Noviembre: dolor e indignación

Un dato equivocado en cuanto al momento en que se retiraba la recaudación del negocio, hizo que los delincuentes permanecieran más tiempo en el interior del local de Rapipago. Esa demora hizo coincidir su intento de huida con el paso del sargento Walter Barrera por el lugar. El desenlace conmovió a toda la ciudad: el numerario de la comisaría octava y padre de un niño, murió horas después producto de las heridas recibidas.

Así ocurrieron las cosas el miércoles 26 de noviembre en Jacinto Peralta Ramos casi Tripulantes del Fournier. Minutos antes de las nueve de la mañana, tres delincuentes armados redujeron al dueño del local, a su hija y a un vendedor mientras que otro sujeto custodiaba el ingreso del local.

El error de cálculo hizo que los delincuentes solamente robaran algunas de las pertenencias de las personas y decidieran salir del negocio. La situación irregular fue advertida por el sargento Barrera que pasaba por el lugar y decidió evitar la salida de los malvivientes.

El grito del policía identificándose y dando la voz de alto tuvo como respuesta al menos diez disparos. Dos de esos balazos lo hirieron gravemente, por lo que fue trasladado de manera urgente por otros efectivos que llegaron al lugar. Barrera ingresó a las 9.15 al Hospital de la Comunidad en coma y con pérdida de masa encefálica. Su estado grave y de pronóstico reservado derivó horas más tarde en su muerte.

El sargento Walter Barrera -que tenía previsto viajar a La Plata para rendir un examen y alcanzar el rango de oficial- fue velado en el marco de un profundo dolor por parte de sus compañeros y de muchas personas que se acercaron al lugar. Luego del comunicado oficial en el que repudió el crimen y pidió que “todo el peso de la ley caiga sobre los responsables", el intendente Gustavo Pulti pasó durante la madrugada por el velatorio. La polémica desatada por la puesta en marcha de la policía comunal y algunas críticas previas al accionar de la bonaerense, provocaron -según algunas versiones- que su presencia haya sido rechazada por algunos familiares de policías.

Las testimoniales de las personas que estaban en la zona –incluyendo el de otros dos sujetos heridos- y el secuestro de una motocicleta en la zona, permitieron avanzar en la identificación de algunos integrantes de la banda. En plena búsqueda, tres días después Hugo Busto se entregó en Tribunales. “El uruguayo” se presentó acompañado por su abogado, se negó a declarar, quedó detenido y pidieron su prisión preventiva.

La causa a cargo del fiscal Juan Pablo Lódola dio otro paso significativo casi un mes después, cuando se reunieron los elementos suficientes para identificar a otro de los responsables del robo y asesinato. La Justicia dispuso la captura nacional de Braian Rivera , un joven de18 años que tuvo una participación activa durante el hecho y que todavía no pudo ser hallado.