Febrero: Aló Presidenta

La vida de Juan Rey dio un vuelco inesperado en febrero de 2014. Se opuso a aumentar los precios de una marca de útiles escolares en su librería (Keops), pese a haber sido llamado directamente desde la fábrica, y contó la historia en su cuenta personal de Facebook. El mensaje se viralizó por las redes sociales y le llegó a la Presidenta de la Nación. Valorando el gesto, Cristina lo llamó por teléfono para felicitarlo. “Ella sabía todo lo que yo hacía", reconoció en su momento el ideólogo de la ONG Hazmereir.  

Esta historia sólo pudo tomar notoriedad gracias a la injerencia que las redes sociales tienen en la vida actual. "Me acaban de llamar de una de las fábricas de útiles escolares para solicitarme? muy respetuosamente que suba mis precios porque perjudicaba la plaza", publicó Juan en su muro de Facebook el 17 de febrero, y añadió: "Si compré con los precios viejos esa partida la iba a vender respetando ese costo, que sé lo que le cuesta a la gente comenzar las clases y que por una cuestión ideológica no los pensaba cambiar. Me dijo que tomaría las 'medidas' del caso y le contesté que a esta altura no me importa nada de lo que pretendan hacer".

Este mensaje comenzó a ser compartido por los amigos de Juan y su comportamiento fue valorado por gran parte de los marplatenses. Horas después, su relato fue difundido por 0223 y por varios medios locales y nacionales. Dos días después, el 20 de febrero, la Presidenta de la Nación lo llamó a su teléfono móvil para felicitarlo por haberse comportado como un empresario responsable.

“Ella sabía todo lo que yo hacía. Sabía de Hazme Reír, del club Unión, de la construcción de la escuela en Misiones, de nuestras acciones solidarias. Estaba al tanto de todo. Hablamos como media hora. Me felicitó, me dijo que estaba contenta por haber frenado que otros impongan los precios y ahí fue que le conté cómo había sido la situación. Empecé tratándola de usted y terminé tuteando a la Presidenta, invitándola a comer mollejas, que son mi especialidad”, reconoció Juan con orgullo. 

Pero la repercusión fue aún mayor, cuando el 21 de febrero, durante un acto y por Cadena Nacional, Cristina dijo: "Espero que todos tengan el gesto de un señor de Mar del Plata, Juan Rey, propietario de una librería".

"Yo no lo podía creer. Lo llamé ayer. Casi se muere. Yo, medio policía, le pregunté de qué fábrica estábamos hablando. Y él no me quiso decir para no involucrar a los trabajadores. Miren qué hombre", contó la Presidenta en vivo a todo el país. 

Los días posteriores a este reconocimiento público de Cristina generaron un aluvión de compras en la librería Keops. A unos pocos días del comienzo de las clases, la gente que tomó conocimiento de lo que había hecho Juan, se agolpó en el comercio para comprar artículos escolares.

Además, como contraparte a la actitud patotera de la empresa que quiso obligar al comerciante a subir los precios contra su voluntad, otros proveedores se solidarizaron con Juan y donaron artículos que fueron entregados de forma gratuita junto a una oferta de útiles escolares.