenaje a detenidos desaparecidos del puerto), Memoria Fértil, Juventud de la CTA., Ex - Presos Políticos, ATE, Comisión detenidos y desaparecidos de Miramar. También participó el obispo de Mar del Plata, Monseñor Juan Alberto Puiggari, quien dedicó una oración a la memoria de Maggi.

Ante varias decenas de concurrentes, Jorge Casales, integrante de la Comisión de los Juicios por la Verdad, Justicia y Memoria y principal orador de la ceremonia, recordó a su compañera sin poder evitar las lágrimas, por lo que debió interrumpir su alocución en reiteradas ocasiones. “Nuestro deber es aportar todo lo que podemos y más para que esto sea totalmente esclarecido. Tenemos una documentación importantísima, y por eso decimos, porque sabemos la verdad y tenemos memoria, exigimos justicia. Hoy decimos a coro: Coca Maggi presente, hoy y siempre”, reclamó.

Del mismo modo, María Juana Rivas, “Marucha”, miembro de Abuelas de Plaza de Mayo Línea Fundadora, tuvo sus palabras de homenaje: “Estamos no para recordar su muerte, sino su vida tan rica en amor a los hermanos, su dignidad y su gran fuerza moral. Solidaria, buena amiga, desinteresada, María del Carmen fue una militante cristiana, de las primeras entre los 30 mil desaparecidos y asesinados como otros tantos militantes en campo popular". 

"Tenía en claro un proyecto de país con igualdad de oportunidades para todos. Docente de alma, dedicada a su labor, puso su corazón en todo cuanto hacía, sus proyectos, sueños y objetivos; y a pesar de la dura realidad, vivía con alegría. Con la palabra y su ejemplo de vida, y a pesar de las dificultades de la realidad, por más dura que se presente, nos enseñó que no debemos desalentarnos, sino mantener viva la llama de la esperanza” destacó.

En diálogo con Radio Nativa, Jorge Casales, amigo y compañero de Maggi, expresó: “Este acto es un homenaje y un desagravio a la memoria de María del Carmen Maggi. Homenaje porque, a lo largo de estos 30 años se la ha recordado como una alumna brillante -era medalla de oro- pero, a su vez, como si fuera un mandato del terrorismo de Estado, se ha silenciado su paso por la Universidad que fue muy importante, porque como Secretaria General de la Universidad Católica (UCA) y Decana de la Facultad de Humanidades, ella dejó su sello marcado en los claustros universitarios”.

EL PRECIO DE LA DEROGACIÓN DEL ARANCELAMIENTO DE LA UCA


Casales rememoró que el rector honorario de UCA, Eduardo Pironio junto a Maggi fueron promotores de la derogación del arancelamiento para los estudiantes de la UCA. “Era una universidad privada, pero en mayo del ’73 se deroga el arancelamiento y ésta pasó a ser la única universidad privada en la historia que funcionó desde mayo del ‘73 hasta su nacionalización, en septiembre del ’75, en forma gratuita. Era una bandera portada, principalmente, por conjunto del estudiantado, y esa resolución lleva a la firma del Dr. Hugo Grimberg, rector de la Universidad, del Dr. Daniel Víctor Antocolet, Secretario General de la Lic. María del Carmen Maggi, decana de la Facultad de Humanidades, y la del Dr. Mario Portela, Decano de la Facultad de Derecho. Como en ese entonces habían cesado en su actividad todas las autoridades de la Universidad Católica y no habiendo Consejo Superior, el Dr. Grimberg hace firmar la resolución al Secretario General y a los dos Decanos de las facultades”, pormenorizó.

Y sentenció: “Evitar arancelamiento fue un precio muy alto que debió pagar María del Carmen. Ella no cobraba un peso por la actividad que desarrollaba en la universidad, y tampoco tenía color político”.

Coca Maggi vivía de la docencia en colegios privados y también fue profesora en la Facultad de Ciencias Económicas. “Eso nadie lo dice, porque desde el Rectorado provincial la limitaron en sus funciones, es decir, la echaron. Por eso desde ahí nadie la recuerda, ojalá lo hicieran los que están ahora”, lamentó Casales.

SECUESTRO Y MUERTE DE COCA MAGGI

Testigos del Juicio por la Verdad vincularon a la Concentración Nacional Universitaria (CNU) con el asesinato de la Secretaria General de la Universidad Católica María del Carmen Maggi, que tras la muerte de la estudiante Silvia Filler, -ultimada el 6 de diciembre de 1971 por un grupo vinculado a la CNU, durante una asamblea en la universidad provincial- había expulsado al núcleo duro de la organización de ultraderecha y ligada a la Triple A.

En ese entonces, se discutía la unificación de la universidad provincial con la Católica, pero había fuertes discrepancias: mientras que los primeros pretendían que se dejara fuera de carrera a docentes y no docentes de la UCA, el obispo Pironio y “Coca” Maggi se resistían.

Al hacer referencia a la tensión que se vivía ante los desacuerdos entre ambas partes, Casales recordó que “en el año 1974 apareció el Pasaje Catedral pintado con la leyenda Pironio usurero de los sucios montoneros, la cual se repitió también en la Iglesia Pompeya, justo enfrente de donde vivía María del Carmen Maggi. Hubo otras pintadas a la entrada de la ciudad, por avenida Colón y en la zona del hotel Hermitage”. “Todo eso estaba relacionado con el proceso de unificación de las universidades”, subrayó.

Coca Maggi fue secuestrada el 10 de mayo de 1975 por jóvenes que se movilizaban en siete autos. Aunque la CNU repudió el secuestro para alejar sospechas, sus adherentes coparon ambas universidades y la Iglesia envió a Pironio a Roma para resguardar su vida. En tanto, secuestraron y permanecen desaparecidas dos alumnas de la Universidad Católica: Dolores Muñiz y Virginia Tempone. “Si nos remitimos a los documentos que se han secuestrado a las Fuerzas de Seguridad e Inteligencia, se hace referencia a la pronta salida de Pironio tras el asesinato de Maggi. Le apuntan al corazón secuestrando a Coca Maggi, pero en realidad el golpe era para Monseñor Pironio”, completó Casales.

MAGGI, DESAPARECIDA PARA LA JUSTICIA


Casales aludió, más adelante, a la otra parte del binomio que planteó al comienzo: homenaje- desagravio. “Cuando hablo de desagravio, me refiero a que el secuestro y desaparición de Coca Maggi es muy especial: la secuestran el 9 de mayo de 1975, a las 2 de la mañana. Llegan a la casa entre nueve y doce personas, y se la llevan. A partir de ahí se hacen denuncias de lo acontecido, y toma cartas en el asunto la Justicia Federal, pero a los cuarenta días, precisamente el 11 de junio de 1975, el Fiscal del Juzgado Federal, Gustavo Demarchi, le pide al Juez que se cierre la investigación, cuando no se había investigado nada”.

“El cadáver aparece enterrado en Mar Chiquita el 21 de marzo de 1976 y la Justicia Federal nunca se dio por enterada. Era tapa de todos los diarios, salió en todos los informativos pero nunca se enteraron de que había aparecido el cuerpo de Coca Maggi porque no se reabrió la investigación. Al día de hoy, para la Justicia Federal es una desaparecida”.

Con respecto a los grupos responsables del secuestro y muerte, Casales sostuvo: “Como dije durante los Juicios por la Verdad que se hicieron en 2007 y consta en informes de inteligencia de la Prefectura Naval Argentina y de la Marina, está muy precisa la identidad de los secuestradores. En un informe elaborado dos días después del secuestro que Coca Maggi, dice claramente que ella seguía los pasos de los anteriores secuestrados, y anuncia que su cuerpo aparecerá en cualquier momento en los alrededores de la ciudad’. Esto está documentado”.

PERFIL DE COCA MAGGI

“A Coca la definiría con palabras del rector de la Universidad Católica Dr. Hugo Amílcar Grimberg cuando había una reunión muy importante. ‘Tiene que ir Coca’, decía”, manifestó Casales, al tiempo que la describió como “una mujer inteligente, capaz, de bajo perfil pero que escucha muy bien, condiciones que la hacían sobresalir”.

“Donde había una injusticia, de cualquier envergadura, estaba ella. Venía de los grupos cristianos de base y tenía un apoyo muy importante, el del la gente relacionada con Monseñor Pironio. Era una persona muy especial”, concluyó.

AUTOR / FUENTE: Luciana Acosta

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